Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar: "?ste es un paso sin urgencias hist¨®ricas"
El candidato del PP a la presidencia del Gobierno cree que el centro-derecha tiene que estar sometido a una evoluci¨®n Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar, candidato por el Partido Popular (PP) a la presidencia del Gobierno, es el primer pol¨ªtico que sustituye a Manuel Fraga al frente de las listas de las distintas formaciones que el l¨ªder conservador ha encabezado desde 1977 -Alianza Popular, Coalici¨®n Democr¨¢tica, Coalici¨®n AP-PDP y Coalici¨®n Popular-. Naci¨® en Madrid en 1953. Casado, con tres hijos, inspector de Hacienda, ha presidido la Junta de Castilla y Le¨®n hasta el pasado martes, cuando present¨® su dimisi¨®n para encabezar la lista del PP por Madrid y para ponerse al frente del partido conservador, del que ya era vicepresidente, con amplias funciones delegadas por Fraga.
El joven candidato est¨¢ tranquilo. Come mal, toma mucho caf¨¦, fuina, excepto cuando se le hacen fotos, pero se dispone a luchar hasta las elecciones y despu¨¦s de ellas. En su despacho provisional de la sede del Partido Popular recibe a los periodistas y sonr¨ªe. Tal vez in¨¢s de lo que quiere; porque est¨¢ harto de que le aconsejen todo el d¨ªa que, ahora, ya candidato a presidente de Gobierno, debe repartir sonrisas. Es un hombre menudo, de cabeza grande y redonda, moreno, sumamente comedido y observador. Dice seguir al pie de la letra un consejo que le dio su abuelo -"un hombre muy listo que no se hubiera dejado meter en este l¨ªo"-: "Anda tranquilo por la vida, no te pongas nunca nervioso y controla tus emociones".Pregunta. Seguir este consejo al pie de la letra ?no le puede convertir a uno en alguien muy aburrido?
Respuesta. Depende. No tengo un car¨¢cter extravertido, no soy lo que se entiende por un bromista, pero puedo re¨ªrme mucho si nie cuentan algo divertido. Me gusta ni¨¢s escuchar que hablar, reflexionar las cosas; la tranquilidad, tener vida propia y defenderla.
P. No ha elegido el mejor trabajo para lograrlo.
R. Tendr¨¦ que pelear por ello, ?qu¨¦ le vamos a hacer! Hay que tomar algunas medidas de tipo personal y familiar que ayudan a lograrlo. Por ejemplo, nunca ceno fuera de casa si no es en compa?¨ªa de mi mujer. O est¨¢ mi mujer o no hay cena. Habr¨¢ otra cosa, pero no cena. En los 10 a?os que llevo en la pol¨ªtica s¨®lo ha llabido cuatro excepciones a esa regla. Quiero decir que nadie dispone de m¨ª y de mi familia, que no lo permito.
P. Su mujer debe de estar muy contenta.
R. Preg¨²ntaselo. Creo que s¨ª; nos va bien. Nos casamos a los 24. La conoc¨ª en el viaje de fin de carrera.
P. Fue un flechazo.
P. Pues mira, yo siempre tuve la sensaci¨®n de decir: ¨¦sta es la m¨ªa. Y ella tambi¨¦n. Decidimos casarnos cuanto antes e hicimos unas oposiones que por suerte aprobamos.
P. ?Entonces era usted partidario de las relaciones extramatrimoniales, o era muy cat¨®lico?
R. Yo no me meto en la conciencia de las personas. Naturalmente hice lo que quise.
P. Es que en este partido hay tanta gente mayor, tan cat¨®lica y eso, pues no s¨¦...
R. Hay gente mayor y gente joven. Jam¨¢s entro en la concienela privada de las personas, y eso es lo que diferencia en la vida p¨²blica unas actitudes de otras.
P. Fue su primera novia, y luego su mujer ya para siempre. Ha sido la ¨²nica...
R. Bueno, uno ha toreado lo que ha podido; pero la ¨²nica novia seria, s¨ª.
P. ?Y c¨®mo es la mujer de su vida?
R. Ella es una persona con mucho car¨¢cter, con mucha personalidad.
P. ?Usted es el d¨¦bil de los dos en alg¨²n sentido?
R. Un momento; con mucha personalidad, muy sensible, con inteligencia y capacidad de trabajo y una gran carga de ternura.
P. Pregunto tanto por su mujer porque parece que piensa participar en su campa?a electoral.
R. Mi mujer es muy importante en mi vida, totalmente decisiva. No la voy a forzar en absoluto. Lo ¨²nico que le he pedido es que me acompa?e. Yo necesito tener a mi familia cerca.
