Generosidad excesiva
?NGEL CEBRI?N Hay toreros que vienen a Santander de bureo, caso de Manzanares; otros, como Ortega Cano, recalan por Cantabria para torear, y en visita de simple cortes¨ªa, sin m¨¢s, acuden otros como Rafi Camino. Como se aprecia, las intenciones de su estancia aqu¨ª son diversas y la afici¨®n santanderina, que todo lo agradece, les rinde honores de hospitalidad y regala orejas para que se lleven un grato recuerdo. Para favorecer el cumplido se pinta solo el presidente de las corridas, que si bien se hace de rogar para cambiar toros tullidos, es todo un derrochador activo a la hora de sacar los pa?uelos. Con tal de obsequiar orejas, los mencionados pa?uelos se pasan m¨¢s tiempo palco afuera que dentro, y por esto los toreros dicen que Santander es una bicoca.
Quinta / Manzanares, Ortega Cano, Camino
Cinco toros de La Quinta, discretos d¨¦ presencia y nobles y 22 de El Sierro, feo, anovillado y manso; todos sospechosos de cuerria. Manzanares: silencio; pitos. Ortega Cano: palmas y salida al tercio; dos orejas. Rafi Camino: oreja; ovaci¨®n. Plaza de Santander, 23 de julio. Quinta corrida de feria.
Los picadores, que son caso aparte, y en las m¨¢s de las veces de juzgado de guardia, andan por aqu¨ª como quieren. No s¨®lo tapan al caballo tambi¨¦n el ojo izquierdo, con la complacencia de la autoridad competente, sino que de picar dan cuenta masacrando a-los toros all¨ª donde les cae la vara, tapan la salida, agujerean trasero cuando no ca¨ªdo, y para el arrastre dejan a los toros con el total silencio del respetable.
Faena justa
Que ayer a Ortega Cano le dieran dos orejas pudo ser excesivo, pero en definitiva fue quien tore¨® con m¨¢s calidad ante el quinto toro, con la muleta baja, logrando excelentes derechazos. Adelantaba impecable el torero la franela, citaba y toreado se tra¨ªa para s¨ª al astado rematando limpio, cuando no con el de pecho, de cabeza a rabo. Fue una faena justa, medida y en progresi¨®n. Tres naturales ayudados, suaves y cadenciosos, le quedaron art¨ªsticos y rematando final con ayudados por alto hilvanaban con el de pecho una interesante actuaci¨®n de torero poderoso. Bien le vino este toro a Ortega Cano pues hizo olvidar su discreta lidia ante el segundo de la tarde, con el que interpret¨® el feo toreo despegado que jam¨¢s debe ser patrimonio de tan reconocido matador.
Manzanares no se sabe bien si anduvo por la plaza o se fue a merendar a Comillas. El caso de su inclusi¨®n en la feria, en principio acertado, depar¨® tras la corrida que dicho diestro no se tom¨® en consideraci¨®n a esta afici¨®n. A Rafi Camino le regalaron en su primero la oreja m¨¢s inesperada de su vida, pues no se puede estar peor ante un toro. No par¨® las zapatillas aunque tambi¨¦n logr¨® torear a la ver¨®niea ante el sexto con calidad insospechada. Continu¨® lanzando muletazos furtivos al paso de la res y de esta forma bas¨® su pol¨¦mico quehacer.
Babelia
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.