Gobierno y oposici¨®n chilenos abogan por el 's¨ª' en el plebiscito

A seis d¨ªas del refer¨¦ndum del 30 de julio para aprobar 54 enmiendas constitucionales, negociadas entre el Gobierno, la derecha y la oposici¨®n, los pol¨ªticos creen que una mayor¨ªa votar¨¢ apruebo marcando el camino de una transici¨®n a la democracia a trav¨¦s de la legalidad del r¨¦gimen. La propaganda, sin el tono de confrontaci¨®n dram¨¢tica que tuvo en 1988 votar s¨ª o no a la continuidad en el poder del general Augusto Pinochet, concita escaso inter¨¦s. La contienda entre Patricio Aylwin y Hern¨¢n B¨¹chi, candidatos presidenciales de la oposici¨®n y la derecha, respectivamente, y el desconocimiento de la reforma oscurecen las expectativas del pr¨®ximo plebiscito, cuya inc¨®gnita principal es la abstenci¨®n. El Gobierno y los partidos legales, salvo uno, piden por televisi¨®n votar apruebo, con matices: para el r¨¦gimen, hay que consolidar la Constituci¨®n, y para la oposici¨®n, la reforma permite avanzar a la democracia.La excepci¨®n es el Partido Socialista, de Juan Carlos Moraga, una fracci¨®n acusada por los opositores de oscuras vinculaciones con el r¨¦gimen, que pide votar rechazo. El Partido Comunista, que critica la reforma como "maquillaje", hizo un llamamiento a anular el voto o abstenerse, pero no puede tener espacios en la televisi¨®n y carece de una campa?a activa para el refer¨¦ndum. Santiago no revela la inminencia del plebiscito y casi no hay propaganda sobre la reforma. El ambiente mayoritario es de consenso.