La guerrilla salvadore?a propone dejar las armas e integrarse en la vida pol¨ªtica en enero de 1990

Las reuniones entre representantes del Gobierno salvadore?o y el insurgente Frente Farabundo Mart¨ª para la Liberaci¨®n Nacional (FMLN) comenzaron ayer en M¨¦xico, ciudad en la que los rebeldes dieron a conocer lo que se considera su m¨¢s ambiciosa propuesta para poner punto final a la guerra civil del pa¨ªs centroamericano. El comandante Joaqu¨ªn VilIalobos, primer jefe militar de los guerrilleros salvadore?os, afirm¨® que el FMLN propone un alto el fuego para el pr¨®ximo 15 de noviembre y su integraci¨®n a la vida pol¨ªtica del pa¨ªs a m¨¢s tardar el 31 de enero de 1990.

A cambio de esta propuesta, que implica la suspensi¨®n de la lucha armada que el FMLN ha mantenido durante 10 a?os, la guerrilla pide al Gobierno y al Ej¨¦rcito, entre otras acciones: reformas al sistema judicial; acuerdos sobre el cese a la represi¨®n y sobre la vigencia de libertades democr¨¢ticas; juicio a los responsables del asesinato de monse?or ?scar Romero y a los involucrados en los escuadrones de la muerte; mantenimiento de las reformas econ¨®micas impulsadas por el anterior Gobierno, presidido por Jos¨¦ Napole¨®n Duarte; depuraci¨®n de las Fuerzas Armadas y adelanto de las elecciones legislativas programadas para 1991."Cuando se logre el acuerdo del cese del fuego, a m¨¢s tardar el 15 de noviembre, el FMLN est¨¢ dispuesta a dar el primer paso hac¨ªa su incorporaci¨®n a la vida pol¨ªtica, integrando a la legalidad, como partido pol¨ªtico, a sus dirigentes y activistas pol¨ªticos, as¨ª como sus radiodifusoras y dem¨¢s instrumentos de Prensa y propaganda", se lee en un p¨¢rrafo del documento oficial que el FMLN hizo circular hoy entre la Prensa y que posteriormente entreg¨® a la delegaci¨®n del Gobierno de Alfredo Cristiani.

Seg¨²n explic¨® Villalobos, la propuesta rebelde tiene "grandes riesgos", pero debido a la situaci¨®n que hoy prevalece en el mundo -de di¨¢logo y distensi¨®n-, y al momento pol¨ªtico interno que se vive en El Salvador -casi toda la sociedad pidiendo la paz-, es el momento de que ambas partes dejen de medir sus fuerzas "en el terreno militar" y lo hagan en una confrontaci¨®n pac¨ªfica.

La propuesta del FMLN ciertamente marca un paso adelante y diferente en relaci¨®n a todos sus anteriores planteam¨ªentos de paz. En primer lugar, no violenta la actual constituci¨®n pol¨ªtica y reconoce la legitimidad del Gobierno del partido ARENA. Al proponer integrarse como fuerza pol¨ªtica est¨¢ aceptando la legalidad a la que por a?os ha combatido.

De la delegaci¨®n gubernamental que asiste en M¨¦xico a las conversaciones poco puede esperarse. Su nivel de decisi¨®n es pr¨¢cticamente nulo y sus miembros est¨¢n m¨¢s como mensajeros que llevar¨¢n la propuesta rebelde que como negoc¨ªadores. Los sectores que tienen poder real incluyen al Gobierno de la derechista ARENA y sus diversas facciones, al Ej¨¦rcito, y a otro que no est¨¢ en El Salvador pero que s¨ª tiene enorme influencia en la toma de decisiones en la pol¨ªtica salvadore?a: la Administraci¨®n norteamericana de George Bush.

Por otra parte, en San Salvador, se desarroll¨® una manifestaci¨®n en protesta por la desaparici¨®n de sindicalistas, de la que se acusa a los escuadrones de la muerte salvadore?os.