Menem indultar¨¢ a finales de mes a 12 militares procesados por violar derechos humanos

La decisi¨®n est¨¢ tomada. El pr¨®ximo 30 de septiembre, el presidente Carlos Menem firmar¨¢ los indultos para cada uno de los 12 generales del Ej¨¦rcito de Tierra y almirantes que a¨²n contin¨²an bajo proceso, acusados de graves violaciones de los derechos humanos durante la guerra sucia contra la guerrilla. La situaci¨®n de los nueve ya condenados, entre los que se encuentran miembros de las juntas militares responsables tambi¨¦n de la guerra que Argentina libr¨® con el Reino Unido por las islas Malvinas, adem¨¢s de los generales Ram¨®n Camps y Pablo Richirieri, ser¨¢ considerada por Menem "m¨¢s adelante".

El general Ren¨¦ Azpitarte muri¨®. El general Jos¨¦ Sexton qued¨® libre porque su expediente prescribi¨® tras el tiempo transcurrido desde que se inici¨® el sumario. De los 16 bajo proceso, quedaban 14, y son 12 los indultos confirmados. Menem a¨²n no ha resuelto qu¨¦ hacer con los generales Carlos Su¨¢rez Mason, extradido a Estados Unidos, y Luciano Men¨¦ndez, el ex comandante del Tercer Cuerpo con asiento en la ciudad de C¨®rdoba, que dirig¨ªa personalmente las sesiones de tortura en el campo de concentraci¨®n llamado La Perla.La liquidaci¨®n por etapas del llamado problema militar se pondr¨¢ en escena el s¨¢bado 30, un d¨ªa despu¨¦s de que el presidente argentino regrese del viaje oficial que inicia la semana pr¨®xima a Estados Unidos. Ese s¨¢bado, a las 8.30, Menem recibir¨¢ en el aeropuerto de la ciudad de Rosario, 380 kil¨®metros al noroeste de Buenos Aires, los restos mortales del brigadier general Juan Manuel de Rosas, desenterrados del cementerio brit¨¢nico de Southampton por una comisi¨®n encargada de su repatriaci¨®n.

Luego de la misa al pie del monumento nacional a la bandera, la corbeta Comandante Espora, trasladar¨¢ el ata¨²d por el r¨ªo Paran¨¢ hasta la capital federal, donde ser¨¢ recibido nuevamente por Menem. Rosas, llamado el restaurador de las leyes por los historiadores de la corriente revisionista, y calificado de tirano por los vicios liberales, es el s¨ªmbolo m¨¢s perdurable de la guerra civil que enfrent¨® a unitarios y federales en la primera mitad del siglo pasado, poco despu¨¦s de declarada la independencia del pa¨ªs y antes de que se iniciara el proceso de la organizaci¨®n nacional.

Menem atraviesa la historia argentina sin detenerse a mirar d¨®nde pisa. El viernes bail¨® una zamba y un tango en un festival ben¨¦fico retransmitido por la televisi¨®n a todo el pa¨ªs. El s¨¢bado, tras disputar varios sets de tenis en pareja con la jugadora argentina Gabriela Sabatini, tercera en la clasificaci¨®n mundial, se sent¨® a un lado de la cancha en la quinta presidencial y anunci¨® la decisi¨®n de indultar a los militares procesados. Esa noche se fue a cenar al restaurante m¨¢s popular de la ciudad, la cantina Fechor¨ªa, del espa?ol Jos¨¦ Alberte, y el domingo por la tarde tambi¨¦n se present¨® de forma espont¨¢nea en los estudios desde donde se emite un programa dedicado a los estudiantes secundarios.

Debajo suyo los muertos se revuelven en sus tumbas. Los peri¨®dico conservadores, que apoya sin condiciones la pol¨ªtica de Menem, favorable a las privatizaciones, le han advertido en sus editoriales sobre "el reposo de los muertos" hist¨®ricos -Rosas. Sarminento, Vicente L¨®pez y Planes-, cuyos traslados impulsa el Gobierno.

Las juventudes de los partidos pol¨ªticos preparan un masivo festival musical para ma?ana en el que esperan reunir a una multitud contraria al indulto. Su propio partido peronista le recomienda al presidente que exija, antes de indultar, "gestos de arrepentimiento" a los responsables de la represi¨®n durante la dictadura.