Gil-Robles: "El espa?ol se resigna ante el poder"
El defensor del pueblo cree que algunos ayuntamientos confunden autonom¨ªa con autocracia
?lvaro Gil-Robles, defensor del pueblo, retoma ahora con su equipo, tras un mes de descanso, esa labor que ocasionalmente le lleva a sentirse un "desfacedor de entuertos que todo lo puede". Aunque los espa?oles le dirigen m¨¢s de 13.000 quejas anualmente, a¨²n cree que sus compatriotas se quedan cortos: "Los espa?oles somos muy resignados ante el poder, ante la Administraci¨®n". Y estima que el poder m¨¢s opresivo y que m¨¢s excesos comete se asienta en los peque?os ayuntamientos, en los que, "algunos confunden autonom¨ªa local con autocracia o alcaldada".
Pregunta. ?En el a?o y medio que lleva como Defensor del Pueblo qu¨¦ impronta ha conseguido dar a esta instituci¨®n?Respuesta. El balance de este a?o y pico ser¨ªa positivo y al mismo tiempo esperanzador. Hemos intentado seguir el impulso dado a esta instituci¨®n por el anterior equipo, del que yo form¨¦ parte, y empezar a divulgar la idea del Defensor del Pueblo para intentar apartarla de la parte que siempre va unida a esta instituci¨®n que tiene el atractivo t¨ªtulo de Defensor del Pueblo, un poco confuso para mucha gente. Intentanlos aclarar qu¨¦ es lo que podemos hacer y qu¨¦ es lor que no podemos hacen y orientar a la gente para que nos escriba s¨®lo sobre los temas de nuestra competencia. Como es positivo haber conseguido un cierto cambio de la Administraci¨®n p¨²blica, que ha pasado de ver con escepticismo esta instituci¨®n a considerar que tiene un papel constitucional y que hay que trabajar en serio con ella en raz¨®n a lospropios intereses de los ciudadanos.
Papel definido
P. ?Qu¨¦ metas se ha fijado hasta el fin de su mandato?
R. Me dar¨ªa por satisfecho si al terminar estos cinco a?os realmente la instituci¨®n fuese perfectamente conocida y sentida como algo propio por los espa?oles, no como,algo lejano o burocr¨¢tico. Y, al, mismo tiempo, que se hubiese consolidado totalmente en sus relaciones con las Administraciones y que no hubiese ya discusi¨®n no s¨®lo en cuanto al papel positivo en ayudar a resolver casos individuales, sino tambi¨¦n a cambiar nuestra desde el fondo y Administraci¨®n acambiar las normas que es preciso cambiar.
P.?Ha disipado ya, las reticencias que su nombramiento despert¨® en la oposici¨®n por su proximidad al PSOE?
R. Creo que s¨ª, aunque comprendo que se puedan tener dudas y reticencias. Pero eso no me ha condicionado. Empec¨¦ a trabajar sin pensar en ello dos veces. Y me puse a hacer lo que ten¨ªa que hacer, y a decir lo que ten¨ªa que decir y, en algunos casos, a no dec¨ªr lo que algunos quer¨ªan que dijese. Ha habido unanimidad de los grupos parlamentarios en felicitar al Defensor del Pueblo por su ecuanmudad, independencia y rigor.
P. ?El Gobierno super¨® su sorpresa de que saliera tan d¨ªscolo?
R. No tengo la sensaci¨®n de que el Gobierno piense que soy d¨ªscolo. Creo, simplemente, que todas las instituciones tienen que cumplir su papel constitucional. Nuestro papel es especialmente complicado, no s¨®lo por su novedad, sino porque est¨¢ configurado para recibir las quejas de los ciudadanos, no los parabienes, sobre lo que entienden que funciona mal en la Administraci¨®n. Y, claro, no es grato escuchar 16 que va mal.
P. Su informe sobre las urgencias hospitalarias levant¨® ampollas en el Gobierno.
R. Aquel informe respond¨ªa a una realidad, y estaba balanceado. Hab¨ªa hospitales que estaban bien y otros que no estaban tan bien. El hecho de que no estabamos tan descaminados en lo que dec¨ªamos lo prueba que la respuesta del ministro de Sanidad fue poner en marcha inmediatamente las reformas necesarias.
Expulsiones irregulares
P. ?Persisten las expulsiones irregulares de extranjeros?.
R. Deber¨ªamos ser m¨¢s generosos en la aplicaci¨®n de la ley de extranjer¨ªa, sin necesidad de cambiar nada. Son personas con los que en muchos casos hay que tener, una cierta consideraci¨®n por los a?os que han pasado entre nosotros, las raices que han establecido, el. trabajo que, han dedicado a la sociedad espa?ola, etc. Y, sin entrar en el ¨¢nimo de la aplicaci¨®n de la ley, pedir¨ªa que,se respete ¨¦l procedimiento legal de expulsi¨®n,plazos, posibilidad de recurrir y de ser informado para defenderse.
P. ?Son resignados los, espa?oles ante el poder?
R. Que los espa?oles somos, muy resignados ante el poder, ante la Administraci¨®n es evidente, aunque se va tomando ya conciencia de los derechos y deberes. Pero es verdad que el espa?ol tiene resignaci¨®n ante el poder, sobre todo en el ¨¢mbito rural no sea que se enfade don fulano.
P. ?Creo que la autoridad. local es la m¨¢s opresiva?
R. Es que es la administraci¨®n m¨¢s cercana, la m¨¢s directa. Son 8.000 peque?os gobiernos. Y algunos confunden autonom¨ªa local con autocracia o alcaldada. En el aparato del estado siempre es f¨¢cil encontrar una ¨²ltima autoridad que rect¨ªfica a la anterior. Es la administraci¨®n m¨¢s dura para el ciudadano porque es casi personal, en muchos pequefios municipios, donde el ayuntamiento es don fulano para el vecino.
P. A esto se une la mara?a de competencias, que impide deteriminar qu¨¦ administraci¨®n responsable de un desaguisado.
R. Es uno de los problemas que quiero trabajar. En este pa¨ªs no existe la coordinaci¨®n entre las administraciones. Amparados mq¨²e su,competencia llega hasta aqu¨ª, perviven situaciones de ilegalidad flagrante en Espa?a a?os y a?os.
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