La 'cumbre' en Addis Abeba, marcada por el caos econ¨®mico en el continente

El rais (presidente) egipcio, Mohamed Hosni Mubarak, ha obtenido otra recompensa a sus esfuerzos internacionales, una vez m¨¢s este a?o, con la designaci¨®n de su pa¨ªs para la presidencia de la Organizaci¨®n para la Unidad Africana (OUA), durante la cumbre inaugurada ayer en_Addis Abeba, la capital et¨ªope. Tras su reintegraci¨®n en la Liga Arabe el pasado mayo, este nombramiento, que, de acuerdo con el reglamento del citado foro, debe ser un¨¢nime, premia la vocaci¨®n africanista de la pol¨ªtica de Mubarak.

Premia tambi¨¦n el apoyo de Mubarak a los movimientos de liberaci¨®n del continente. La OUA se enfrenta en esta 25? reuni¨®n de jefes de Estado y de Gobierno a diversos conflictos regionales, pero sobre todo al caos econ¨®mico generado por su fuerte endeudamiento exterior.El mundo de la OUA no resulta nuevo para el presidente egipcio. Mubarak ya particip¨®, como jefe de la delegaci¨®n de su pa¨ªs, en las cumbres de isla Mauricio y Libreville. El rais era por entonces vicepresidente del m¨¢s tarde asesinado Anuar el Sadat. Miembro fundador de la organizaci¨®n panafricana, Egipto se sinti¨® respaldado por el foro cuando, a ra¨ªz de la firma de la paz con Israel, en 1979, sus miembros se negaron a seguir la iniciativa ¨¢rabe de cortar sus relaciones diplom¨¢ticas. Sin embargo, la presencia en la OUA de varios miembros de la Liga ?rabe cerr¨® en cualquier caso su camino a la presidencia, para la que se requiere un respaldo un¨¢nime. Hoy, reintegrado en la Liga ?rabe, se han borrado los recelos de, sobre todo, Argelia y Libia.

En el plano pol¨ªtico, el recientemente iniciado proceso de independencia de Namibia, impulsado por el clima de distensi¨®n internacional, parece haber animado a los dirigentes africanos a buscar soluciones a otros conflictos que dividen hace a?os al continente. As¨ª, la semana pasada, el presidente saliente de la OUA, el maliense Moussa Traore, intentaba sin ¨¦xito reconciliar en Bamako a los dirigentes de Libia y Chad. La entrevista entre el coronel Muarnar el Gadafi y el general Siad Barr¨¦, fracas¨® en su objetivo ¨²ltimo, pero por primera vez los hombresfuertes de Tr¨ªpoli y Djamena se ve¨ªan las caras. Otras rivalidades han empezado a canalizarse por la v¨ªa del di¨¢logo. En el propio pa¨ªs anfitri¨®n de la cumbre, Etiop¨ªa, los rebeldes eritreos se oponen desde hace 28 a?os a las autoridades. Una iniciativa lanzada el pasado junio por el Gobierno de Addis Abeba, ya ha sido objeto del inter¨¦s de las dos superpotencias.