Estreno mundial de una composici¨®n del granadino Jos¨¦ Garc¨ªa Rom¨¢n

La Orquesta Filarmon¨ªa de Londres interviene en el Festival de M¨²sica y Danza de Granada con cuatro programas diferentes, en los que aparecen dos obras espa?olas de autores vivos, una de ellas como estreno mundial: Olvidando el sonido de mis pasos, de Jos¨¦ Garc¨ªa Rom¨¢n.

Jos¨¦ Garc¨ªa Rom¨¢n es una de las cabezas visibles de la escuela granadina, y uno de los nombres que cuentan en el panorama musical espa?ol de nuestros d¨ªas.El estreno de la obra de Garc¨ªa Rom¨¢n se hizo y con buen ¨¦xito porque la m¨²sica de Garc¨ªa Rom¨¢n, barroca y surrealista, es profundamente hermosa y la versi¨®n dirigida por Arturo Tamayo ofreci¨® todas las garant¨ªas de claridad, identificaci¨®n ideol¨®gica y poder comunicativo. Data la obra de 1987 y est¨¢ trazada a partir de unos poemas del pintor Manuel Viola. Con pronunciar este nombre queda explicado, en parte, el sentido de la nueva composici¨®n. Pero inmediatamente, ser¨¢ preciso a?adir otros datos fundamentales, aparte la naturaleza humana y art¨ªstica del m¨²sico.

El segundo dato es que, con todo y trat¨¢ndose de poemas, los valores m¨¢gicos de la pintura de Viola, han ejercido notable presi¨®n sobre el compositor a la hora de otorgarles dimensiones sonoras. Ah¨ª est¨¢ la delicadeza de unos tonos frente a la violencia de otros; tambi¨¦n, una voluntad original de forma: im¨¢genes que se alargan y parecen dispuestas a dispersarse si no lo impidiera una rara intuici¨®n, un car¨¢cter general.

Toda la partitura es una suerte de visi¨®n l¨ªrica, casi on¨ªrica, que exige en su exposici¨®n un detallismo m¨¢ximo en todos los aspectos, realmente dif¨ªcil, si no imposible, de lograr al m¨¢ximo en una primera audici¨®n efectuada en local abierto. De la belleza lograda por Garc¨ªa Rom¨¢n fue buena prueba la entusiasta acogida dispensada por el p¨²blico. Por tres veces debi¨® saludar el autor junto a sus int¨¦rpretes, todo lo cual hizo del primer concierto de los filarm¨®nicos londinenses una gran noche granadina.

Programa atractivo

Arturo Tamayo estructur¨® un programa extraordinariamente atractivo en el que salv¨® a la obra espa?ola de la demasiado habitual situaci¨®n de telonera; correspondi¨® tal funci¨®n nada menos que a Igor Stravinski y sus alertadores Fuegos de artificio opus 4.

Despu¨¦s, el esperado Schumann de Maria Joao Pires, expuesto de forma transida pero sin exceso que pudiera abaratar la noble intensidad del singular rom¨¢ntico. Se trata de otra m¨²sica interior a cuyo fondo debe descender el int¨¦rprete cual audaz espele¨®logo para descubrirnos las mil maravillas que esconden sus galer¨ªas y pasadizos. M¨¢s po¨¦tica la pianista portuguesa que sus siempre ce?idos colaboradores, el resultado fue justamente premiado con ovaciones que se prolongar¨ªan tras la Espa?a debussiana de Iberia.