"?Es aqu¨ª?"
Barranco y los suyos cambian los flamantes despachos por dos cuartuchos de 30 metros cuadrados
?Ser¨¢ finalmente Espinete el pregonero de las fiestas de Vallecas? El concejal Francisco Garrido, que llev¨® hasta hace tres d¨ªas las riendas del populoso distrito madrile?o, estaba preocupado "porque al CDS no le ha hecho ni pizca de gracia lo de mi pregonero televisivo". A su lado, Leandro Crespo recordaba el triste adi¨®s a su despacho de concejal de Sanidad: alguien le quiso ahorrar molestias y le sac¨® su malet¨ªn a la mism¨ªsima puerta. Pas¨® el hurac¨¢n de la moci¨®n de censura. Mientras Rodr¨ªguez Sahag¨²n estrenaba su despacho de alcalde, Juan Barranco y los suyos quemaban su nostalgia en el tortuoso camino desde el pedestal a un cuchitril de 30 metros cuadrados.
?Pues algo hay que hacer!". Barranco se encogi¨® de hombros y escrut¨® con resignaci¨®n el desolador panorama: montones desordenados de legajos y archivos, un par de m¨¢quinas de escribir, una planta, tazas sucias y una cafetera polvorienta.Sus concejales allegados, los mismos que le han acompa?ado durante los ¨²ltimos tres a?os al frente del Ayuntamiento de Madrid, celebraban su primer consejo de oposici¨®n a carcajadas y sentados sobre cajas de cart¨®n.
"No han tenido estilo estos chicos", se quejaba Jos¨¦ Mar¨ªa de la Riva, concejal responsable del ?rea de Participaci¨®n Ciudadana hasta el pasado jueves. "Nosotros hemos dejado los despachos a tiempo, pero ellos no han cumplido. Ya ves, no s¨¦ cu¨¢nto tiempo nos tendr¨¢n a los 24 concejales en estos dos cuartuchos".
Los socialistas se tomaron con humor el descenso a los infiernos. Llegaron vestidos para la ocasi¨®n: manga corta, cuellos desabrochados y alg¨²n que otro vaquero. "?Al cuerno el protocolo!". S¨®lo Juan Barranco y el ex responsable de Urbanismo, Jes¨²s Espelos¨ªn, trajeron americana y corbata.
El ex concejal de R¨¦gimen Interior, Saturnino Zapata, no se quitaba las gafas de sol ni para mostrar orgulloso "la pluma que me han regalado los de Comisiones". Leandro Crespo, que dijo tambi¨¦n adi¨®s a la Junta Municipal de Tetu¨¢n, presum¨ªa de ir sin calcetines.
"Sois unos tardones"
"?T¨² y t¨² sois unos tardones!". Barranco propin¨® una cari?osa bronca a Jes¨²s Espelos¨ªn y al ex concejal de Hacienda, Alfredo Tejero. Ambos llegaron a eso de las 11.30 al palacio de Ca?ete. Sin papeles en la mano, como si se hubieran quitado unos kilos de encima.
El ascensor les llev¨® hasta el segundo piso. Una vez all¨ª giraron a la izquierda, luego a la derecha, y se dieron de bruces con un discreto emblema del pu?o y la rosa. "?Aqu¨ª es?". Abrieron t¨ªmidamente la misteriosa puerta y apenas pudieron dar dos pasos hasta topar con la primera caja de cart¨®n.
Dentro se respiraba un ambiente de partida clandestina de p¨®quer. Humo, mucho humo, y un calor insoportable. Un fluir constante de curiosos y de alguna que otra secretaria que les echaba de menos.
Y en el pasillo, el ruido inconfundible de los carritos de supermercado, rodando de aqu¨ª para all¨¢ y sembrando de papeles los pasillos.
"?D¨®nde est¨¢ el alcalde, que llama Joan Manuel Serrat?". La secretaria buscaba por si acaso entre las pilas de cajas de cart¨®n.
Pero Barranco estaba en esos momentos departiendo con Rodr¨ªguez Sahag¨²n en su anterior despacho. Cuando regres¨® al cuchitril se encontr¨® con un telegrama del Rey, que le daba las gracias por haberle mandado un libro y aprovechaba la ocasi¨®n para darle un abrazo.
El ex alcalde no dejaba de dedicar sonrisas esc¨¦pticas a las cajas de cart¨®n. "La verdad es que han tenido detalles de mal gusto que uno no espera de la gente educada que ha ido a buenos colegios". Y record¨® el incidente del coche oficial: "Sacaron todos los papeles que ten¨ªa dentro y me los dejaron en el suelo".
De juerga en Vallecas
"Afortunadamente uno tiene amigos y le llevan a cualquier sitio", a?adi¨® Barranco. "El mismo jueves por la noche estuve de juerga en Vallecas para olvidarme un poco de todo. No regres¨¦ a mi nueva casa hasta las cuatro y media de la madrugada. Apenas he tenido tiempo para pegar ojo".
La vieja casa del ex alcalde est¨¢ precisamente dos plantas por debajo de la oficina municipal socialista. "Esperamos salir de estas cuatro paredes cuanto antes. Digo yo que nos dejar¨¢n todos los despachos que ten¨ªa aqu¨ª el Partido Popular y alguno m¨¢s para m¨ª como jefe de la oposici¨®n".
Los concejales del anterior equipo de gobierno han renunciado de momento a espectaculares saltos a la empresa privada. Todos han prometido seguir m¨¢s o menos como hasta ahora, alrededor de su destronado rey Arturo. Hasta el pol¨¦mico ex concejal de Tr¨¢fico Eugenio Morales, que afirmaba sentirse "agitad¨ªsimo" tras dejar el cargo.
El ¨²nico que falt¨® a la mesa redonda fue la mano derecha de Barranco, Luis Larroque, que prefiri¨® tomarse un respiro antes de dar la cara como concejal de la leal oposici¨®n.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.