El nuevo presidente paname?o pide dialogar con EE UU y promete convocar elecciones
El nuevo presidente provisional de Panam¨¢, Francisco Rodr¨ªguez, un hombre moderado, pragm¨¢tico y, seg¨²n casi todas las opiniones, bienintencionado, ha prometido respetar los intereses de Estados Unidos en este pa¨ªs a cambio de una reanudaci¨®n del di¨¢logo con la Administraci¨®n de George Bush. El presidente Rodr¨ªguez se ha comprometido tambi¨¦n a convocar elecciones en el plazo m¨¢s breve posible y ha advertido que la destituci¨®n del general Manuel Antonio Noriega no se conseguir¨¢ con presiones extranjeras.
Este ofrecimiento, presentado a las pocas horas de que Washington rompiese relaciones con el nuevo Gobierno paname?o son¨® un poco pat¨¦tico en medio de la oleada de retirada de embajadores latinoamericanos y de las veladas amenazas norteamericanas de intervenir de cualquier modo para conseguir la retirada del general Noriega que sigue detentando el poder en la sombra en el nuevo e ilimitado per¨ªodo provisional.Al designar a Rodr¨ªguez como sucesor de Manuel Sol¨ªs tras la anulaci¨®n de las elecciones del pasado 7 de mayo, Noriega opta por la prudencia. Semidesconocido pol¨ªticamente, a pesar de haber ocupado ya antes una cartera ministerial, Rodr¨ªguez se hab¨ªa ganado en su anterior cargo de controlador de la Rep¨²blica fama de hombre honesto y abierto a la negociaci¨®n. Hasta la oposici¨®n lo reconoce en privado.
Su primer mensaje a la naci¨®n, le¨ªdo en la noche del viernes por las pantallas de televisi¨®n, confirm¨® esta fama. Rodr¨ªguez invoc¨® el di¨¢logo y la reconciliaci¨®n, la unidad nacional y la amistad con todos los pa¨ªses, pero lo dijo con la incredulidad de quien accede al cargo mediante una f¨®rmula inconstitucional y en medio de una crisis creciente.
Rodr¨ªguez ni siquiera pudo pronunciar su mensaje, como es habitual, durante su toma de posesi¨®n. Al acto oficial, deslucido y brev¨ªsimo, no fueron invit¨¢dos los embajadores extranjeros acreditados en Panam¨¢ por miedo a una espantada masiva. Tuvo que presentar su programa de gobierno por televisi¨®n.
Por momentos, el discurso de Rodr¨ªguez parec¨ªa brillante y bien hilvanado, pero en l¨ªnea generales resultaba un poco surrealista o¨ªr hablar de planes econ¨®micos y de reformas estructurales en la Administraci¨®n a un hombre que debe su cargo al general Noriega, que no sabe hasta cu¨¢ndo permanecer¨¢ en ¨¦l y que tiene que gobernar en medio de un bloqueo internacional s¨®lo comparable al que sufri¨® en sus peores tiempos el l¨ªder libio Muarrimar el Gaddafi, con quien, por cierto, convers¨® recientemente por tel¨¦fono el hombrefuerte paname?o para felicitarle por el aniversario de la revoluci¨®n en la Ya mahiria.
Soluci¨®n a la crisis
En el fondo, la opci¨®n Rodr¨ªguez es el reconocimiento por partede Noriega de que, pese a sus llamadas a Tr¨ªpoli o al incremento constante de las relaciones con Cuba, la soluci¨®n de la crisis paname?a pasa por un arreglo de cualquier tipo con Estados Unidos. Para ello, Noriega lleva m¨¢s de dos a?os tratando de demostrar a los norteamericanos que no insistan de echarle por la fuerza porque por ese camino nunca conseguir¨¢n nada.
El viernes, despu¨¦s de conocer las ¨²ltimas medidas de George Bush contra Panam¨¢, Noriega se limit¨® a comentar que "Maisto [el hombre que dirige ahora la representaci¨®n diplom¨¢tica norteamericana en Panam¨¢] sigue informando mal a su presidente". Noriega insiste en su l¨ªnea tradicional: el malo no es el Gobierno norteamericano, sino ciertos sectores de la Administraci¨®n.
Francisco Rodr¨ªguez, un ingeniero agr¨®nomo de 50 a?os a quien sus amigos conocen por Pancho, fue m¨¢s expl¨ªcito. El presidente interino hizo un llamamiento a Estados Unidos para que reflexionase acerca de su pol¨ªtica sobre Panam¨¢, y le pidi¨® "reconocer que la pol¨ªtica de atropellos contra nuestro pa¨ªs no responde, a fin de cuentas, a la prosecuci¨®n sensata, cuerda y realista de muchos intereses de EE UU que nosotros aceptamos y reconocemos" "Estoy seguro", a?adi¨®, "de que hay muchos intereses importantes de Estados Unidos que son perfectamente conciliables con el inter¨¦s nacional de Panam¨¢, sin necesidad de menoscabo del prestigio de ellos ni de sacrificio alguno de nuestra dignidad".
Reconciliaci¨®n
Rodr¨ªguez prometi¨® que el r¨¦gimen paname?o volver¨¢ a ser democr¨¢tico una vez que la reconciliaci¨®n con EE UU permita la mejora de la situaci¨®n: "Nadie con el peligro de un pu?al en la espalda puede estar pensando en c¨®mo desarrollarse, sino en c¨®mo defenderse", dijo. Asegur¨® que los militares, que hoy controlan pol¨ªticamente el pa¨ªs, no ser¨¢n un obst¨¢culo para la democratizaci¨®n, sino que, por el contrario, "siguen comprometidos" con ella, "pero est¨¢n igualmente obligados a la defensa de la naci¨®n paname?a y del legado torrijista de dar sustancia y contenido social a los conceptos de justicia y libertad".Para Estados Unidos, todo esto son palabras huecas; su ¨²nico inter¨¦s confesado es que Noriega deje la jefatura de las Fuerzas de Defensa, y en eso no se ha avanzado. En Quito, el fracasado negociador por mandato de la OEA, Diego Cordovez, ha pedido que no se tomen medidas que entorpezcan el camino a la democratizaci¨®n paname?a y la convocatoria de elecciones.
El espectador de lujo de todo este proceso sigue siendo la propia oposici¨®n paname?a. Los mismos l¨ªderes pol¨ªticos que se ganaron el respeto mundial al ser golpeados en mayo pasado por grupos paramilitares asisten hoy confundidos y sin alternativas a un nuevo intento de consolidaci¨®n en el poder del general Noriega.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.