Ex¨¢menes
Miles de muchachos y de padres viven la zozobra de los ex¨¢menes. Los suspensos de junio convierten septiembre en un mes siniestro. Los muchachos est¨¢n convencidos de que se juegan su futuro, los padres tambi¨¦n lo creen, sufren todos, y, alguien deber¨ªa desdramatizar la cuesti¨®n, porque no es para tanto., El mundo no se acaba en septiembre.Aprobar como sea es el ¨²nico remedio. Antiguamente preguntaba el profesor: "?Qui¨¦n fue El Tostado?", y respond¨ªa el alumno: "De parte de mi padre, que si ha recibido la caja de puros". Modernamente a nadie extra?ar¨ªa que contestara el alumno: "De parte de mi padre, que te va a partir la boca si no me preguntas Calder¨®n". La verdad es que algunas preguntas parecen provocaciones, traumatizan a los alumnos y, les inducen a la violencia.
Los m¨¢s normal, sin embargo, es utilizar chuletas. Las hay muy sofisticadas, pero contin¨²an vigentes las chuletas cl¨¢sicas, es decir, 350 p¨¢gnas de matem¨¢ticas transcritas al microscopio en un papel de cuatro por cuatro cent¨ªmetros, que se esconde en el calcet¨ªn o en el forro de la falda.
En mi colegio los curas nos registraban, y recurr¨ªamos a escribir las chuletas en el pupitre. Les sorprendi¨® a los curas que de repente nos hubiera entrado un amor desmedido por el pupitre, y barruntando que algo ocurr¨ªa all¨ª, un d¨ªa el padre Esteban orden¨® que cambi¨¢ramos de sitio antes de empezar el exarnen. Cambiamos, claro, aunque cada uno se iba con su pupitre a cuestas. El padre Esteban arm¨® un gran esc¨¢ndalo, la emprendi¨® a capories, hicimos el examen de rodillas y suspendi¨® a media clase. Sucede esto hoy y salimos en los peri¨®dicos.
Entonces no hab¨ªa teor¨ªas sobre el fracaso escolar, y cada cual cargaba ¨¦l sofito con la responsabilidad de su suspenso. Ahora la responsabilidad del suspenso la comparten el alurrino, su padre, el profesor, la madre que pari¨® al profesor, el ministerio, la civifizaci¨®n en crisis, Marta S¨¢nchez....
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