P. ?Siente que el hogar le protege?
R. S¨ª, eso es.
P. Usted se siente castellano, admite tener esas cualidades de austeridad y parquedad que le son propias. No parece que esto combine muy bien con hacer una campa?a electoral a la americana, con mujer incIuida.
R. ?No? ?Por qu¨¦? Siendo presidente de Castilla y Le¨®n, he intentado incorporar Castilla al mundo moderno; y eso no significa renunciar al alma castellana. Tampoco nos fijemos en la Castilla de la generaci¨®n del 98. Hay una Castilla con las mismas inquietudes de cualquier zona del mundo moderno.
P. Cu¨¦nteme en qu¨¦ va a consistir la campa?a electoral a la americana.
R. Es que no s¨¦ muy bien qu¨¦ es eso. En una campa?a electoral hay que procurar que los mensajes lleguen al mayor numero de ciudadanos. Y, luego, para organizar eso hay multitud de expertos, de t¨¦cnicas, que te vuelven loco.
P. Pero ?a qui¨¦n se le ha ocurrido que su mujer participe en la campa?a?
R. Se lo he pedido yo. Pero s¨®lo porque quiero estar con ella.
P. Pero eso tiene un mensaje a?adido: la defensa de la familia, la imagen atractiva de una mujer.
R. Es que soy m¨¢s feliz teni¨¦ndola a ella a mi lado.
P. ?Se siente muy solo y triste sin ella?
R. S¨ª, es verdad. He notado muchas veces la soledad, la he sentido a gritos.
P. Dicen que el poder es soledad. ?No se ha acostumbrado?
R. S¨ª, la conozco. Y por eso s¨¦ que se puede mitigar teniendo al lado esa tranquilidad que mi mujer es capaz de darme.
P. Habla usted muy bajo. En los m¨ªtines hay que gritar.
R. Unos gritan m¨¢s que otros. Creo que con voces no se hace nada.
P. ?Desde cu¨¢ndo sabe que es el candidato?
R. Desde que la junta nacional...
P. ?No me diga eso!
R. Tienes mi palabra de honor. El d¨ªa 28 de agosto recib¨ª una llamada de tel¨¦fono. Y ese d¨ªa lo supe.
P. ?Desde cu¨¢ndo lo barruntaba?
R. No lo barruntaba. Hab¨ªa organizado mi vida de forma distinta. A finales de julio le dije a Manuel Fraga: "Quede claro, y usted lo sabe muy bien, que yo no soy ning¨²n problema, que no aspiro a nada m¨¢s". ?l me dijo: "Me alegro mucho de que me digas eso".
P. Se dice que usted hubiera preferido esperar cuatro a?os m¨¢s para convertirse en candidato, dadas las circunstancias; en que se encuentra su partido.
R. Pero es que eso es igual. En pol¨ªtica, lo mismo que en la vida, no se puede saber qu¨¦ va a ocurrir ma?ana.
P. Eso se puede interpretar de otra manera, que en realidad pens¨®: m¨¢s vale p¨¢jaro en rr¨ªano que ciento volando.
R. Si eso fuera cierto, me hubiera quedado donde estaba. Mucha gente me ha dicho: "Est¨¢s cambiando lo mucho que tienes por no se sabe qu¨¦, por una inc¨®gnita". Lo ¨²nico que yo sab¨ªa es que si llegaba ese momento no iba a rehuir la responsabilidad.
P. ?Ha aceptado esa responsabilidad con un ¨¢pice de sacrificio, o contento de enfrentarse a un aut¨¦ntico reto personal?
R. No he venido por una cuesti¨®n personal. Lo m¨¢s importante es la capacidad para resolver el problema, y a la hora de las responsabilidades hay que afrontarlas. Si no reh¨²yes la responsabilidad, y adem¨¢s aciertas, es estupendo; de otro modo, hay que aceptar el fracaso.
P. Usted repite mucho que no tiene miedo a nada; tanto, que parece que necesita convencerse de que es verdad.
R. Es que me lo preguntan una y otra vez. ?Por qu¨¦ voy a estar asustado? Soy muy consciente de d¨®nde estoy, de las dificultades que me abordan, del paso que se ha dado en el partido. De todo. No estoy nervioso, s¨¦ ad¨®nde voy.
P. Hab¨ªa otras personas, como Herrero de Mi?¨®n y Matutes, ¨¦ste hasta lo ha dicho en la Prensa, que recibieron la, oferta para ser candidatos.
