Comp¨¢s de espera
El futuro mapa el¨¦ctrico, pendiente de la redacci¨®n final del nuevo Plan Energ¨¦tico Nacional
Mientras algunos responsables de la Administraci¨®n energ¨¦tica siguen insistiendo en que el Gobierno no considera urgente la reordenaci¨®n del sector el¨¦ctrico espa?ol y que no es l¨®gico pensar en fusiones inmediatas entre empresas, en medios del propio sector se insiste en que la toma de posici¨®n en Sevillana de Electricidad por parte de la Empresa Nacional de Electricidad (ENDESA) ha tra¨ªdo un factor de incertidumbre y ha creado una serie de interrogantes que se han traducido en que los accionistas tradicionales de las principales empresas se hayan lanzado a una carrera tendente a reforzar sus participaciones, en un enloquecido baile de compras que ha terminado por hacer que al final sea m¨¢s el ruido que las nueces.
"No hay que darle m¨¢s vueltas ni buscar donde no hay: ENDESA ha tomado una posici¨®n en Sevillana sin af¨¢n alguno de control y porque quiere avanzar en el desarrollo de planes conjuntos, en l¨ªnea con los que se han llevado a cabo desde hace algunos a?os", afirmaba el secretario general de la Energ¨ªa, V¨ªctor P¨¦rez Pita, mientras apuraba una copa en el bar del hotel The Queen Elizabeth, de Montreal, una ciudad que en estos d¨ªas ha sido el punto de encuentro de todos los responsables energ¨¦ticos mundiales.Simult¨¢neamente, muy cerca de P¨¦rez Pita, algunos asistentes espa?oles comentaban, no sin extra?eza, el hecho de que, en contra de lo anunciado, no se hubieran desplazado hasta Canad¨¢ ni el presidente de ENDESA, Feliciano Fuster, ni el de Sevillana, Fernando de Ybarra.
Para muchos expertos espa?oles, el paso dado por ENDESA en la empresa andaluza ha supuesto un cambio radical y una ruptura de hecho en la correlaci¨®n de fuerzas existentes en el sector, mientras que otros insisten en que los movimientos en torno a Hidrola e Iberduero fueron bastante previos a que se diera a conocer la operaci¨®n ENDESA-Sevillana, "por lo que parece l¨®gico pensar que fue otro el que rompi¨® la baraja".
Para los m¨¢s ecl¨¦cticos, "es evidente que el Banco Bilbao Vizcaya (BBV) y ENDESA han actuado de forma concertada", aunque tampoco faltan los que sospechan que la posici¨®n de la empresa p¨²blica en Sevillana podr¨ªa haber alcanzado inicialmente la cifra del 18%, y que s¨®lo las fuertes presiones pol¨ªticas ejercidas habr¨ªan obligado a la sociedad que preside Feliciano Fuster a vender al BBV al menos un 8% de su paquete accionarial. Una versi¨®n ¨¦sta que fue desmentida por ENDESA, el Instituto Nacional de Industria (INI) y el propio Ministerio de Industria.
Las cr¨ªticas
En Montreal -c¨®mo no- tambi¨¦n se han dejado o¨ªr bastantes cr¨ªticas hacia cada una de las dos compa?¨ªas. Desde que Sevillana se ha autoensalzado tanto que "la proximidad al sol, como al joven ?caro, ha terminado por derretir sus alas de cera", hasta que "es intolerable" que una empresa p¨²blica compre un importante paquete de una compa?¨ªa el¨¦ctrica privada con los recursos que obtiene "gracias a una situaci¨®n de absoluto privilegio". En definitiva, tras esa cr¨ªtica late el viejo contencioso derivado de que las empresas privadas est¨¦n obligadas, mediante un contrato recogido ahora en el marco estable, a adquirir energ¨ªa a ENDESA a un precio predeterminado, considerado excesivamente alto por las compa?¨ªas.Lo que desde luego muy pocos dudan dentro del sector es que ¨¦ste camina a marchas forzadas hacia un inevitable proceso de reorganizaci¨®n interna, que desembocar¨¢ en fusiones entre compa?¨ªas. Las razones son m¨²ltiples. Una de ellas, quiz¨¢ la primera, porque la administraci¨®n -al menos la que tenemos hasta este momento- est¨¢ firmemente persuadida de que eso debe ser as¨ª. Otro factor coadyuvante a este previsible proceso lo determinar¨¢ el nuevo Plan Energ¨¦tico Nacional (PEN), previsto para el segundo semestre de 1990, que vendr¨¢ a dar un nuevo pistoletazo en la carrera inversora de las el¨¦ctricas, y est¨¢ claro que hay algunas que, hoy por hoy, no est¨¢n en condiciones de salir a la pista.
La fuerte atomizaci¨®n, los desequilibrios estructurales del sector, la necesidad de racionalizar algunos mercados son argumentos para justifaicar fusiones.
La convicci¨®n de que son inevitables los procesos de concentraci¨®n ha provocado ya las primeras quinielas, que b¨¢sicamente se reducen a un doble modelo alternativo. Por un lado, se encuentra el de quienes sostienen que el futuro del sector el¨¦ctrico espa?ol pasa por dos grandes n¨²cleos (Iberduero-Hidrola-Sevillana y ENDE SA-Uni¨®n-Fenosa-FECSA) y, por otro , el de los que plantean la reestructuraci¨®n sobre tres patas (Iberduero, Hidrola y ENDESA), cada una de las cuales, con capacidad suficiente para absorber a una compa?¨ªa peor posicionada que ella.
Los responsables de la Administraci¨®n, que p¨²blicamente rechazan cualquier posibilidad de intervenir "en algo en lo que las empresas privadas son totalmente libres y soberanas", afirman, sin embargo, confidencialmente, que el modelo que menos les satisface es aquel "en el que ENDESA tenga que bailar con la m¨¢s fea".
Para buena parte de los expertos, la respuesta a cu¨¢les ser¨¢n los movimientos que se van a seguir en el seno del sector el¨¦ctrico espa?ol no debe buscarse tanto en los despachos de los presidentes de esas compa?¨ªas como en los de los banqueros que tradicionalmente han ejercido una influencia decisiva en ellas. En todo caso, hay que esperar al resultado de las elecciones, de las que surgir¨¢ ese otro importante mapa, el pol¨ªtico.
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