Fidel Castro enferm¨® y Ra¨²l llor¨® por la 'conexi¨®n cubana'
El r¨¦gimen cubano ha querido presentar al pa¨ªs y al mundo pruebas inequ¨ªvocas de su sinceridad en el caso de los militares narcotraficantes condenados a muerte y de su dolor por las sanciones aplicadas: el m¨¢ximo dirigente cubano, Fidel Castro, ha sufrido un da?o imborrable en su salud, y el n¨²mero dos, su hermano Ra¨²l, llor¨® ante el espejo de su cuarto de ba?o mientras se lavaba los dientes. El rostro de Fidel Castro, sentado en la presidencia de la reuni¨®n del Consejo de Estado retransmitida en diferido el lunes por la televisi¨®n cubana, era un poema.
Aunque nadie se hubiese referido a su salud, la mirada ca¨ªda del m¨¢ximo dirigente de Cuba era la mejor prueba de que, en espera de la ejecuci¨®n de las penas de muerte contra cuatro militares, Castro est¨¢ pasando las peores horas de su vida."Cu¨¢n hondo han herido a Fidel, cu¨¢nto da?o le han hecho, cuanto le han hecho sufrir. Incluso, yo creo, esto deja una marca imborrable en su salud, porque ¨¦stos no eran enemigos, eran nuestra propia gente y hombres de la historia de Arnaldo Ochoa", dijo el ministro del Interior, general Abelardo Colom¨¦ en su intervenci¨®n en la misma sesi¨®n del Consejo de Estado en la que se ratificaron las m¨¢ximas penas para los militares del c¨¢rtel de La Habana.
Ra¨²l Castro explic¨® m¨¢s tarde que, desde el inicio de la crisis, hace justamente un mes, Fidel Castro hab¨ªa pasado 153 horas trabajando dentro del Ministerio de las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR) y otras 14 horas diarias fuera de esas oficinas.
El propio ministro de las FAR y segundo hombre de la jerarqu¨ªa del r¨¦gimen confes¨® que, durante los ¨²ltimos 30 d¨ªas, s¨®lo hab¨ªa salido en dos ocasiones de su oficina, una para asistir a un pleno del Comit¨¦ Central del partido comunista y otra "por motivos de salud sin importancia".
"Una de estas madrugadas", relat¨® Ra¨²l Castro, "casi al salir el sol, cuando conclu¨ªamos, presididos por Fidel, una largu¨ªsima jornada, en momentos en que ya ve¨ªamos la gravedad del problema por haber descubierto el tema de las drogas, con la cabeza atormentada, con el sue?o ausente, mientras me paseaba por mi propio despacho, fui a cepillarme los dientes en el ba?o y, mir¨¢ndome en el espejo, vi que corr¨ªan l¨¢grimas por mis mejillas".
El menor de los Castro explic¨® que, aunque no es ning¨²n "sensiblero", llor¨® por los hijos de Ochoa, a los que dijo conocer desde que nacieron, por los hijos de los dem¨¢s condenados que esperan su destino fatal y, sobre todo, por "la tonelada de fango" que caer¨ªa encima del pueblo cubano con este episodio.
Pese a esta confesi¨®n de dolor, el hombre que ha manejado p¨²blicamente las etapas principales de esta crisis advirti¨® que " si no se cumple la sentencia por consideraci¨®n a los m¨¦ritos hist¨®ricos, se estar¨ªa creando un nefasto precedente de impunidad".
Inter¨¦s del enemigo
"No olvidemos que es al enemigo a quien le conviene que seamos vacilantes e indulgentes con estas conductas corrosivas", declar¨® el ministro de las FAR antes de sumar su voto a los de la totalidad de los integrantes del Consejo de Estado, que se hab¨ªan pronunciado ya a favor del cumplimiento de la sentencia.
Ra¨²l Castro revel¨® nuevos datos sobre las actividades de Arnaldo Ochoa en Angola. Cont¨®, por ejemplo, que el general que espera el fusilamiento gozaba en su destino africano de poderes para organizar juicios sumar¨ªsimos, lo que hizo en tres ocasiones el a?o pasado para sentenciar a muerte a otros tantos soldados cubanos acusados por violaci¨®n y asesinato de j¨®venes angolanas. "Ochoa los llev¨® a un tribunal sumar¨ªsimo, los condenaron a muerte, firm¨® su sentencia, yo la ratifiqu¨¦ aqu¨ª. Mi mano entonces no tembl¨® porque fue justa la decisi¨®n. Hoy tampoco me temblar¨¢ cuando firme la sentencia del tribunal para los cuatro casos que nos han tra¨ªdo a esta reuni¨®n", dijo Castro.
El n¨²mero dos cubano anunci¨® que, una vez concluido este proceso, le esperan al pa¨ªs tiempos duros. Manifest¨® que, con el fin de evitar experiencias como la que ahora mismo se sufre, el Gobierno va a dar comienzo a "una continua y sistem¨¢tica profilaxis nacional en todas las instancias de la sociedad, empezando por los ¨®rganos de direcci¨®n a todos los niveles". A?adi¨® que esta operaci¨®n se llevar¨¢ a cabo sin caer en una cacer¨ªa de brujas y con el objetivo de "suprimir la m¨¢s m¨ªnima manifestaci¨®n de relajo".
Ya se viven en Cuba momentos de gran presi¨®n sobre la nomenclatura del r¨¦gimen. Los restaurantes que hace un mes estaban llenos de clientes con coches oficiales en la puerta, se encuentran ahora vac¨ªos. Ni un solo miembro de las altas instancias de poder del pa¨ªs asoma ahora por los centros de la playa de Varadero ni por los m¨¢s famosos cabar¨¦s de La Habana. Todos sienten la hoja de la guillotina sobre su nuca y nadie se atreve actualmente a dar un paso, por si lo da en direcci¨®n equivocada.
Las opiniones expuestas por los integrantes del Consejo de Estado cubano, a las que estaba previsto que se sumase anoche la del presidente Fidel Castro, fueron de una dureza impresionante. Todos coincidieron en que nunca hab¨ªa estado la revoluci¨®n cubana expuesta a un peligro tan grande como este mes y todos pidieron la toma de medidas ejemplificantes.
Pedro Miret, miembro del bur¨® pol¨ªtico del partido comunista y uno de los m¨¢s destacados dirigentes del pa¨ªs, sentenci¨®: "El disparo de los fusiles de manos honradas debe limpiar la mancha de los traidores".
[El Gobierno cubano ha cancelado las operaciones de 32 empresas extranjeras con representaci¨®n en Cuba y bloqueado sus cuentas bancarias, en una campa?a contra la dolce vita y por el saneamiento econ¨®mico, seg¨²n la agencia Efe. La principal raz¨®n aducida por la C¨¢mara de Comercio y el Ministerio de Comercio Exterior para clausurar las oficinas o la licencia comercial de estas empresas, espa?olas, paname?as y mexicanas, fundamentalmente, y en dos casos cubanas, ha sido su escaso volumen de negocios. Comentaristas locales relacionaron esta medida reciente con el anuncio efectuado por Ra¨²l Castro, de llevar adelante una "sistem¨¢tica profilaxis nacional contra el relajo, en todas las instancias de nuestra sociedad".]
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