R. No tengo ni idea.
P. Es que pod¨ªa ocurrir que ninguno de ellos quisiera aceptar
Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar: "?ste es un paso sin urgencias hist¨®ricas"
un reto tan delicado, que s¨®lo usted haya sido el valiente.P. No lo s¨¦. Te doy mi palabra. Es que ni lo he preguntado. ?Qu¨¦ condiciones he puesto? Pues ninguna. Lo mismo que si me dices: ?estabas emocionado el d¨ªa que te despediste de la Junta de Castilla y Le¨®n? Pues te digo sinceramente que s¨ª, que me cost¨® mucho.
P. Llor¨® y todo.
R. S¨ª, me cost¨® mucho dejar aquello.
P. Tambi¨¦n debe costarle mucho llorar.
R. Pues s¨ª, es verdad. Cuando vivo una tensi¨®n emocional muy fuerte, trato de controlarme; debe hacerse. Pero ese d¨ªa no pude.
P. Guerra dijo algo muy brillante. Me refiero a la comparaci¨®n de Fraga con Saturno, devorando a sus hijos. Ese peligro de ser devorado ?no lo corre usted tambi¨¦n?
P. Creo que los dirigentes de este partido se han dado cuenta del paso que se ha dado. Es la primera vez que Fraga no es candidato a la presidencia del Gobierno en toda la historia del partido, y la primera vez que siendo presidente delega sus funciones en otra persona. Todo el mundo ha sido consciente de eso. Y eso supone que ahora hay que estar a la altura de las circunstancias.
P. Esto, supongo, le da una seguridad con vistas al futuro.
R. Yo no pido seguridades para el futuro. S¨¦ que el centro derecha espa?ol tiene que estar sometido a una evoluci¨®n. He hablado mucho de eso. Y ¨¦ste es un paso que hay que mirar con cierta perspectiva temporal. Sin digamos, urgencias hist¨®ricas, a vida o muerte. Yo creo que eso es as¨ª, y que lo entienden los dirigentes y los militantes de este partido, y la sociedad espa?ola. Pero te puedo decir que lo mismo que acepto sin condiciones hoy acepto sin condiciones ma?ana Soy partidario de ver las cosas con cierta perspectiva hist¨®rica Y como lo he defendido muchas veces a lo largo de estos a?os, ahora puedo seguir defendi¨¦ndolo. Pero cono he aceptdo sin condiciones, sin condiciones estar¨¦ hasta el final del embite. Luego, Dios dir¨¢. Soy un tipo de persona que sabe que no puede dominar ni controlar todas las circunstancias. Es bonito no tenerlo todo amarrado.
P. Bueno, yo creo que preferir¨ªa tener un poquito m¨¢s controlado un buen resultado electoral.
R. Por supuesto que s¨ª. Pero valiente pol¨ªtico ser¨ªa yo si dijera de antemano: s¨®lo puedo llegar hasta aqu¨ª. No acepto la resignaci¨®n, ni que las cosas no tengan remedio. Como no acepto que la pol¨ªtica que se practica en Espa?a sea la ¨²nica posible. Estoy convencido de lo contrario.
P. Pero, hablando en t¨¦rminos realistas, para que usted se sintiera bien, a gusto, ?qu¨¦ porcentaje de votos...?
R. No pongo l¨ªmites ni fronteras.
P. Yo pensaba que estar¨ªa pensando en despu¨¦s de las elecciones, en la oposici¨®n que piensa hacer.
R. No, me niego.
P. La derecha no tiene proyecto, ni estrategia, ni l¨ªderes. ?F¨ªjese lo que le queda por hacer!
R. Por eso hablo de un proyecto a largo plazo.
P. ?En qu¨¦ sentido su partido le crea poroblemas? Por ejemplo, usted ha hablado de la necesidad de dar entrada. a las nuevas generaciones.
R. Soy un candidato de 36 a?os.
P. S¨ª, pero f¨ªjese en los dem¨¢s. ?Qu¨¦ va a hacer con P¨ªo Cabanillas, Fernando Su¨¢rez, Osorio, Carro, Becaria... Tiene el partido lleno ele elefantes.
R. No creo en las rupturas. La gran virtud de la transici¨®n democr¨¢tica espa?ola es que se hizo sin rupturas. Porque la ruptura es mala. Las virtudes de una renovaci¨®n consisten en hacer las cosas ordenadamente y por sus propios tiempos. ?C¨®mo no va a ser emocionante que un hombre como Fraga, con lo que significa en esta casa y en la pol¨ªtica espa?ola, pase el testigo a una persona que tiene 36 a?os?
