La bolsa de Portugal prepara el mercado continuo y el de opciones y futuros

Antes de junio de 1990 las bolsas de Lisboa y Oporto estar¨¢n completamente informatizadas y dispondr¨¢n de una red privada de comunicaciones telef¨®nicas. ?stos son los aspectos m¨¢s perceptibles para el p¨²blico de la gran reforma del mercado de valores portugu¨¦s, anunciado conjuntamente por el ministro de Finanzas, Miguel Cadilhe, y el presidente de las bolsas de Lisboa y Oporto, Veiga Anjos.La consolidaci¨®n del mercado de capitales y el creciente inter¨¦s de los inversores extranjeros, estimulado por el proceso de privatizaciones y el recurso de empresas p¨²blicas y privadas portuguesas al mercado de capitales para el financiamiento de sus planes de ampliaci¨®n y modernizaci¨®n, han llevado al Gobierno de Lisboa a realizar una fuerte inversi¨®n para reformar el sistema bursatil y ponerlo en condiciones de seguir el movimiento de los grandes mercados financieros internacionales.

La informatizaci¨®n y la creaci¨®n de un centro de proceso de datos que ser¨¢ instalado en Oporto y de un centro de t¨ªtulos, van a permitir la cotizaci¨®n en continuo de los valores inscritos en las bolsas portuguesas y la creaci¨®n de unos mercados de operaciones a plazo.

Agilidad y liquidez

Se trata del mercado de opciones y el de futuros, que contribuir¨¢n, seg¨²n Judite Correia, corredora de la Bolsa de Lisboa, a dar una mayor agilidad y liquidez al mercado portugu¨¦s. Se trata, tambi¨¦n, gracias a una mayor transparencia de los movimientos, de aumentar la confianza de los inversores y de alterar el perfil de la actual clientela, a¨²n esencialmente especuladora o sea, m¨¢s interesada en embolsar m¨¢s plusval¨ªas a trav¨¦s de operaciones de compra y venta a corto plazo que en apostar sobre los dividendos futuros de una buena cartera.El sistema escogido para la informatizaci¨®n de las bolsas portuguesas es el que funciona, desde 1983, en la Bolsa de R¨ªo de Janeiro, elecci¨®n justificada por Veiga Anjos por motivos de econom¨ªa de medios materiales y humanos. Adem¨¢s de ser el m¨¢s barato (18 millones de escudos, unos 14 millones de pesetas) el software propuesto por los brasile?os es considerado tambi¨¦n como el que exige el menor esfuerzo de adaptaci¨®n a las realidades portuguesas, con la posibilidad de contar con la participaci¨®n de t¨¦cnicos brasile?os en toda la fase de instalaci¨®n del proyecto.