La Taranta rinde homenaje a Luquitas y a la Ni?a de La Puebla

Desde el mediod¨ªa del s¨¢bado dos plazas del barrio de Los Mineros de Linares (Ja¨¦n) cuentan con nuevos nombres: una, plaza de Luquitas de Marchena; otra, plaza de la Ni?a de La Puebla. Era el ¨²ltimo de los tres d¨ªas de celebraci¨®n del 25? Concurso Nacional de Tarantas, que por llegar a sus bodas de plata quiso rendir homenaje a un hijo famoso de Linares, el cantaor flamenco Lucas Soto Mart¨ªn, Luquitas de Marchena, nacido aqu¨ª en 1913 y fallecido en 1965. Los organizadores tuvieron el buen acuerdo de extender el homenaje a su viuda, la gran cantaora Dolores Jim¨¦nez, Ni?a de La Puebla, quien acudi¨® con todos los hijos del matrimonio.Hubo, l¨®gicamente, momentos sumamente emotivos, como cuando el alcalde, Alfredo Catal¨¢n, la recibi¨® en el Ayuntamiento y ella dict¨® para el Libro de oro un sentido testimonio de gratitud, prest¨¢ndole el concejal Julio Gallego su vista y su escritura, bajo la cual estamp¨® la cantaora una huella dactilar. O despu¨¦s, cuando descorri¨® las cortinillas que cubr¨ªan las plazas con los nombres de Luquitas y de ella en las plazas que se les hab¨ªa dedicado, mientras su hija Adelfa Soto fracasaba en el intento de ocultar las l¨¢grimas.

M¨¢s emoci¨®n por la noche, cuando la Ni?a de La Puebla y otro de sus hijos, Pepe Soto, cantaron a d¨²o una colombiana que ella sol¨ªa hacer con Luquitas en los tiempos en que ambos triunfaban por los escenarios. Pepe hab¨ªa cantado antes con gran voz y unos conocimientos que hacen lamentar que se halle pr¨¢cticamente retirado del cante, y la Ni?a de La Puebla, a sus 81 a?os y con voz sorprendentemente joven, dio un recital serio, que abarc¨® desde Ton¨¢ y Martinete hasta el cante que le dio m¨¢s gloria, su famos¨ªsima versi¨®n de Los campanilleros.

Invitados

Los dos d¨ªas anteriores hab¨ªan actuado en calidad de artistas invitados el Pele y Vicente Amigo, y la bailaora Concha Calero. Formidables Pele y Amigo, en un recital no muy extenso pero s¨ª intenso, espl¨¦ndido de arte y jondura, en que una vez m¨¢s el perfecto acoplamiento de cante y guitarra lograron brillantes cotas de calidad. Bien la Calero, por soleares y por alegr¨ªas, pese a una inoportuna ca¨ªda en este ¨²ltimo baile que resolvi¨® airosamente.En cuanto al concurso, m¨¢s de una veintena de aspirantes de nivel medio s¨®lo regular -como es ya corriente en todos los concursos- compitieron por los importantes premios. El jurado fall¨® inteligentemente y su decisi¨®n mereci¨® el aplauso del respetable. El gran premio para el mejor cante por tarantas (trofeo Cabria de Plata y 175.000 pesetas) fue para Manolo Linares, quien ya lo hab¨ªa ganado en 1985. En la misma especialidad de la taranta, el segundo, el tercero y el premio local lo obtuvieron Marcos Leiva, Mariano Morillas y El Fuentes. En cantes libres, gan¨® Paco Moya, seguido por Joselete, Basilio Vllalta y Juan Amaya.