El Madrid logra la triple corona espa?ola
Pe?a, el delantero del Valladolid, pondr¨¢ en marcha hoy su aparato de v¨ªdeo, coger¨¢ su mando a distancia, y har¨¢ avanzar las jugadas de la final hasta llegar al minuto 5. Ver¨¢ el gol de Gordillo una sola vez, y se ir¨¢ r¨¢pidamente hasta el minuto 14. Entonces, a c¨¢mara lenta, parando la imagen, retrocediendo y avanzando una y otra vez, intentar¨¢ comprender c¨®mo pudo lanzar el bal¨®n fuera cuando s¨®lo Buyo, descolocado, le separaba de la red. Cuando haya encontrado una justificaci¨®n a su fallo, que nadie en el campo pudo entender, avanzar¨¢ hasta el minuto 63. Y Pe?a ver¨¢, con todos los recursos que facilita la nueva tecnolog¨ªa del v¨ªdeo, c¨®mo Hierro lanz¨® una falta, Buyo rechaz¨® en corto, el propio Pe?a le tir¨® de nuevo al cuerpo, y Dami¨¢n, con todita la porter¨ªa para ¨¦l s¨®lo, chut¨® incre¨ªblemente fuera. Pe?a dejar¨¢ entonces el mando sobre la mesa y llegar¨¢ a la misma conclusi¨®n de todos los que ayer vieron el partido: el Valladolid tuvo la mejor oportunidad de su historia para ganar la Copa -o cuando menos para luchar por ella en la pr¨®rroga-, y sin embargo fue el Madrid el que, jugando al paso, culmin¨® su triple corona espa?ola. Ha ganado este a?o la Supercopa, la Liga y la Copa, y se ha dado una vueltecita de honor por el Camp Nou, el Bernab¨¦u y el Calder¨®n.En realidad, todo el mundo acab¨® ayer contento en el Calder¨®n. El Madrid, por su tercer t¨ªtulo del a?o -s¨®lo le ha faltado la maldita Copa de Europa-; Leo Beenhakker, porque se despidi¨® del banquillo madridista con otro t¨ªtulo; la Quinta del Buitre, porque ha ganado su primera Copa del Rey; el Valladolid, porque, pese a la derrota, jugar¨¢ la pr¨®xima temporada la Recopa; e incluso Jes¨²s Gil -insultado por los ultrasur en su propia casa-, porque cobr¨® un buen pellizco -el 16%- de la recaudaci¨®n.
Ese gozo com¨²n, seguramente, fue la causa de que el partido no resultase m¨¢s disputado. El Madrid se sent¨ªa superior antes de comenzar, y esa sensaci¨®n aument¨® cuando, en su primera ocasi¨®n, Gordillo acert¨® a meter el pie con tino.
Ya a los cinco minutos, la mitad del campo, la madridista, comenz¨® a corear el grito de "?campeones!, ?campeones!", y a nadie le parec¨ªa que fuese demasiado pronto. Pero el Valladolid, muy bien construido por su entrenador Vicente Cantatore, se empefi¨® en demostrar que hab¨ªa llegado a la final por m¨¦ritos propios. Y, con una excelente organizaci¨®n en el centro del campo, comenz¨® a controlar el juego. Lo hizo tan bien, que el Madrid, poco deseoso de rebuscar las ¨²ltimas energ¨ªas de la larga temporada, se fue hacia atr¨¢s.
El Valladolid mov¨ªa acertadamente el bal¨®n en el centro del campo -Dami¨¢n, Albis y Minguella jugaron francamente bien, y Hierro mostr¨® buenas maneras cuando sub¨ªa el bal¨®n-, pero fallaba al llegar al ¨¢rea. Y fallaba tanto que una maldici¨®n parec¨ªa haber sido lanzada sobre las botas de sus delanteros. A los fallos estrepitosos de Pe?a y Dami¨¢n hay que a?adir un tiro de Minguela (m. 29), otro remate de Pe?a al larguero (m. 53), un disparo precipitado de Jankovic (m. 60), y un chut desviado de Albis (m. 67). El Valladolid sac¨® a relucir de nuevo las debilidades defensivas del Madrid, principalmente en el juego a¨¦reo, pero le falt¨® picard¨ªa.
El Madrid replicaba en el contraataque, casi con desidia, pero a¨²n as¨ª Mart¨ªn V¨¢zquez (m. 35) y Michel (m. 58) tuvieron claras oportunidades que acabaron en el cuerpo de Ravnic. Butrague?o, por ejemplo, estuvo mejor en su labor defensiva que en la atacante; Michel sembr¨® la duda entre sus seguidores, que ya no saben si es que est¨¢ en baja forma o es que la crisis de los silbidos le sigue afectando; Schuster y Mart¨ªn V¨¢zquez fueron los mejores en el centro del campo, pero a este ¨²ltimo no le sirvi¨® para evitar su tradicional sustituci¨®n, esta vez por un Tendillo con el que Beenhakker trat¨® de recomponer la defensa, colocando a Sanchis m¨¢s adelantado.
El calor agobiante y el ¨ªmpetu de Sanchis en el centro del campo acabaron con las fuerzas del Valladolid mediada la segunda parte. A partir de entonces, el Madrid recuper¨® las riendas del encuentro, y cerca estuvo de aumentar su diferencia -Tendillo fall¨® un cabezazo a bocajarro (m. 76) y Hugo un remate (m. 80)-. Apenas hab¨ªa tenido que despeinarse para ganar su tercer t¨ªtulo nacional.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.