El golpe so?ado

Dionisio Rodr¨ªguez Mart¨ªn llevaba ocho a?os como vigilante jurado. Durante este tiempo vio la buena vida que se pegaban los peces gordos a los que daba escolta. Por sus manos hab¨ªan pasado miles de millones. Dionisio Rodr¨ªguez, aficionado a la noche y a las mujeres, posiblemente llevaba tiempo rumiando una misma idea: "Yo tambi¨¦n tengo derecho a vivir como un raj¨¢. Estoy harto de proteger el dinero de los dem¨¢s". La ocasi¨®n esperada le lleg¨®, por fin, el pasado 28 de julio. Agarr¨® un furg¨®n blindado y desapareci¨® con 320 millones. El golpe so?ado durante a?os.

Albert Spaggiari, el cerebro del robo perpetrado en la Soci¨¦t¨¦ G¨¦n¨¦rales de Niza en junio de 1976, escribi¨® en las paredes de la c¨¢mara acorazada: "Sin odio, sin violencia y sin armas". Era su r¨²brica a un golpe que le hab¨ªa reportado un bot¨ªn de 5.000 millones de francos. Y Spaggiari pas¨® a la historia del crimen no s¨®lo por la perfecci¨®n del asalto, sino por la lapidaria frase con que firm¨® la acci¨®n de su banda. Dionisio Rodr¨ªguez Mart¨ªn sin duda, ya ha inscrito su nombre entre los de los buenos delincuentes. Quiz¨¢ lo ¨²nico que le ha faltado ha sido escribir su particular filosof¨ªa en la chapa del furg¨®n blindado del que sustrajo 320 millones de pesetas.

El pasado 28 de julio, Dionisio Rodr¨ªguez se hallaba al mando de un furg¨®n blindado de la empresa Candi, cuya dotaci¨®n estaba compuesta por los vigilantes jurados Jos¨¦ Luis T. y Juan Luis M. Los tres realizaron ese d¨ªa varias recogidas de dinero, la m¨¢s importante en un dep¨®sito de fondos de la compa?¨ªa de seguridad Esabe Express, donde se hicieron cargo de una saca con 320 millones de pesetas en billetes.

A las 19.45, los tres vigilantes llegaron a la pasteler¨ªa Mallorca, en la calle de Alberto Alcocer, donde deb¨ªan retirar la recaudaci¨®n del d¨ªa. Dionisio simul¨® un fuerte dolor en una pierna. "Otra vez me est¨¢ fastidiando la ci¨¢tica", dijo. Y a continuaci¨®n pidi¨® al compa?ero que conduc¨ªa el furg¨®n que fuese ¨¦l quien bajara a hacerse cargo del dinero. "Pero t¨² sabes que yo no puedo abandonar el veh¨ªculo...", replic¨® ¨¦ste. Sin embargo, Dionisio zanj¨® la disputa haciendo valer su condici¨®n de jefe del equipo: "Yo soy el que manda aqu¨ª... Te he dicho que te bajes, co?o...".

Un minuto despu¨¦s, Dionisio Rodr¨ªguez salt¨® al volante del furg¨®n y arranc¨® a toda velocidad. Sin duda se le hicieron interminables los 700 metros que tuvo que recorrer hasta el aparcamiento del hipermercado Jumbo, en la calle del Maestro Lassalle. El coraz¨®n estaba a punto de estallarle. Cogi¨® la saca con los 320 millones retirados de Esabe Express y la meti¨® r¨¢pidamente en el coche que previamente hab¨ªa dejado aparcado en ese lugar, despreciando otros paquetes que conten¨ªan 20 millones.

El vigilante ladr¨®n se quit¨® el uniforme y lo dej¨® dentro del furg¨®n, junto con la escopeta Franchi y el rev¨®lver pertenecientes a Candi. El golpe le hab¨ªa salido tal como lo hab¨ªa so?ado. Era rico. Estuvo a punto de saltar de alegr¨ªa. Pero deb¨ªa largarse antes de que la polic¨ªa empezase a buscarle.

El Grupo Judicial de la comisar¨ªa de Chamart¨ªn se ha hecho cargo de las investigaciones para localizar al vigilante, pero hasta el momento no tiene la menor idea de d¨®nde est¨¢ escondido. El autom¨®vil Audi 80, perteneciente a Dionisio Rodr¨ªguez, fue encontrado el pasado lunes en el aeropuerto de Barajas. "Puede que haya huido al extranjero, pero tambi¨¦n es posible que est¨¦ en Espa?a y que dejara all¨ª el coche para crear una pista falsa", dice la polic¨ªa.

Ladr¨®n solitario

Los investigadores parecen convencidos de que Rodr¨ªguez Mart¨ªn, que est¨¢ separado de su esposa desde hace a?os, actu¨® solo y que si decidi¨® realizar el robo fue para hacerse con una suma de dinero que le permita no privarse del menor capricho de ahora en adelante. Uno de sus amigos coment¨®: "Dionisio hab¨ªa entregado cuatro o cinco millones como primer pago de un chal¨¦ que compr¨® cerca de San Rafael (Segovia). Ten¨ªa pedidos varios cr¨¦ditos y deb¨ªa dinero a algunas de sus novias. Pero no estaba asfixiado por las deudas ni acosado por los acreedores. Dionisio no sustrajo el dinero porque lo necesitase para comer".

"Dionisio Rodr¨ªguez llevaba una vida amorosa muy intensa", afirman quienes le conocen bien. Esta circunstancia hace que las pesquisas resulten muy dif¨ªciles, ya que los hombres de la comisar¨ªa de Chamart¨ªn no han determinado aun si entre sus mujeres hay alguna con la que el ahora fugitivo mantuviese un romance m¨¢s s¨®lido.

La polic¨ªa ha estudiado a los amigos de Dionisio, la mayor¨ªa de los cuales son compa?eros de la empresa Candi , pero ninguno es sospechoso de estar implicado en el robo. Los agentes que llevan el caso no tienen el menor rastro de su paradero. Pero no descartan que, horas despu¨¦s del golpe, ¨¦ste cogiera un avi¨®n para Suram¨¦rica. Qui¨¦n sabe si ahora mismo est¨¢ en una playa brasile?a, como el protagonista de un conocido anuncio de televisi¨®n.