El coraz¨®n y la t¨¦cnica

Javier Latorre ven¨ªa a Madrid con el prestigio de los tres premios nacionales logrados en mayo en el concurso de C¨®rdoba; uno de esos tres premios, el Antonio al bailaor m¨¢s completo. No defraud¨®, por supuesto. De pies sobre todo, Latorre es un verdadero fen¨®meno una m¨¢quina de hacer baile con rigor, con precisi¨®n matem¨¢tica.

Latorre tiene ah¨ª su fuerza evidentemente, pues con los pies es capaz de hacer todo lo imaginable y m¨¢s. Ah¨ª puede estar tambi¨¦n su peligro, ya que esa sorprendente facilidad lo lleva a una cierta mecanizaci¨®n, siempre re?ida con la propia naturaeza de lo jondo, en que el sentimiento, el coraz¨®n, debe prevalecer sobre la t¨¦cnica.

Con la mente muy clara, de acuerdo, racionalizando el baile pero sin convertirlo en pura ¨¢lgebra. Es un delicado equilibrio dif¨ªcil de alcanzar en el que, a mi entender, radica el genio de lo jondo.

Martinetes

Con el cante siempre notable de Reina y Sevilla y un toque muy ajustado a las exigencias del baile, Latorre desarroll¨® martinetes -quiz¨¢ fue excesiva la percusi¨®n en yunque y caj¨®n-, buler¨ªas y alegr¨ªas. Tres bailes de distinto car¨¢cter en lo est¨¦tico y en lo emocional. Tres creaciones importantes de este bailaor, que se equivoca quiz¨¢ al afrontar los tres con el mismo talante expresivo. ?Bailaor, pues, de un solo registro? Espero que no. En cualquier caso, un notable bailaor.