Philipe Starck: "El 'boom' del dise?o espa?ol todav¨ªa no ha llegado"
El artista franc¨¦s califica a los dise?adores espa?oles de "locos rigurosos"
A los 38 a?os, el dise?ador franc¨¦s Plillipe Starck es poco menos que un sin¨®nimo de modernidad y ¨¦xito. Tr¨¢tese de sillas, cubiertos, muebles, interiores de edificios o s¨ªmples cepillos de dientes desechables, sus producciones gozan de una difusi¨®n mundial. Este rey Midas del dise?o es una persona de gran sencillez que insiste en que "nunca trabajo para proyectos, sino para personas que me gustan y con ideas que me divierten; ¨¦ste, y no el dinero o el ¨¦xito, es mi objetivo". Entusiasta del disef¨ªo espa?ol, piensa que su gran ¨¦xito est¨¢ a¨²n por llegar.
Philipe Starck es un personaje que vive en perpetuo viaje. Pero suele recalar durante m¨¢s tiempo que en otros sitios en Par¨ªs en Formentera, que es su refugio insular desde que ten¨ªa 16 a?os y la causa de su detallado conocimiento de Barcelona y de Espa?a, as¨ª como del mundo del dise?o local, pues fue precisamente una empresa espa?ola -Disf¨®rm- la que realiz¨® una de las primeras ediciones de sus muebles. "Siempre he tenido un sentimiento muy fuerte con Barcelona, aunque la mayor parte de las veces ha sido para m¨ª un lugar de paso hacia Formentera" cuenta Starck. "Para m¨ª", a?ade el dise?ador, "Barcelona encarna un poco el sentido que puede tener la expresi¨®n 'ciudad de izquierdas', aunque al decir esto no pretendo en absoluto hacer referencias pol¨ªticas de ning¨²n tipo. Hay todo un sentido intelectual y creativo que puede configurar un esp¨ªritu que yo llamar¨ªa de izquierda desde un punto de vista hu mano".
Avalancha espa?ola
"Espa?a", afirma el dise?ador franc¨¦s, "tiene ahora, unas perspectivas incre¨ªbles en el mundo del dise?o. La competencia de los dise?adores espa?oles ya es bien conocida por los profesio nales de todo el mundo, pero creo que el verdadero boom internacional del dise?o espa?ol est¨¢ a¨²n por llegar; a m¨ª juicio, cornenzar¨¢ a notarse a nivel masivo dentro de un a?o o dos". "No me arriesgo nada al hacer este tipo de afirmaciones y vaticinios", argumenta Philipe Starck, "porque Espa?a tiene ahora la posibilidad de ponerse a la cabeza de una nueva manera de entender el dise?o. Es una nueva manera que se ir¨¢ propagando por todo el mundo. Barcelona, definitivamente, est¨¢ de moda, pero eso es algo que vengo diciendo desde hace tiempo".
"Todo este proceso de reconocimiento internacional al dise?o espa?ol se ha verificado b¨¢sicamente desde Barcelona", insiste Philipe Starck; "aqu¨ª hay un conjunto de extraordinarlos dise?adores, como Li¨¦vore, Riart, Pensi o Tusquets, as¨ª como buenos editores, como Disf¨®rm, Scarabat o Santa & Cole, y tambi¨¦n hay personajes extraordinarios, como Javier Mariscal o Fernando Amat, de Vin?on. Se trata de un n¨²cleo de gente y de actividades que representa en cierta manera el esp¨ªritu de la ciudad, y a m¨ª me gusta esa gente y ese esp¨ªritu que calificar¨ªa como propio "de locos rigurosos".
Final de etapa
"Yo soy muy celoso", admite Starck, "y suelo impacientarme cuando otros hacen cosas que pod¨ªan hab¨¦rseme ocurrido a m¨ª, pero en el caso de los dise?adores barceloneses me siento muy feliz de sus ¨¦xitos porque son am¨ªgos m¨ªos y tiene calidad". Tal, amistad es reciproca pues tanto Mariscal como Carlos Riera, de Disform, Fernardo Amat han colaborado con textos sobre Starck -caso de Mariscal, con una entrevista- en el ¨²ltimo n¨²mero de la edici¨®n espa?ola de la revista Casa-Vogue, que dedica al dise?ador 32 p¨¢ginas, que el propio Starck se ha encargado de dise?ar. Entre las recientes realizaciones de Philipe Starck se encuentran los interiores del hotel Moondog-, de Tokio; el hotel Royaltor, de Nueva York; el caf¨¦ Costes, de Par¨ªs, y una intervenci¨®n que realiza actualmente para convertir el teatro Beatriz de Madrid en "el local p¨²blico a! que a m¨ª me gustar¨ªa ir, pues tiene todos los elementos para ser el volc¨¢n de Madrid, el lugar donde se concentre el magma de las noches madrile?as".
Entretanto, Starck sigue creando. Reconoce que se encuentra al final de una etapa y quiz¨¢ le haga falta un per¨ªodo de menor actividad. "Nos hemos divertido mucho y hemos trabajado much¨ªsimo, siempre con gente excepcional a la que aprecio, pero ahora ha llegado tal vez en momento de hacer menos y mejor", explica.
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