?ntimos enemigos
Papandreu y Mitsotakis libran ante las urnas una "nueva batalla de su guerra personal"
LUIS MAT?AS L?PEZ, ENVIADO ESPECIAL, El primer ministro griego, Andreas Papandreu, se ha negado a sentarse a la misma mesa que el l¨ªder de la oposici¨®n conservadora, Constantino Mitsotakis, con las c¨¢maras de televisi¨®n por testigo, para discutir los respectivos programas pol¨ªticos en plena campa?a para las elecciones legislativas de hoy, domingo. Y todo porque el l¨ªder socialista no traga a su rival (y viceversa) y s¨®lo acepta dialogar con ¨¦l en el Parlamento.
La enemistad personal de ambos dirigentes arranca de los a?os sesenta y constituye la principal anomal¨ªa de la vida pol¨ªtica griega, una irregularidad que tiene consecuencias pr¨¢cticas. Mientras ambos sigan en sus puestos, la convergencia de sus dos partidos, ya de por s¨ª muy dif¨ªcil, ser¨¢ una utop¨ªa.Las leyes de la f¨ªsica deber¨ªan atraerles. Son como el m¨¢s y el menos. Opuestos en ideolog¨ªa y en car¨¢cter. S¨®lo iguales en la edad, 70 a?os, y parecidos en la estatura, con ventaja clara, sin embargo, para Mitsotakis por unos 10 cent¨ªmetros.
Papandreu es un encantador de serpientes que fascina a sus convencidos e incluso a los reacios, y su rival es serio y distanciado (cada vez que sonr¨ªe pierde mil votos), carente de la principal arma del primer ministro: el carisma. En la tribuna, ante la multitud, la diferencia es abismal. Constantino no tiene nada que hacer. En el Parlamento, sin embargo, se revela como un tribuno h¨¢bil y convincente. A uno le van las masas; al otro, sus se?or¨ªas.
Si Mitsotakis est¨¢ en cabeza en la mayor¨ªa de las encuestas para los comicios del domingo es porque Zeus le ha colocado en bandeja un par de esc¨¢ndalos que han puesto perdida de barro a la Administraci¨®n socialista. Pero no deja de ser sorprendente c¨®mo el socialista Pasok ha ido remontando posiciones.
Hubo un tiempo en que ambos formaron parte del mismo Gobierno, el que dirig¨ªa Georgios Papandreu, l¨ªder de la Uni¨®n de Centro y padre de Andreas. Fue en 1964 y 1965. Ah¨ª, tan lejos, est¨¢ la clave de la disputa. Papandreu padre tuvo un conflicto con la corona y Mitsotakis le dej¨® en la estacada. El tiempo no ha borrado el poso de aquella discordia.
El 'caso Koskotas'
Un Judas errante, un tr¨¢nsfuga de la pol¨ªtica, un individuo al que no hay que dar la espalda un ambicioso sin ideolog¨ªa ni convicciones. ?stas son algunas de las lindezas que Andreas dedica a Constantino, que le responde ahora, sorprendentemente, con parecido entusiasmo. El l¨ªder conservador prefer¨ªa tradicionalmente otra v¨ªa, mucho m¨¢s fr¨ªa, pero tambi¨¦n demoledora; en cualquier caso le exige dimitir por considerarle directo responsable pol¨ªtico del esc¨¢ndalo Koskotas.
Su sue?o es ver c¨®mo Andreas da con sus huesos en la c¨¢rcel. Tambi¨¦n Mitsotakis tiene su flanco d¨¦bil en este asunto, y Papandreu conf¨ªa en poder bombardearle por ah¨ª. En los ¨²ltimos d¨ªas ha habido insistentes rumores de que el marido de Dora, una hija del l¨ªder conservador, Bakoyanis de nombre, podr¨ªa ser la pr¨®xima v¨ªctima del caso Koskotas. El yerno y el banquero fueron en otro tiempo estrechos colaboradores, y Bakoyanis lleg¨® a dirigir el semanario Ena, propiedad del hombre que trae en jaque a toda la clase pol¨ªtica griega.
Pero volvamos a la pareja imposible. El uno (el socialista) se ha ganado una merecida fama de bon vivant. Su hobby son las mujeres, y "ninguna que tenga menos de 40 se puede sentir muy segura en sus proximidades". En sus redes han ca¨ªdo, se dice, desde secretarias hasta esposas de ministros. Su ex jefe de seguridad Vasilis Keramas ha contado en un libro detalles muy jugosos de sus correr¨ªas. Y ahora, cuando caen las hojas del oto?o, le toca la loter¨ªa en la carne y el esp¨ªritu de una ex azafata de 34 a?os. A Papandreu se le cae la baba con Dimitra Liani, y juntos han superado, una incre¨ªblemente sucia campa?a de la Prensa conservadora.
Ambos dirigentes, al fin, son humanos, y bien ha hecho el presidente de Nueva Democracia en no tirar abiertamente la primera piedra, ya que habr¨ªa quedado en posici¨®n muy desairada al hacer p¨²blico un peri¨®dico progubernamental (la guerra sucia no hace distingos) la transcripci¨®n de una conversaci¨®n con su supuesta amante Katarina, a la que dobla en edad. El marido de la chica ha sentido mancillado su honor y quiere lavarlo con 50 millones de dracmas (unos de 40 millones de pesetas), cantidad que ha pedido a Mitsotakis por da?os y perjuicios. El peri¨®dico de marras, Avriani, anunci¨® que ten¨ªa otras 49 cintas, que nunca han aparecido. Alguien en lo alto parece haber decidido el cese de las hostilidades.
Campa?a sensacionalista
El asunto hizo bastante pupa a Mitsotakis, que siempre ha presentado a su familia como ejemplo de sus ideas. De su esposa, Marika, que le ha dado tres hijas y un hijo, se sabe que es un poco gruesa y que le gusta cocinar para toda su tropa. Todo lo contrario de Margarita Papandreu, nacida norteamericana y muy activa en la pol¨ªtica. Tambi¨¦n trajo cuatro hijos al mundo (tres chicos y una chica). El mayor, Yorgos, es el actual ministro de Educaci¨®n.
Demasiado pasto para la Prensa sensacionalista y del coraz¨®n, pero es que esta campa?a ha tenido m¨¢s de eso que de aut¨¦ntico debate pol¨ªtico. Todo el mundo habla de catharsis (limpieza) y casi nadie de programas. Quiz¨¢ al final, de puro cansancio, se vote como est¨¢ mandado, por ideas o intereses.
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