El 'c¨¢rtel de Medell¨ªn' asegura no acusar el golpe
Bogot¨¢El c¨¢rtel de Medell¨ªn, la m¨¢s poderosa organizaci¨®n mundial de producci¨®n de coca¨ªna, asegura que su negoci¨® sigue siendo pr¨®spero y que no est¨¢ en peligro la exportaci¨®n de drogas pese a la ofensiva desatada por el Gobierno colombiano en las tres ¨²ltimas semanas. En distintos mensajes que los m¨¢s altos jefes de esa mafia han hecho llegar en los ¨²ltimos d¨ªas al Gobierno y a destacadas personalidades del pa¨ªs, el c¨¢rtel afirma que todo su poder econ¨®mico permanece intacto e insiste en dialogar con las autoridades. En uno de esos mensajes, al que ha tenido acceso EL PA?S, los jefes del clan dicen que lo ¨²nico que les han quitado durante la actual ofensiva son los bienes que les producen p¨¦rdidas, principalmente fincas y casas.
Los capos aseguran que todo su dinero sigue estando a buen recaudo, principalmente, seg¨²n ellos, en bancos norteamericanos.Uno de los m¨¢s destacados capos de la organizaci¨®n afirma que, aunque las condiciones del negocio de la coca¨ªna se han endurecido tras el asesinato del pol¨ªtico Luis Carlos Gal¨¢n -caso del que los narcotraficantes no quieren hablar-, el c¨¢rtel de Medell¨ªn sigue procediendo a los habituales env¨ªos a Estados Unidos porque su contactos norteamericanos se los siguen reclamando.
El mencionado portavoz de la famosa organizaci¨®n mafiosa calcula que el 70% de la sociedad colombiana se beneficia directa o indirectamente del narcotr¨¢fico y que por esta raz¨®n los grandes due?os de este negocio creen contar ahora con el respaldo popular. En los citados mensajes los narcotraficantes se presentan como salvadores del pueblo, al que dicen pertenecer y ayudar con sus actividades.
Contra la miseria
Uno de los miembros del c¨¢rtel de Medell¨ªn llega a afirmar que si todo el dinero que tiene ¨¦l, hijo de campesinos, lo tuviese un oligarca, a nadie le preocupar¨ªa en Colombia. Insiste en que ellos han regado, han sembrado en los pueblos en los que viven y que ahora est¨¢n recogieno el fruto de ese trabajo. Declara orgulloso que a su alrededor la gente siempre ha comido muy bien y que los narcotraficantes han salvado a muchas regiones de Colombia de caer en la miseria.Los miembros del c¨¢rtel de Medell¨ªn dicen mantenerse estrechamente unidos entre s¨ª en este momento, as¨ª como con las dem¨¢s organizaciones dedicadas al narcotr¨¢fico en el resto del pa¨ªs, excepto con los integrantes del c¨¢rtel de Cali, el segundo en importancia, con los que libran una lucha a muerte por el control del negocio.
Los narcos de Medell¨ªn advierten que su guerra contra el Estado colombiano se recrudecer¨¢ en los pr¨®ximos d¨ªas si el Gobierno no acepta un di¨¢logo.
Espiral de violencia
Amenazan con que si a ellos les atropellan, tambi¨¦n ellos atropellar¨¢n, y garantizan que a quien busque guerra le responder¨¢n con guerra. En opini¨®n de los jefes mafiosos, si prosigue la espiral de violencia, todo el mundo perder¨¢ en Colombia.Afirman que hasta ahora, siempre que han propuesto el di¨¢logo, el Gobierno se ha muerto de risa, y que actualmente se encuentran a la espera de que las autoridades les propongan qu¨¦ hay que hacer para poner fin a esta ola de terror.
Algunos de los m¨¢s destacados miembros de la organizaci¨®n dicen estar dispuestos a dejar el negocio de la coca¨ªna a cambio de que se les garantice una vida normal. Aseguran que ya no necesitan trabajar m¨¢s porque han conseguido suficiente dinero.
Anticomunistas
Los miembros del c¨¢rtel de Medell¨ªn se definen como anticomunistas, aunque aseguran que no tienen ninguna participaci¨®n en la pol¨ªtica activa. Uno de los interlocutores mafiosos les reprocha a los pol¨ªticos colombianos que s¨®lo se acercan a los narcotraficantes mientras est¨¢n en campa?a electoral, pero que despu¨¦s les dan la espalda.Los capos de la coca¨ªna niegan cualquier colaboraci¨®n suya con las guerrillas izquierdistas que act¨²an en Colombia y explican que su rivalidad con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), la principal organizaci¨®n guerrillera del pa¨ªs, se origin¨® porque los alzados en armas cobraban a los narcotraficantes por su protecci¨®n y despu¨¦s los asaltaban.
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