Los sovi¨¦ticos que dirigieron la operaci¨®n la justifican

Kiril Mazurov, quien, siendo miembro del Politbur¨® del partido comunista sovi¨¦tico (PCUS), dirigi¨® en 1968 las operaciones para acabar con la primavera de Praga, y el general Ivan Pavlovski, que mand¨® entonces las tropas del Pacto de Varsovia, justifican la invasi¨®n, 21 a?os despu¨¦s."En las condiciones concretas de agosto de 1968 actu¨¦ de acuerdo con mis convicciones, y si hoy se repitiera la situaci¨®n, actuar¨ªa de la misma manera", declara Mazurov en una entrevista aparecida ayer en el diario Izvestia.

Seg¨²n el entonces viceprimer ministro, la guerra fr¨ªa, la agudizaci¨®n de las relaciones entre las dos Alemanias, la crisis del Caribe y el hecho de que se frustrara un encuentro en la cumbre con EE UU fueron factores que influyeron en la decisi¨®n de invadir Checoslovaquia. "Sab¨ªamos que algunos c¨ªrculos de Occidente quer¨ªan provocar un ataque nuclear contra la URSS", explica Mazurov, quien subraya que Occidente hab¨ªa puesto sus miras en Checoslovaquia para "derrumbar la comunidad socialista".

"No se preocupen"

Mazurov cuenta que el encuentro entre el Politbur¨® del PCUS y el Presidium del partido comunista checoslovaco para resolver la crisis fue tenso y que a todos los argumentos los checoslovacos respond¨ªan con un "no se preocupen". La despedida fue fr¨ªa, no se lleg¨® a un acuerdo. Los sovi¨¦ticos enviaron un informe de la reuni¨®n a sus aliados. Walter Ulbricht y Oscar Gomulka, gobernantes de Alemania Oriental y Polonia, respectivamente, insist¨ªan en adoptar las medidas "m¨¢s duras

Alexei Kosiguin, primer' ministro sovi¨¦tico, que a la saz¨®n estaba descansando en el balneario checo de Karlovy Vary, interrumpi¨® sus vacaciones, afirma Izvestia. En Mosc¨², Kosiguin "confirm¨® lo peligroso de la situaci¨®n". Cuando, la noche del 20 de agosto, Leonid Breznev decidi¨® que se invadiera Checoslovaquia, "todos respiramos aliviados", confiesa Mazurov.

Por su parte, el general Ivan Pavlovski, entonces viceministro de Defensa de la URSS y jefe de las tropas invasoras, coment¨® la actuaci¨®n sovi¨¦tica con las siguientes palabras: "Ahora est¨¢ de moda criticarlo todo. Pero hay que ver el problema a la luz de la situaci¨®n pol¨ªtico-militar de entonces. Perd¨®neme, pero mis convicciones no cambian".

Finalmente, un soldado, Valeri Nefiodov, que estuvo en las tropas de asalto que primero entraron en Praga, confiesa que a los pocos d¨ªas de estar en Checoslovaquia y observar la vida de ese pa¨ªs se sinti¨® confundido y experiment¨® verg¨¹enza. "Perd¨®nanos, Praga", dice Valeri 21 a?os despu¨¦s.