El Gobierno admite que casi la mitad de los cr¨¦ditos que da para ayuda al desarrollo no se dedican a ese fin
S¨®lo una peque?a parte de los cr¨¦ditos concedidos por el Gobierno con cargo al Fondo de Ayuda al Desarrollo (FAD) tienen como objetivo el desarrollo de los pa¨ªses receptores. As¨ª se desprende del Plan Anual de Cooperaci¨®n Internacional (PACI) para 1989, elaborado por la Secretar¨ªa de Estado para la Cooperaci¨®n Internacional, que en el apartado correspondiente al FAD s¨®lo contabiliza 15.000 millones como dinero que finalmente se destina al desarrollo. Seg¨²n datos oficiales, en los primeros seis meses de este a?o el Gobierno ha concedido m¨¢s de 40.000 millones en pr¨¦stamos FAD.
El Gobierno espa?ol tiene previsto dedicar este a?o a la Ayuda Oficial al Desarrollo (AOD) un total de 64.760 millones de pesetas; lo que, seg¨²n estimaciones de la Secretar¨ªa de Estado de Cooperaci¨®n, supone un 0,15% del producto interior bruto (PIB). Sin embargo, no hay ning¨²n organismo imparcial que fiscalice si, efectiva mente, Espa?a destina este dinero a ayudar al desarrollo de los pa¨ªses m¨¢s necesitados o si, por el contrario, incluye dentro de dicha cantidad partidas que no pueden considerarse como orientadas a dicho fin.Cada a?o, la Administraci¨®n espa?ola comunica al Comit¨¦ de Ayuda al Desarrollo (CAD) de la Organizaci¨®n para la Cooperaci¨®n y el Desarrollo Econ¨®mico (OCDE) la cuant¨ªa de los fondos que destina al Tercer Mundo. El CAD se limita a acusar recibo de estos datos y no controla si responden a la realidad, porque Espa?a no forma parte de dicho comit¨¦.
Pa¨ªses m¨¢s industrializados
Hace unos meses, Espa?a manifest¨® su intenci¨®n de ingresar en el CAD, lo que implica la fiscalizaci¨®n externa de los gastos de ayuda al desarrollo, pero condicion¨® este ingreso a la entrada de Espa?a en el G-10, el club que agrupa a las naciones m¨¢s industrializadas del mundo. Despu¨¦s de que el G-10 diera una respuesta negativa a la pretensi¨®n espa?ola de integrarse en su seno, el Gobierno pospuso, a su vez, la entrada en el CAD hasta, seg¨²n los c¨¢lculos actuales del Ministerio de Asuntos Exteriores, no antes de 1992.El ingreso de Espa?a en el CAD, junto con los principales pa¨ªses donantes de fondos, la obligar¨¢ a una profunda revisi¨®n de sus gastos de ayuda al desarrollo. De un lado, deber¨¢ aumentar sustancialmente los fondos que destina a este fin, ya que la media de los pa¨ªses del CAD es del 0,36 del Producto Interior Bruto (PIB), m¨¢s del doble de la espa?ola. De otro lado, ha de efectuar tambi¨¦n una minuciosa depuraci¨®n de las partidas que incluye en este apartado, para evitarse la sorpresz de que la primera fiscalizaci¨®n internacional sobre la materia rebaje dr¨¢sticamente las cifras oficiales y aumente la distancia que separa a Espa?a de otras naciones con un nivel de desarrollo similar.
El hecho de que el Plan Anual de Cooperaci¨®n Internacional (PACI) contabilice como ayuda al desarrollo nada m¨¢s que una parte de los cr¨¦ditos concedidos con cargo al FAD supone, seg¨²n fuentes de la Secretar¨ªa de Estado de Cooperaci¨®n, un primer intento de ir ajustando las cifras oficiales a la realidad. Se trata de aprovechar los a?os que restan hasta 1992 para adaptarse a los criterios que maneja el CAD.
En todo caso, el documento advierte que la decisi¨®n de computar como ayuda oficial al desarrollo s¨®lo 15.000 millones del FAD se ha hecho a partir de unas estimaciones aprior¨ªsticas que podr¨ªan verse corregidas por la realidad. Tambi¨¦n la afirmaci¨®n de que Espa?a dedica este a?o el 0,15% de su PIB a cooperar con el desarrollo del Tercer Mundo es un mero pron¨®stico que no podr¨¢ confirmarse hasta que concluya el actual ejercicio.
El desfase existente entre el volumen total del FAD y la parte del mismo que se computa como ayuda,al desarrollo se debe a la laxitud de la normativa que regula la concesi¨®n de cr¨¦ditos con cargo a dicho fondo.
La OCDE define la ayuda oficial al desarrollo como aquella encaminada al desarrollo econ¨®mico y al bienestar de los pa¨ªses menos desarrollados, mediante la concesi¨®n de cr¨¦ditos en condiciones m¨¢s favorables que las vigentes en el mercado financiero. Esta definici¨®n no aparece, sin embargo, en el Real Decreto Ley de 24 de agosto de 1976, por el que se cre¨® el Fondo de Ayuda al Desarrollo (FAD).
Los cr¨¦ditos FAD son, seg¨²n el decreto, aquellos concedidos por el Estado espa?ol a otros Estados o instituciones p¨²blicas extranjeras, as¨ª como a organismos financieros intergubernamentales, en t¨¦rminos concesionarios y ligados o no a la adquisi¨®n por el beneficiario de bienes y servicios espa?oles.
Esta reglamentaci¨®n tan ambigua ha permitido que el FAD, a pesar de su nombre, haya funcionado durante estes a?os m¨¢s como un instrumento de fomento financiero a la exportaci¨®n que como un cauce para ayudar al desarrollo del Tercer Mundo, seg¨²n admite el propio Instituto de Cr¨¦dito Oficial (ICO). Incluso se han llegado a subvencionar con cargo al FAD exportaciones de material militar, lo que no parece compatible con el esp¨ªritu o, al menos, el nombre del fondo.
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