Formaci¨®n electoral

La pr¨®xima celebraci¨®n de un nuevo proceso electoral me hace reflexionar sobre un aspecto del mismo que, como ciudadano de un pa¨ªs democr¨¢tico, me produce aut¨¦ntica verg¨¹enza.El desconocimiento de la mec¨¢nica electoral b¨¢sica, relativa a la constituci¨®n de la mesa, desarrollo de la votaci¨®n y escrutinio, provoca en las personas elegidas para desempe?ar las funciones de presidente o vocal una especie de p¨¢nico que les impide actuar con un rn¨ªnimo de seguridad. Los ciudadanos no somos conscientes todav¨ªa de que el presidente de mesa es la m¨¢xima autoridad en un colegio electoral, y de ello se aprovechan, las m¨¢s de las veces, interventores, apoderados y personas encargadas de encuestas y sondeos, que se convierten as¨ª en aut¨¦nticos directores del proceso electoral, sobre todo en la fase del escrutinio.

Vivir en democracia supone dotar a los ciudadanos de un pa¨ªs de una aut¨¦ntica cultura democr¨¢tica, de la que forma parte el desempe?o de estas funciones, y no incluir entre la documentaci¨®n necesaria para la constituci¨®n de la mesa o el escrutinio un folleto de instrucciones. Y a veces ni siquiera eso.

Los errores cometidos por estos sacrificados ciudadanos a causa de su desconocimiento provocan en los votantes las m¨¢s enconadas iras ante los retrasos sufridos en la, apertura de los coleglos electorales o la imposibilidad de ejercer su derecho al voto con normalidad, y en los casos m¨¢s graves, la impugnaci¨®n de los resultados, lo que transforma en est¨¦ril y bald¨ªo el esfuerzo realizado durante la jornada. Pero atenta sobre todo contra esa fracci¨®n de la soberan¨ªa que reside en cada ciudadano del pueblo espa?ol y contra el derecho a participar en los asuntos p¨²blicos, directamente o por medio de representantes.

Los interventores son instruidos por sus partidos; los encuestadores, por sus empresas; los votantes, por los medios de comunicaci¨®n. Pero a presidentes y vocales de mesas electorales, los forma?-