Un bombardeo despidi¨® a 34 espa?oles repatriados de L¨ªbano
ENVIADA ESPECIALLos chipriotas no pod¨ªan sospechar que los ocupantes del autob¨²s que cantaban alegremente camino de un hotel de Larnaca, en cuyo puerto desembarcaron por la ma?ana procedentes de Juni¨¦, acababan de escapar de un nuevo bombardeo. A decir verdad, a las ocho de la noche empezaron los fuegos artificiales que celebraban la v¨ªspera de la festividad de San El¨ªas. Y como nunca nada llega solo, a eso de las diez comenzaron los bombardeos de verdad, a iniciativa siria, y entusi¨¢sticamente seguidos por las fuerzas cristianas. Hubo nueve muertos y 60 heridos. Mientras los 34 repatriados espa?oles de L¨ªbano aguardaban la llegada del hidrodeslizador Santa Mar¨ªa, la costa cristiana recibi¨® de nuevo una buena raci¨®n de bombas. Encerrados en la peque?a estaci¨®n mar¨ªtima, fuertemente protegida por sacos de arena, dijeron su adi¨®s a Beirut.
Ya se ver¨¢ lo que hacen en adelante. "?C¨®mo no voy a volver al L¨ªbano? Tengo cinco hijos, un marido y una casa. ?Voy a conseguir colocar a mis hijos en Espa?a? ?Los va a alimentar mi hermana, que tiene a su marido en el paro?", se preguntaba Felisa Blanco, conocida como Gori, mientras intentaba reunir a las cinco criaturas. Dentro del grupo, su situaci¨®n es extrema, pero las ganas de volver son comunes.
Los dos frailes de Lasalle, el hermano Roque y el hermano Alejandro, que se reunieron en Larnaca con los reci¨¦n llegados, comentaban que por ahora no quieren pensar en el futuro. Ellos tambi¨¦n han sido repatriados, aunque el viaje hasta Larnaca lo hicieron por su cuenta. Otros tres espa?oles que estaban en la isla no se presentaron a la convocatoria para seguir viaje a Lisboa y, finalmente, a Madrid, a donde el vuelo llegar¨¢ si todo va bien, a mediod¨ªa de hoy. Lo primero que hicieron cuando llegaron a su primer destino en paz fue elegir una buena ducha -en Beirut no hay agua corriente- o una zambullida en la piscina. Los m¨¢s j¨®venes y los ni?os eligieron esta ¨²ltima alternativa. M¨¢s tarde, reunido el grupo en torno a la mesa, se empez¨® a hablar de sus respectivos destinos. Apenas se comentaron los bombardeos. Por ahora, pertenecen al pasado.
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