Las empresas qu¨ªmicas no encuentran sustitutos adecuados para los gases que da?an la capa de ozono

Las empresas multinacionales que producen gases clorofluorocarbonos (CFC) encuentran dificultades t¨¦cnicas y de rentabilidad para hallar unos sustitutos a estos gases que no da?en el medio ambiente. De un programa que comenz¨® en 1988 para estudiar la toxicidad de nuevas sustancias, basadas en mol¨¦culas de hidr¨®geno, fl¨²or y alcanos, al que se unieron en un principio 14 empresas productoras de CFC, se han retirado siete al iniciarse la tercera fase del programa. Un acuerdo internacional quiere acabar con el uso de los CFC el a?o 2000.

En enero del pasado a?o, 14 empresas multinacionales productoras de CFC se unieron para desarrollar un programa de investigaci¨®n sobre la toxicidad de dos compuestos basados en mol¨¦culas de hidr¨®geno, fl¨²or y alcanos (mol¨¦culas b¨¢sicas de carbono). El Program for Alternative Fluorocarbon T¨®xicity Testing (PAFT 1) pretend¨ªa ensayar la toxicidad de los compuestos HFA-134a y HFA-123 en laboratorio. Paralelamente se quer¨ªa comprobar si esas mol¨¦culas pod¨ªan o no tener un futuro desarrollo industrial. Los resultados de estos estudios no se han hecho p¨²blicos a¨²n, y es posible que las investigaciones contin¨²en a¨²n cinco o seis a?os m¨¢s. Sin embargo, fuentes del sector qu¨ªmico reconocen que, de seis nuevas mol¨¦culas que se estaban estudiando, han sido ya rechazadas varias de ellas tras comprobarse que plantean problemas t¨®xicos para el medio ambiente y las personas.El acuerdo para desarrollar la tercera fase del programa PAFT se firm¨® hace escasas semanas. Siete empresas se han puesto de acuerdo para investigar la toxicidad de los compuestos HFA 124 y HFA 125, que se piensa pueden sustituir a algunos CFC en la fabricaci¨®n de espumas termopl¨¢sticas aislantes, en embalajes y en refrigeraci¨®n. Los informes finales de estos ensayos, as¨ª como los estudios cancerol¨®gicos, podr¨ªan terminarse en cinco a?os.

Miguel C¨®zar, director general de Atochem Espa?a, empresa de capital franc¨¦s que participa en estas investigaciones, afirma que algunas multinacionales se han retirado del programa PAFT porque no consideraban rentable hacer inversiones en determinadas mol¨¦culas. "Las empresas, no obstante, piensan que hay una confianza razonable en que estas mol¨¦culas puedan gradualmente introducirse en el mercado para sustituir a los CFC. Algunas industrias piensan instalar plantas piloto de estos nuevos productos a partir de la d¨¦cada de los noventa", comenta C¨®zar. Otros fabricantes conf¨ªan en ciertos compuestos hidrocarbonados b¨¢sicos que contienen ¨¢tomos de cloro, fl¨²or e hidr¨®geno y que, en caso de que lleguen a comercializarse, ser¨¢n m¨¢s caros que los CFC. Las inversiones que se est¨¢n haciendo en el estudio de estos nuevos productos son "relativamente importantes", seg¨²n Cozar.

"Las nuevas sustancias estudiadas forman estructuras complejas, pero al contener hidr¨®geno son m¨¢s fr¨¢giles que las estables de los CFC, por lo que se destruir¨ªan antes de alcanzar la capa de ozono. Y como la destrucci¨®n de estas mol¨¦culas tambi¨¦n produce residuos, el problema consiste ahora en comprobar si ¨¦stos pueden da?ar al medio ambiente o a las personas. Esta circunstancia es dif¨ªcil de demostrar desde el laboratorio, tanto como averiguar la incidencia real que tiene el di¨®xido de carbono sobre el efecto invernadero", apostilla C¨®zar.

Conversaciones

Fuentes de la Direcci¨®n General de Medio Ambiente (Ministerio de Obras P¨²blicas y Urbanismo) han afirmado que a¨²n mantienen conversaciones con los sectores de espumas y refrigeraci¨®n y con la industria electr¨®nica, que utilizan CFC, para tratar de reducir el uso de estos gases. El MOPU firm¨® el pasado seis de junio un acuerdo con el sector de los aerosoles para restringir la producci¨®n de CFC en un 90% para 1990, pero est¨¢ siendo muy costoso llegar a acuerdos con los de m¨¢s sectores. Medidas similares se est¨¢n llevando a cabo en la mayor¨ªa de los pa¨ªses de la Comunidad Europea, en el marco de un acuerdo comunitario suscrito este a?o que plantea acabar con la producci¨®n y el uso de los CFC para el a?o 2000.Las conversaciones de la Administraci¨®n con el sector de espumas r¨ªgidas est¨¢n bastantes avanzadas y podr¨ªa llegarse a un acuerdo despu¨¦s del verano. El mayor obst¨¢culo lo plantean los componentes con los que se fabrican las espumas de poliuretano, para los que no se encuentran sustitutos. Los acuerdos con el sector de la refrigeraci¨®n y con la industria electr¨®nica parecen m¨¢s dif¨ªciles, dado que no existen sustitutos para los actuales CFC seg¨²n reconocen las propias empresas qu¨ªmicas y la Administraci¨®n.

La compa?¨ªa japonesa de productos electr¨®nicos Matsushita, que el ¨²ltimo a?o utiliz¨® 4.800 toneladas de CFC s¨®lo en Jap¨®n, anunci¨® el pasado 19 de julio que en 1995 dejar¨¢ de usar estos gases en la limpieza de semiconductores y en refrigeraci¨®n. Otro de los grandes usuarios de CFC en Jap¨®n, la empresa Fujitsu, anunci¨® tambi¨¦n que dejar¨¢ de utilizar este tipo de gases en 1996. La compa?¨ªa Nec espera hacerlo en el a?o 2000.

Los compuestos freones y halones contenidos en estos gases destruyen, seg¨²n los cient¨ªficos, la capa de ozono de la estratosfera, que impide la llegada a la Tierra de los nocivos rayos ultravioleta del Sol. Los CFC se utilizan sobre todo en la fabricaci¨®n de. aerosoles y espumas, en la industria de la refrigeraci¨®n y como disolventes para limpiar equipos electr¨®nicos.