Angela Casella

Se llama ?ngela, pero su rostro es recio y amargo. Se apellida Casella, aunque la han rebautizado Madre Coraje porque es la primera mujer que se ha atrevido a desafiar personalmente a la Mafia calabresa traslad¨¢ndose desde el norte del pa¨ªs, desde Pav¨ªa, hasta el profundo Sur para pedir a los secuestradores, que retienen desde hace m¨¢s de 500 d¨ªas a su hijo C¨¦sar, de 19 a?os, que lo liberen.

La familia ha pagado ya a la an¨®nima de secuestros un mill¨®n de pesetas, y est¨¢ dispuesta a seguir pagando, pero no puede llegar a los 500 millones exigidos porque se trata de profesionales que aunque est¨¢n bien econ¨®micamente no son multimillonarios. Cansada de esperar, ?ngela dej¨® su familia y se traslad¨® al coraz¨®n de Calabria, cerca de donde presume que puede estar su hijo. Y desde all¨ª ha empezado a romper, pueblo por pueblo, la fat¨ªdica omert¨¤ o ley del silencio cl¨¢sica de las mafias. Y su ejemplo, que la est¨¢ convirtiendo en una hero¨ªna nacional, est¨¢ haciendo el milagro de hacer salir de sus madrigueras a las mujeres calabresas que nunca hab¨ªan hablado y ahora se solidarizan con ella.

?ngela ha denunciado p¨²blicamente al Estado que deja abandonadas a su suerte a las familias v¨ªctimas de secuestros. Ha pedido a la gente que no votase en las elecciones de ayer, para "despertar a los pol¨ªticos", que tienen abandonada la Calabria donde, seg¨²n afirm¨® el mismo magistrado Domenico Sica, gran comisario de la lucha contra esas organizaciones criminales, "el Estado ha sido sustituido por la Mafia".

El gesto de esta madre sin pelos en la lengua, denuncia viviente de las omisiones del Estado en las tierras dominadas por la Mafia, ha creado no pocos problemas al mundo pol¨ªtico en v¨ªsperas de elecciones. Hasta all¨ª se ha trasladado el presidente de la Comisi¨®n Antimafia del Parlamento, el comunista Chiaromonte. Veinte alcaldes han amenazado con dimitir y hasta el obispo Antonio Riboldi, famoso por su lucha contra la Camorra napolitana, se ha ofrecido a los secuestradores en lugar de C¨¦sar.El presidente dimisionario del Gobierno, Ciriaco de Mita, ha afirmado que, comprendiendo su dolor, piensa que podr¨ªa acabar complicando las cosas y que no es con la espectacularidad como se puede resolver el problema. Opini¨®n parecida sustenta el jefe de la Interpol italiana, que se ha desplazado a Calabria. Desde 1972, en Italia ha habido 593 secuestros.