Las tripas de Barcelona

Dos pel¨ªculas espa?olas se ofrecen hoy en la programaci¨®n cinematogr¨¢fica de TVE, y, curiosamente, ambas ambientadas en Barcelona, en las tripas de Barcelona, la Barcelona cabaretera, el barrio chino. Una es Un hombre llamado flor de oto?o, pel¨ªcula dirigida en 1977 por Pedro Olea, y basada en un personaje real -abogado de d¨ªa, travestido de noche, activo anarquista en sus horas libres- del que Jos¨¦ Mar¨ªa Rodr¨ªguez M¨¦ndez hiciera una pieza teatral. En 1977, una historia an¨®mala como ¨¦sta, de lucha por las libertades pol¨ªticas y de sexo en la Barcelona de los a?os veinte -durante la dictadura de Primo de Rivera, personaje contra cuya vida atenta el infeliz h¨¦roe, una al parecer libertad tomada sobre la realidad-, presentaba un irresistible acento conyuntural, y Olea lo aprovech¨®, barnizando su trama con un especial toque de cine de qualit¨¦, exento de imaginaci¨®n y rasgos novedosos pero de provechosa amb¨ªentaci¨®n y vestuarios e interpretaciones de altura.En este apartado, aunque Jos¨¦ Sacrist¨¢n, en su esforzada composici¨®n de Llu¨ªs Serracant / Flor de oto?o, se llevar¨¢ el gato al agua entre el gran p¨²blico, hay que considerar como papel m¨¢s inemorable el de Carmen Carbonell encarnando a su madre, un personaje esencial y veros¨ªmil sobre el que gira el mundo del protagonista.

La otra pel¨ªcula con Barcelona no s¨®lo de fondo sino de marcando el car¨¢cter de la obra es Tatuaje, la primera aventura filmada del famoso detective gallego Pepe Carvalho creado por Manuel V¨¢zquez Montalb¨¢n y a la vez el primer largometraje de Bigas Luna, un Bigas Luna todav¨ªa lejos demostrar su opresivo, obsesivo, universo de Bilbao o Caniche, pero capaz de un saludable ejercicio de cine policiaco.