P. ?Piensa que se producir¨¢ un efecto domin¨®, que ser¨¢ f¨¢cil?
R. F¨¢cil no es nada. Lo importante es abrir un proceso, y eso se ha hecho. El centro-derecha ha tomado la decisi¨®n; con todas sus consecuencias, de hacer la acomodaci¨®n al tiempo que vivimos. Y luego enarbolamos esa bandera, porque no pienso dej¨¢rsela a nadie. Por ejemplo, yo creo que una sociedad es tanto m¨¢s fuerte cuanto m¨¢s libres son sus ciudadanos y cuanto mejor organizada est¨¢. Eso supone una conducta de gobierno y medidas de gobierno. Rechazo la idea de que toda iniciativa p¨²blica sea benefactora y que toda inicitiva social es ego¨ªsta. Si digo "gobernando liberalizaremos totalmente la televisi¨®n en Espa?a", no es un capricho; es que responde a esa idea. No pongamos l¨ªmites pol¨ªticos a la libertad.
P. Otro caso concreto. Su idea de la libertad, de la inicitiva privada, ?le lleva a pensar que la Iglesia espa?ola deber¨ªa pagarse su sustento, en vez de hacerlo a trav¨¦s de las arcas del Estado?
R. Aqu¨ª hay un sistema. El que quiere, contribuye al sostenimiento de la Iglesia con sus impuestos.
P. ?Quiere decir que, si un d¨ªa gobierna, esos miles de millones que la Iglesia recibe de los presupuestos del Estado los ahorrar¨ªa?
R. Ser¨ªa el ideal. La mejor forma es el sustento propio. ?Quieres que te diga una cosa? Yo no respeto otros intereses que los de los ciudadanos espa?oles, ni uno solo m¨¢s. De nadie.
P. El gesto de Cuevas hacia usted significa que se lleva bien con los empresarios. El alejamiento que se dio entre la derecha pol¨ªtica y los grupos sociol¨®gicamente cercanos -Hern¨¢ndez Mancha se llev¨® mal con los empresarios y a Fraga acabaron por abandonarle los banqueros-, ?acabar¨¢ con su liderazgo? ?Es necesario articular a todos esos grupos?
R. Habr¨ªa que ver qu¨¦ grupos son la derecha soci¨®logica, porque tengo encima de la mesa la declaraci¨®n de un banquero que dice que la ¨²nica pol¨ªtica econ¨®mica posible es la que hace el PSOE.
P. Bueno, pero los aliados naturales...
R. Yo no quiero otros aliados naturales que los ciudadanos. Y mire que agradezco el gesto de Cuevas. Tengo la confianza de llevarme bien con todo el mundo.
P. En caso de que algun d¨ªa gobernara, ?qu¨¦ har¨ªa con la ley del aborto? ?La derogar¨ªa?
R. No lo tengo previsto. Vot¨¦ en contra de esa ley porque prefiero la vida. Y sabr¨ªa distinguir entre lo que es la esfera legal y lo que pertenece a la libertad de conciencia de los cludadanmos.
P. Parece que su candidatura ha sido recibida con simpat¨ªa. ?Es consciente de que para ganar una elecciones se necesita tener carisma?
R. Lo s¨¦, estamos en el mundo de la comunicaci¨®n, de la imagen.
P. ?Y c¨®mo piensa arregl¨¢rselas?
R. Como pueda. ?Qu¨¦ quieres que te digat
P. ?Cree que anda sobrado de ese atractivo para las masas que le sobra a Felipe Gonz¨¢lez?
R. Hay opiniones diversas sobre eso. Algunos dicen que soy fr¨ªo. Yo creo que un pol¨ªtico debe mostrarse como es. Es algo que hay que tener en consideraci¨®n, pero no estoy dispuesto a sacrificar mi vida por ello: ni mi bigote ni el modo de peinarme. Podr¨ªa cambiarme de camisa, cosas por el estilo, pero no mucho m¨¢s.
P. ?Hay algo que le asuste9
R. No ver lo que me rodea, perder la perspectiva. A veces me he dicho: no te lo creas, no debes. El otro d¨ªa, un compa?ero me dec¨ªa, tras ser elegido candidato: "Va a ser muy duro, debes estar preparado". Y un segundo coment¨®: "No olvides que s¨®lo eres un hombre". Bueno, eso creo que no se puede olvidar, pero s¨ª se puede uno dejar llevar por una mala idea: que uno es autosuficiente, que no necesitas a nadie. Teino eso.
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