Jerry Lewis

Su rostro inconfundible, su mirada de ni?o bueno y desprotegido, sus gesticulaciones desproporcionadas, su caminar desma?ado, rozando lo grotesco, su eterna e incorregible torpeza y sus pantalones siempre demasiado cortos han protagonizado desde 1949 m¨¢s de 50 pel¨ªculas. Es Jerry Lewis. Ahora, a sus 63 a?os, el c¨®mico norteamericano ha regresado a Espa?a para actuar en directo, ma?ana, martes, en el casino Castell de Peralada, en Gerona. Ser¨¢ su tercera actuaci¨®n personal en nuestro pa¨ªs. La primera fue hace ya una veintena de a?os, en Madrid. De la segunda, tambi¨¦n en Madrid, hace ya seis a?os.Jerry Lewis, cuando est¨¢ serio, no aparenta la edad que tiene. Y cuando se dedica a hacer las mil perrer¨ªas a las que nos tiene tan acostumbrados, todav¨ªa menos. Pantalones cortos, zapatillas deportivas, camiseta roja de los Washington Redskins y c¨¢mara fotogr¨¢fica para fotografiar a fot¨®grafos -a los que le asedian- A su lado, su esposa y su perrita china, que tambi¨¦n ladra a los fot¨®grafos y chupa caramelos de menta de la misma boca de un Lewis que vocea, gesticula, hace todo tipo de muecas, pretende comerse una copa de cristal, imita a Pl¨¢cido Domingo, lanza a Sammy Davis Jr. como si fuese una jabalina y adopta poses atl¨¦ticas para conmemorar los futuros Juegos Ol¨ªmpicos barceloneses; Jerry Lewis id¨¦ntico a s¨ª mismo; nadie se atrever¨ªa a pedir m¨¢s.

"Pensaba asistir a una corrida de toros, pero me enter¨¦ que siempre gana el mismo equipo, entonces ya no tiene inter¨¦s", comenta adoptando, por una vez, aires de seriedad que s¨®lo se repiten al hablar de la Asociaci¨®n para combatir la Distrofia Muscular, entidad que preside desde 1949. "En 40 a?os hemos recogido m¨¢s de 1.000 millones -anote bien: 1.000 millones- de d¨®lares, lo que ha permitido progresar en el estudio de la enfermedad". Esta labor le vali¨® la nominaci¨®n al Premio Nobel de la Paz en 1977. "Comenc¨¦ porque alguien ten¨ªa que hacerlo", as¨ª de sencillo, como casi todo lo que le rodea.

Jerry Lewis: actor, director y guionista. "Todo es importante", afirma. "Cuando act¨²o soy el idiota, cuando dirijo soy el padre y cuando escribo soy el hombre. El hombre que escribe para que el padre dirija al idiota".

Como padre, hombre e idiota, Jerry Lewis duda al escoger una de sus pel¨ªculas como la preferida. "Sin dudar, mi mejor pel¨ªcula es El mot¨ªn de la Bounty. ?Uf! Perd¨®n, me parece que en ¨¦sa no salgo. Bueno, dej¨¦moslo en El profesor chiflado". Precisamente, el proyecto que m¨¢s le preocupa es concluir el gui¨®n de la segunda parte de esa recordada pel¨ªcula, que ¨¦l mismo dirigir¨¢ e interpretar¨¢. "Espero que se estrene el pr¨®ximo verano". Est¨¢ preparando tambi¨¦n una nueva serie para televisi¨®n, "A¨²n no hay nada decidido; quer¨ªa contratar a Robert Redford, pero nos parecemos demasiado, as¨ª que no funcionar¨ªa", la mueca que sigue no permite su descripci¨®n con palabras.

En sus actuaciones en directo Jerry Lewis canta -no puede olvidar que comenz¨® su carrera como vocalista de la orquesta de Ted Fiorito-, baila, explica chistes, hace parodias y, sobre todo, utiliza incre¨ªbles sobredosis de humor visual. "Nunca le explico a un periodista lo que voy a hacer en mi show", bromea, "porque si el p¨²blico lo lee en los peri¨®dicos, ya no vendr¨¢ a verlo".