El Ebro empieza a abastecer de agua a un mill¨®n de tarraconenses
El agua del r¨ªo Ebro llega desde ayer a Tarragona, con un mes de retraso sobre el calendario previsto por el Ministerio de Obras P¨²blicas (MOPU) y la Generalitat. La causa de la demora ha sido los enfrentamientos entre la Generalitat y la Comunidades de Regantes del canal izquierdo del Ebro. El coste de esta gran obra de ingenier¨ªa ha ascendido a 18.000 millones de pesetas. La pol¨¦mica historia del minitrasvase del r¨ªo Ebro qued¨® cerrada ayer, cuando el presidente de la Generalitat, Jordi Pujol, y el titular del MOPU, Javier S¨¢enz Cosculluela, inaguraron las obras de trasvase y de canalizaci¨®n de 102 kil¨®metros, que permiten llevar las aguas del Ebro al Camp de Tarragona para abastecer a 21 municipios y a otras tantas industrias, y mitigar la sed de alrededor de un mill¨®n de personas.
La historia del proyecto se remonta a 1979, cuando Josep Lluch, m¨¢ximo dirigente de la Comunidad de Regantes del Ebro, propuso al Gobierno de UCD una singular soluci¨®n para llevar el agua del Ebro a la comarca del Camp de Tarragona. La sugerencia de Lluch escond¨ªa un proyecto menos ambicioso pero m¨¢s interesado: reconstruir los canales de riego de la margen izquierda del Ebro sin que los campesinos tuvieran que pagar ni una peseta. La renovaci¨®n de los canales generar¨ªa un caudal sobrante de cuatro metros c¨²bicos por segundo, con el que se abastecer¨ªa de agua a los municipios e industrias de Tarragona. Estos, en compensaci¨®n, financiar¨ªan las obras y paganan un canon anual de mantenimiento.La propuesta de Lluch, que provoc¨® una tempestad pol¨ªtica en Tortosa y Zaragoza, donde hist¨®ricamente se ha reivindicado la propiedad de las aguas del Ebro, obtendr¨ªa luz verde dos a?os m¨¢s tarde, a trav¨¦s de una ley aprobada por el Parlamento a propuesta del Gobierno.
La precipitaci¨®n con la que se llev¨® adelante el caso hizo que quedaran algunos aspectos por resolver, en torno a los cuales se originar¨ªa posteriormente una dura pol¨¦mica, cuyos principales protagonistas ser¨ªan la comunidad de regantes y el propio Lluch. El objetivo de la maniobra era reabrir las negociaciones para mejorar las condiciones pactadas con la Administraci¨®n.
La protesta lleg¨® a su c¨¦nit en octubre de 1988, cuando las fuerzas pol¨ªticas de Tortosa anunciaron un boicoteo a una visita deJordi Pujol. La mediaci¨®n del presidente de la Confederaci¨®n Hidrogr¨¢fica del Ebro solucion¨® finalmente las controversias.
Los tarraconenses que consumir¨¢n el agua del ministrasvase han asistido con indiferencia a las campa?as contrarias a esta obra, lanzadas por colectivos ecologistas contra la supuesta contaminaci¨®n radiactiva del suministro. El principal obst¨¢culo para los opositores al proyecto no han sido las garant¨ªas institucionales de potabilidad del agua, sino la sal: la petroqu¨ªmica ha elevado a niveles extremos la salinidad de las reservas acu¨ªferas de Tarragona. ?sto ha repercutido notablemente en las econom¨ªas familiares, que adem¨¢s de asumir el consumo de agua embotellada han de hacer frente a las frecuentes aver¨ªas que la sal causa en los electrodom¨¦sticos.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.