La trayectoria de Espartero
Es en relaci¨®n al art¨ªculo Entre Espartero y la huelga general de 1902, publicado el d¨ªa 30-7-1989, p¨¢gina 37.Espero que de una vez por todas la figura del general Espartero deje de ser el prototipo de militar golpista y dictador del siglo XIX, entre otras razones porque no particip¨® en ninguno, insisto, en ninguno de los pronunciamientos acaecidos.
Podemos estar de acuerdo en que su actuaci¨®n pol¨ªtica no fue la m¨¢s id¨®nea, pero de ah¨ª a que la derrota de "sus soldados" provocara tal eclosi¨®n de proyectos en Barcelona, es una exageraci¨®n malintencionada, primordialmente porque "no eran sus soldados", sino los de una naci¨®n con un regente elegido por votaci¨®n en las Cortes, y segundo, porque es poco probable que fueran los soldados quienes impidieran tales proyectos, como puede desprenderse del texto.
Se equivoc¨® Espartero al bombardear la ciudad, pero conviene no olvidar que en el pronunciamiento de Prim contra el r¨¦gimen legalmente establecido tampoco faltaron las bombas en Barcelona.
Prim afirm¨® en las Cortes que al pueblo catal¨¢n de ninguna manera se le ha de mandar a palos..."; es evidente que a ninguno; por eso es de dificil explicaci¨®n que autorizara a los plantadores de Puerto Rico la ejecuci¨®n de sus esclavos.
Ya s¨¦ que las comparaciones son odiosas, m¨¢s a¨²n si adem¨¢s le aplicamos la ley del embudo.
Termino. Parece que la Caja de Barcelona se fund¨® en 1841, dato que no he contrastado, pero que los diferentes acontecimientos retrasaron su puesta en marcha hasta 1844. De ser as¨ª, habr¨ªa que remontarse a dos a?os antes del pronunciamiento de Prim.- Miguel Mu?oz Donoso.
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