Inmundos
A ra¨ªz de los fusilamientos de Cuba he tenido ocasi¨®n de leer alg¨²n que otro comentario furibundo, con gentes transidas de santa indignaci¨®n que llamaban a Fidel "sucia bestia inmunda" y otras sutilezas semejantes. No cabe duda de que el ir ejecutando gente por la vida, con el pulso firme y la soflama puesta, no constituye precisamente una gesta honorable, y el asunto no es que haya beneficiado mucho, que se diga, a la ya comatosa fama de Fidel.Ahora bien, at¨®nita me deja que habiendo personas de conciencia tan fina no arremetan tambi¨¦n, con entusiasmo similar, contra otro asesinato legal que por desgracia no es m¨¢s que el primero entre otros muchos: la ejecuci¨®n, en la silla el¨¦ctrica, de un deficiente mental norteamericano. Claro que, en lo tocante a esta ejecuci¨®n, los art¨ªculos quiz¨¢ no queden tan bonitos. Porque, ?a qui¨¦n se le podr¨ªa llamar, en este caso, eso tan sentido de "sucia bestia inmunda"? ?Al Tribunal Supremo de Estados Unidos? ?A Bush, tan limpito ¨¦l y encorbatado? ?A ese sistema democr¨¢tico que permite achicharrar adolescentes y subnormales, crear castas de asesinos/verdugos funcionarios, salpicar de sangre y culpa a la totalidad de la poblaci¨®n? ?Habr¨¢ que llamar "sucias bestias inmundas" a todos esos prohombres y promujeres norteamericanos que se desga?itan en contra del aborto, tan preocupados ellos por la vida de un grumo informe de c¨¦lulas fetales, y que, sin embargo, sin que tampoco les tiemble a ellos el pulso una miajita, mandan fre¨ªr a fuego lento (tardaron en matarle 20, minutos) a un deficiente mental totalmente desarrollado y crecidito?
Ser¨¢ por eso, digo yo, por un prurito est¨¦tico y un amor a la elegancia period¨ªstica, que casi nadie protesta por la bestialidad legal norteamericana. Y es que, para escribir una buena pieza literaria, no hay como tener un malo al que culpar: barbudo, dictador y vestido de verde oliva militar, a ser posible.
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