Pluralismo en Mosc¨²
LA CREACI¨®N en la URSS de un grupo de oposici¨®n parlamentaria que representa las corrientes radicales de la perestro¨ªka introduce una novedad sin preceden te en la vida pol¨ªtica sovi¨¦tica: desde hace m¨¢s de 40 a?os no han tenido derecho a existir ni partidos dis tintos del comunista ni tampoco grupos o fracciones en el seno de ¨¦ste. Ese monopolio total, y totalitario, del PCUS ha sufrido cierta erosi¨®n desde que, en 1985, Gorbachov inici¨® la perestroika. Surgieron di versos c¨ªrculos y clubes con posiciones cr¨ªticas y dis crepantes, y en ciertos ¨®rganos de prensa el debate pol¨ªtico se desarrolla con una libertad apreciable. Pero la decisi¨®n tomada por los diputados al crear el Grupo Interregional por la Proftindizaci¨®n y Realiza ci¨®n de la Perestroika representa un serio avance, porque, aun constituyendo s¨®lo una fracci¨®n parla mentaria y no propiamente un partido, significa unpaso importante hacia el pluralismo pol¨ªtico. Despu¨¦s de todo, en no pocos pa¨ªses los partidos existen casi exclusivamente gracias a su presencia parlamentaria.La importancia del grupo dimana en primer lugar de su indiscutible representatividad. Lo integran diputados que en numerosos casos han derrotado claramente en las urnas a los candidatos del aparato. Al mismo tiempo, entre sus 260 miembros figuran diputados de diversas regiones de la URSS y de profesiones variadas, incluidos algunos militares. Ello pone de relieve que el programa de una reforma democr¨¢tica radical, propugnado en una primera etapa por los c¨ªrculos intelectuales de Mosc¨², cuenta hoy con un apoyo muy amplio en otras partes de la URSS. Se empieza a dibujar as¨ª una nueva agrupaci¨®n de fuerzas que, rompiendo los moldes antiguos, tiende a ensamblar en una aspiraci¨®n de libertad y renovaci¨®n a sectores que han vivido experiencias muy diversas. Es simb¨®lico que Sajarov, liberal y v¨ªctima de la persecuci¨®n brezneviana, coincida con Eltsin, antiguo secretario del PCUS en Mosc¨² -y que sigue siendo miembro del comit¨¦ central de aqu¨¦l- en la direcci¨®n colegiada del nuevo grupo parlamentario.
La URSS est¨¢ atravesando una etapa de transic¨ª¨®n compleja entre dos legitimidades, ambas personificadas hoy en Gorbachov: la vieja del partido todopoderoso, del que es secretario general, y la nueva surgida de las elecciones y del Congreso de los Diputados, que le ha elegido presidente de la URSS. El avance hacia la democracia depende -y algunos diputados lo dijeron abiertamente en el Congresode que la nueva legitimidad se imponga sobre la antigua; de que el Congreso se coloque por encima del partido y se convierta en centro del poder real. Pero ese cambio exige tiempo, y la pol¨ªtica centrista de Gorbachov le lleva a evitar un enfrentamiento directo con los conservadores. Pol¨ªtica no exenta de riesgos en un momento en que crece el descontento de la poblaci¨®n ante la ausencia de frutos de la perestroika en el terreno econ¨®mico. Las huelgas mineras lo han demostrado de manera dram¨¢tica. En esta coyuntura se reaviva la lucha contra la perestroika de los sectores conservadores, que utilizan para ello las fuertes posiciones que a¨²n tienen en el aparato estatal y de partido.
No es casual que el nuevo grupo presente como demanda esencial el adelantamiento a este oto?o de las elecciones locales y regionales, porque ¨¦stas ser¨¢n un golpe decisivo para desmantelar el viejo aparato de poder. El mayor peligro para laperestroika consiste en que los conservadores puedan capitalizar a su favor el descontento de amplias capas de la poblaci¨®n. El papel del nuevo grupo de diputados ser¨¢ esencial para evitar ese peligro y para presionar sobre Gorbachov exigi¨¦ndole medidas m¨¢s radicales ante los acuciantes problemas del pa¨ªs. Se trata de dar vida as¨ª a una fuerza pol¨ªtica de izquierda que, apoyando a Gorbachov frente a los conservadores, le empuje a avanzar con m¨¢s decisi¨®n. El ejemplo de los pa¨ªses b¨¢lticos es aleccionador: se ha logrado un compromiso que ensancha la autonom¨ªa de las rep¨²blicas, gracias sobre todo a la existencia de los frentes populares, un poderoso movimiento de masas que ha sabido a la vez presionar, exigir y negociar.
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