Una masa humana exige independencia para el B¨¢ltico
Una cadena humana de unos 600 kil¨®metros de largo, integrada por cientos de miles de personas, uni¨® ayer las capitales de Estonia, Letonia y Lituania, como protesta de los habitantes de esas tres rep¨²blicas b¨¢lticas de la URSS por el pacto germano-sovi¨¦tico firmado en 1939. Este pacto, del que ayer se cupli¨® el 50? aniversario, termin¨® con la soberan¨ªa de los pa¨ªses del B¨¢ltico sovi¨¦tico. Hoy sus pueblos piden la independencia de la Uni¨®n Sovi¨¦tica.
Alrededor de las cinco de la tarde (las cuatro, hora peninsular espa?ola), miles de hombres y mujeres, muchos de ellos con sus ni?os, comenzaron a salir a los caminos de las rep¨²blicas b¨¢lticas sovi¨¦ticas para formar la cadena. Comezando en Tallin, capital de Estonia, la cadena sigui¨® a Riga (Letonia) para terminar en Vilna (Lituania). En esta movilizaci¨®n participaron en total alrededor de un mill¨®n de personas -seg¨²n estimaciones de Efita Veidemane, periodista del Frente Popular let¨®n- que hac¨ªan flamear las banderas nacionales tricolores, y portaban pancartas con leyendas de protesta contra el pacto nazi-sovi¨¦tico y peticiones de independencia.La cadena se complet¨® a las siete de la tarde, momento en el que se encontraron, en la frontera entre Estonia y Letonia, Edgard Savisaar y Dainis Ivans, presidentes de los Frentes Populares de esas rep¨²blicas. All¨ª se celebr¨® un mitin f¨²nebre simb¨®lico, bajo una gigantesca cruz negra. Mientras tanto, en la frontera entre Letonia y Lituania se estrechaban las manos los dirigentes Yanis Freimanis, del Frente let¨®n, y Vitaustas Lanelfvergis, de Sajudis, una organizaci¨®n lituana.
En Estonia, los manifestantes llevaban radios para escuchar los discursos de sus l¨ªderes. Desde Toompea, la Ciudad Vieja de Tallin, hablaron la diputada Marju. Lauristin y el pintor Heinz Valk, entre otros. Una hora y media antes, los seguidores del Partido por la Independencia de Estonia se reunieron en el Hivepark, en el mismo lugar donde dos a?os atr¨¢s comenz¨® el movimiento por la recuperaci¨®n de la identidad nacional. Por otra parte, Yevgueni Kogan, l¨ªder de Interdvizhenie, que agrupa a los rusos y otras minor¨ªas que viven en Estoma, hab¨ªa manifestado, en una conferencia de prensa celebrada por la ma?ana que, aunque no le gustaba la idea de formar la cadena, su organizaci¨®n no emprender¨ªa ninguna acci¨®n para obstaculizarla.
Sajudis, el Movimiento lituano de apoyo a la perestroika impulsada por el l¨ªder sov¨ªetico, Mijail Gorbachov, conden¨® enm t¨¦rminos muy duros el pacto firmado hace 50 a?os por los ministros de Exteriores que representaban a Hitler y Stalin, Von Ribbentrop y Molotov. "La entrada de las tropas sovi¨¦ticas en 1940 fue un acto de agresi¨®n", que permiti¨® cambiar el Gobierno y organizar elecciones "al llamado Seim Popular de Lituania", que en condiciones de "dictadura pol¨ªtica y terror" adopt¨® la resoluci¨®n de integrarse a la URS S, se?ala el documento.
El poder estalinista
La declaraci¨®n expresa que tanto esas elecciones como la decisi¨®n de "instaurar el poder sovi¨¦tico estalinista" en Lituania son ileg¨ªtimas. Y agrega: "Est¨¢ cercano el d¨ªa el d¨ªa en que la URSS tendr¨¢ que reconocer el estatus de ocupaci¨®n de Lituania" y la necesidad de terminar con ¨¦l. "El pueblo lituano espera recuperar la independencia y conf¨ªa en una Lituania democr¨¢tica que no estar¨¢ bajo el sistema administrativo y la jurisdicci¨®n, de la URSS".
Esta declaraci¨®n viene a reforzar las conclusiones de la comisi¨®n de Soviet Supremo lituano, publicadas ayer, en las que se afirma que el pacto germano-sovi¨¦tico de no agresi¨®n y los acuerdos que le siguieron "son absolutamente nulos desde el momento mismo de su firma" y que ellos "determinaron la p¨¦rdida de la soberan¨ªa y la indepencia de Lituania". Esto contradice las declaraciones hechas hace unos d¨ªas por Alexandr Yakovlev, miembro del Politbur¨® del Partido Comunista de la URSS, quien afirm¨® que "ni el pacto ni el protocolo secreto determinaron el estatus pol¨ªtico y jur¨ªdico" de las Rep¨²blicas b¨¢lticas.
Rita Milute, de la agencia Sajudis, inform¨® a este peri¨®dico que ya se hab¨ªan recogido m¨¢s de 1.400.000 firmas de protesta contra el "Ej¨¦rcito sovi¨¦tico de ocupaci¨®n". En Letonia, los activistas nacionalistas han empezado a recoger firmas para pedir que se anulara la resoluci¨®n de 1940 por la que esta rep¨²blica letona pidi¨® pasar a formar parte de la URSS. A primeras horas de la tarde, en Riga la gente se reuni¨® junto al monumento a la libertad, portando banderas nacionales y pancartas que hablaban del "genocidio" de los letones en ¨¦poca de Stalin.
Reacci¨®n en Polonia
El 50? aniversario (del pacto Ribbentrop-Molotov no sac¨® a las calles a los polacos, quienes est¨¢n m¨¢s preocupados por el desarrollo de la transici¨®n democr¨¢tica de su pa¨ªs y por encontrar alimentos en las tiendas, informa Piotr Adamski desde Varsovia. Ayer, en la capital polaca, s¨®lo algunos cientos de personas se reunieron en la c¨¦ntrica Plaza de la Constituci¨®n para protestar contra el pacto.
Desde hace dos meses los medios oficiales de comunicaci¨®n estaban preparando al p¨²blico para difundir una noticia que todos los polacos de 5 a?os para arriba daban por segura desde el final de la II Guerra Mundial. Se trataba de la confirmaci¨®n de la autenticidad de los protocolos secretos anexos al pacto firmado por los ministros de Exteriores de la Alemania nazi y la URSS el 23 de agosto de 1939. El pasado 14 de julio un peri¨®dico polaco public¨® un ampl¨ªo texto sobre el protocolo, insertando una foto del mapa, con las firmas de Ribbentrop y Stalin, en la que estaba trazada la l¨ªnea de la frontera alemano- sovi¨¦tica que anunciaba la invasi¨®n y el reparto de Polonia entre los dos vecinos, acaecida una semana despu¨¦s.
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