Los "siete grandes" apoyan el cambio democr¨¢tico en el bloque comunista

Los siete grandes hicieron referencia al "desarrollo de las relaciones entre la CE y los pa¨ªses del Este, particularmente la conclusi¨®n de un acuerdo con Hungr¨ªa, el progreso ya alcanzado durante las actuales conversaciones con Polonia y la apertura de negociaciones con la Uni¨®n Sovi¨¦tica". Acto seguido, admit¨ªan que los cambios pol¨ªticos en esos pa¨ªses ser¨ªan dif¨ªcilmente sostenibles sin progreso econ¨®mico, por lo que se compromet¨ªan a "apoyar ese proceso y a considerar, como sea m¨¢s apropiado y de forma coordinada, una ayuda econ¨®mica destinada a transformar y abrir sus econom¨ªas de forma duradera".El compromiso de las siete grandes potencias se concret¨® en "la convocatoria de una reuni¨®n con todos los pa¨ªses interesados que tendr¨¢ lugar en las pr¨®ximas semanas". Para tal fin, "pedimos a la Comisi¨®n de las Comunidades Europeas que tome las medidas necesarias de acuerdo con los otros Estados miembros de la Comunidad (no pertenecientes al G-7), y agregando, junto a los participantes en esta cumbre, a todos los pa¨ªses interesados".

Protagonismo de Delors

Con este encargo se conced¨ªa por vez primera protagonismo a Jacques Delors, presidente de la Comisi¨®n de la CE, que hasta ahora hab¨ªa asistido a la cumbre como un octavo pasajero sin otras funciones que las de oyente. Delors se encargar¨¢ de organizar la reuni¨®n Este-Oeste y de canalizar las ayudas a Hungr¨ªa y Polonia. Los siete grandes urgieron tambi¨¦n al Fondo Monetario Internacional (FMI) para que concluyera pronto y de forma satisfactoria sus negociaciones con Polonia, y expresaron su decisi¨®n de apoyar, en el seno del Club de Par¨ªs, una "expeditiva" reestructuraci¨®n de la deuda externa polaca que alivie la situaci¨®n financiera de dicho pa¨ªs. La amistosa actitud adoptada frente a los pa¨ªses del Este se hizo compatible con un recordatorio del desequilibrio militar, faborable a la Uni¨®n Sovi¨¦tica, en Europa y Asia, lo que, seg¨²n el G-7, hace forzoso "mantener una estrategia de disuasi¨®n basada en una apropiada mezcla de fuerzas nucleares y convencionales", aunque ello se compens¨® con el compromiso de "obtener una prohibici¨®n global de las armas qu¨ªmicas, un equilibrio de fuerzas militares en Europa al m¨¢s bajo nivel posible. y una sustancial reducci¨®n en los arsenales nucleares estrat¨¦gicos de los Estados Unidos y la URSS".El decidido empuj¨®n dado por los siete grandes a la aproximaci¨®n Este-Oeste fue considerado como un ¨¦xito diplom¨¢tico de los Estados Unidos. George Bush lleg¨® a Par¨ªs, procedente precisamente de Hungr¨ªa y Polonia, deseoso de que sus aliados se comprometieran en la ayuda a los reg¨ªmenes socialistas en v¨ªas de democratizaci¨®n.

La otra gran declaraci¨®n formulada ayer por el G-7 fue la dedicada a China. Con inesperada virulencia (Jap¨®n hab¨ªa expresado su escasa disposici¨®n a tocar siquiera el tema) se condenaba en ella "la violenta represi¨®n" del r¨¦gimen de Deng Xiaoping, y se anunciaba que "el examen de nuevos pr¨¦stamos por parte del Banco Mundial ser¨ªa aplazado", en vista de "las actuales incertidumbres econ¨®micas".

Al margen de las cuatro declaraciones pol¨ªticas aprobadas, los "siete grandes" abordaron tambi¨¦n otros conflictos regionales. Sobre Oriente Pr¨®ximo, la cumbre reclam¨® un di¨¢logo entre "todas las partes implicadas" y apoy¨® la celebraci¨®n de elecciones -"siempre que sean libres"- en los territorios ocupados.

Los siete urgieron la retirada de los "ej¨¦rcitos extranjeros" de L¨ªbano, respaldaron la conferencia internacional de Par¨ªs sobre Camboya, apoyaron los acuerdos de Esquipulas para resolver el conflicto centroamericano e instaron a la Organizaci¨®n de Estados Americanos (OEA) a que garantice unas eleciones libres en Panam¨¢.