El 'caso Ochoa' siembra el malestar en Luanda
NICOLE GUARDIOLA, El caso Ochoa enturbia las relaciones entre Angola y Cuba, tema central de las conversaciones actualmente en marcha en la capital angole?a y podr¨ªa alterar el calendario y las condiciones de la retirada de las tropas castristas de Angola.
La Prensa angole?a, que dedic¨® un gran despliegue informativo al caso Ochoa, dej¨® en un segundo plano el narcotr¨¢fico, tema esencial de la acusaci¨®n cubana contra el ex h¨¦roe de la revoluci¨®n, para poner en candilejas los otros negocios del general cubano, que implican perjuicios para la econom¨ªa angole?a: contrabando de diamantes, marfil, caf¨¦, az¨²car y desv¨ªo de fondos destinados a la construcci¨®n de dos aeropuertos en territorio angole?o.
Para la opini¨®n p¨²blica angole?a, la primera consecuencia de este enfoque es el levantamiento de una cuesti¨®n interna: ?Qui¨¦nes fueron los c¨®mplices angole?os de Ochoa? ?qu¨¦ han hecho las autoridades de Luanda para descubrirlos? ?cu¨¢l ser¨¢ su destino? Como en La Habana, las pistas conducen, en Luanda, hacia el Ministerio del Interior.
Di¨¢logo entre aliados
Una masiva delegaci¨®n sovi¨¦tica se encuentra en Luanda desde el 1 de julio -oficialmente para una reuni¨®n de 10 d¨ªas de la comisi¨®n mixta sovi¨¦tico-angole?a-, y el pasado martes una delegaci¨®n cubana lleg¨® a la capital angole?a. Pese al secreto que rodea las conversaciones, se supone que toda la relaci¨®n, presente y futura, del Gobierno de Luanda con sus principales aliados de los ¨²ltimos 14 a?os est¨¢ siendo cuestionado a la luz de los acuerdos de Gbadolite. El caso Ochoa vendr¨ªa de maravilla para acelerar el calendario de 30 meses, impuesto por Fidel Castro, para la retirada de todos los cubanos de Angola lo que ayudar¨ªa a convencer a la Casa Blanca a vencer las reticencias del Congreso, y formalizar un gesto positivo hacia la normalizaci¨®n de las relaciones Luanda-Washington, como podr¨ªa ser el voto favorable norteamericano a la adhesi¨®n de Angola al FMI (Fondo Monetario Internacional), el pr¨®ximo 18 de julio.
Una cosa es cierta: el caso Ochoa est¨¢ transformando una retirada cubana, que se pretend¨ªa honrosa para los combatientes internacionalistas en bochorno. Los oficiales est¨¢n "en estado de choque" y muchos consideran la muerte como la ¨²nica paga posible para los responsables de semejante verg¨¹enza. Pero hay tambi¨¦n quien, especialmente entre los cooperantes civiles, defiende Ochoa ?ste gozaba de muchas simpat¨ªas, no s¨®lo por su prestigio militar, sino tambi¨¦n por el desparpajo de sus cr¨ªticas a muchos aspectos de la pol¨ªtica interna y externa de Cuba.
Y en relaci¨®n al tr¨¢fico, en Angola, se cuentan ejemplos terribles del harribre en los cuarteles de Angola. Como la poblaci¨®n civil, los soldados tuvieron que recurrir al estraperlo, la candonga, para comer, y si los cubanos estuvieron un poco mejor alimentados fue porque sus jefes lograron los abastecimientos.
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