Espa?a, al ataque

Despu¨¦s de la formidable sacudida liberalizadora que supuso la muerte de Franco, tras la revoluci¨®n econ¨®mica, pol¨ªtica y cultural, la ¨²nica en Europa que ha atra¨ªdo todas las miradas, ?c¨®mo es la Espa?a de hoy? La dictadura es una historia ya vieja. La movida, que tanto conmovi¨® en los primeros a?os de la d¨¦cada de los ochenta, se pas¨® de moda. Ha llegado la edad de la madurez, de la dulce vida. Tanto peor para el folclor y mejor para el nivel de vida. La nueva generaci¨®n espa?ola es moderada. Eficaz y discreta, pero dispuesta a salir a la calle para defender a la joven democracia. El terrorismo ya no provoca p¨¢nico. Lo que cuenta es conquistar Europa. Por no mencionar las dos citas de 1992: la Exposici¨®n Universal de Sevilla y los Juegos Ol¨ªmpicos de Barcelona. En todo caso, Espa?a respira y nos inspira. Un pa¨ªs hermano y cercano, un pa¨ªs moderno y tradicional, acogedor y noct¨¢mbulo, que nos da una lecci¨®n de vitalidad.Tras tocar fondo en 1982, Espa?a pas¨® a formar parte de Europa. Las cifras hablan por s¨ª mismas: crecimiento de un 5%, dos puntos m¨¢s que la media europea; la inversi¨®n industrial en 1988 fue del 14% y se mantendr¨¢ en un 13% este a?o; desde 1982, la inflaci¨®n ha pasado del 14% al 4,5%. Pero hay dos puntos negros: por primera vez el turismo no logra equilibrar la balanza comercial. El segundo problema es el paro, el m¨¢s elevado de Europa, un 20%, que afecta sobre todo a los j¨®venes.

5 de agosto