'Asalto' de 650 carabineros a 530 hospitales italianos

Los hospitales y cl¨ªnicas italianos est¨¢n siendo sacudidos por un esc¨¢ndalo colosal provocado por el nuevo ministro de la Salud, el liberal Francesco di Lorenzo, que a las 48 horas de su investidura envi¨® 650 carabineros del grupo especializado en adulteraciones alimentarias a analizar las cocinas de los hospitales.En tres d¨ªas, sin avisar, los militares han entrado en 530 hospitales de todo el pa¨ªs, entre ellos 224 p¨²blicos, y en 136 cl¨ªnicas privadas; han tomado muestras de comida, cuyos an¨¢lisis han dado resultados espectaculares. Se han descubierto 776 infracciones. Seg¨²n el ministro, se han encontrado escarabajos, excrementos de ratones, aceites adulterados, comidas confeccionadas con la fecha de consumici¨®n completamente superada, etc¨¦tera. Ayer se esperaba que cerca de 200 personas fueran denunciadas de un momento a otro ante la Magistratura.

El nuevo ministro ya ha anunciado que su investigaci¨®n se va a extender ahora a los campings, bares y hoteles, a los fast-food y a las residencias de ancianos, y en cuanto empiece el curso, a las escuelas, colegios y universidades.

Conservas de tomate

En el asalto a las cl¨ªnicas y hospitales, los carabineros han secuestrado 6.800 kilos de carne y pescado, 27.000 de pasta, 47.000 de vegetales y conservas, 53.000 de comidas confeccionadas y 15.000 de productos qu¨ªmicos.

En las playas tiemblan ahora porque el ministro liberal ha prometido que ¨¦ste va a ser un "agosto de fuego", en el que los carabineros del servicio de salud no "ir¨¢n de vacaciones". Francesco di Lorenzo conoc¨ªa probablemente el informe del grupo verde de Tur¨ªn, redactado tras dos a?os de paciente an¨¢lisis en la capital de Fiat, y cuyo contenido ha sido publicado por el semanario L'Espresso.

El informe de los verdes habla de cosas que parecen m¨¢s de pel¨ªcula que de realidad. Por ejemplo, que los hospitales se han convertido en una especie de bazar oriental donde se vende de todo, desde dentaduras hasta carritos usados para minusv¨¢lidos; desde jerseis a vestidos de marca a precio de rebajas. Hasta cada piso tiene ya sus ventas especializadas. Otras veces existe el canje: t¨² me das antibi¨®ticos y yo te doy un kilo de jam¨®n que me ha tra¨ªdo mi t¨ªa. M¨¢s a¨²n, las cocinas, en vez de dedicarse a preparar la comida para los enfermos, son usadas a veces para hacer mermeladas y conservas de tomate que despu¨¦s se les venden a los enfermos.

Hay s¨®lo una enfermera para cada 40 enfermos, y as¨ª nace el mercado de las enfermeras privadas, cuyos nombres se aconseja, no siempre desinteresadamente, a los enfermos por los amigos de ¨¦stas. Por si fuera poco, los vestuarios dedicados a los enfermos est¨¢n con frecuencia ocupados por m¨¦dicos y enfermeros que los usan como alcoba.

Ahora los verdes han enviado a la Magistratura de Tur¨ªn una fotocopia muy detallada del informe, a veces con nombres y apellidos.