Polonia desplaza a Latinoam¨¦rica en los debates de la asamblea del Fondo Monetario Internacional

Polonia tiene embelesadas a las grandes potencias econ¨®micas. El nuevo Gobierno polaco ha recibido la m¨¢s c¨¢lida acogida que pueda imaginarse en el Fondo Monetario Internacional (FMI), en el Banco Mundial y en el Grupo de los Siete (G-7). Los n¨²cleos de poder de la asamblea anual del Fondo y del Banco, clausurada ayer en Washington, han invertido m¨¢s tiempo y entusiasmo en estudiar y celebrar el desmantelamiento de los sistemas econ¨®micos de planificaci¨®n central en los pa¨ªses del Este europeo, con Polonia al frente, que en repasar el funcionamiento del Plan Brady sobre reducci¨®n de deuda externa.

La delegaci¨®n polaca asisti¨® a la asamblea de Washington estaba encabezada por el ministro de Finanzas, Leszek Balcerowicz, un hombre joven y de aspecto t¨ªmido al que aparentemente sorprendi¨® el inter¨¦s que su persona suscitaba. Seis de los siete ministros de Finanzas del G-7 (los de Estados Unidos, Jap¨®n, RFA, Francia, Reino Unido e Italia) se entrevistaron con ¨¦l. El s¨¦ptimo, el ministro canadiense, no pudo hacerlo porque Balcerowicz ten¨ªa ya repleta la agencia. Su presencia era imprescindible en los c¨®cteles y festejos que florecen en torno a esta asamblea anual; de no comparecer el ministro polaco, la recepci¨®n m¨¢s brillante pod¨ªa darse por fracasada. La media docena de t¨¦cnicos que acompa?aba a Balcerowicz tuvo que multiplicarse para que nadie se quedara sin sentar un polaco a su mesa.El esfuerzo de los delegados de Polonia no quedar¨¢, sin embargo, sin recompensa. Parece seguro que los pa¨ªses ricos, con Estados Unidos al frente, conceder¨¢n al Gobierno de Varsovia una ayuda urgente de 1.500 millones de d¨®lares, aunque el presidente norteamericano, Georg Bush, se neg¨® ayer a confirmar ese pr¨¦stamo. Balcerowicz detall¨® que 1.000 de los 1.500 millones solicitados se destinar¨ªan a crear una reserva de divisas que permitiera estabilizar los tipos de cambio de la moneda polaca, que ayer mismo sufri¨® una devaluaci¨®n del 20% frente a las divisas occidentales dirigida a conseguir un tipo de cambio ¨²nico y a acabar con la especulaci¨®n y el mercado negro. Los 500 millones de d¨®lares restantes se emplear¨ªan en la importaci¨®n de bienes como fertilizantes y medicamentos.

El director del FMI, el franc¨¦s Michael Camdessus, tuvo que negar rotundamente a preguntas de los periodistas que el entusiasmo por Polonia se debiera a alg¨²n tipo de sentimiento anticomunista. Un director del Banco Mundial, Stanley Fischer, opin¨® que la cuesti¨®n polaca suscitaba inter¨¦s por el reto que planteaba. "El Banco Mundial", dijo, "tiene una considerable experiencia en la ayuda a pa¨ªses en desarrollo para que adopten las medidas de ajuste econ¨®mico apropiadas, pero saben mucho menos acerca de c¨®mo conseguir el control macroecon¨®mico cuando la estructura empresarial b¨¢sica de las econom¨ªas de mercado no existe". Fischer se aventur¨® a predecir que Polonia, y los dem¨¢s pa¨ªses del Este embarcados en el proceso de reforma, "dif¨ªcilmente podr¨¢n evitar altas tasas de inflaci¨®n" durante el cambio.

Las ayudas

Hasta el momento, Polonia ha recibido 170 millones de d¨®lares de Estados Unidos y 120 millones de la Comunidad Europea para la importaci¨®n de alimentos, m¨¢s otros 90 millones de d¨®lares prestados por Francia, 40 millones aportados por el Reino Unido para formaci¨®n profesional y 45 millones de d¨®lares llegados de Suecia para la protecci¨®n del medio ambiente. El grueso de la ayuda est¨¢ por llegar: el FMI tiene en cartera la concesi¨®n de 2.500 millones de d¨®lares que, seg¨²n dijo Camdessus, "podr¨ªa empezar a entregarse antes de fin de a?o", y Estados Unidos estudia la aportaci¨®n global de otros 4.000 millones de d¨®lares, solicitados por Polonia a la Administraci¨®n y a bancos privados. Un factor adicional de gran importancia es la ayuda "sin condiciones ni l¨ªmites" prometida a los l¨ªderes del sindicato Solidaridad por altos funcionarios del Gobierno de Bonn, seg¨²n informa esta semana el semanario Bussiness Week.Polonia tiene actualmente una deuda externa que supera los 35.000 millones de d¨®lares, de los que 13.000 se adeudan a bancos comerciales. Dicha deuda supone el 55,7% de su producto interior bruto (PIB). Su balanza comercial est¨¢ pr¨¢cticamente equilibrada.

Mientras Polonia disfrutaba de un papel estelar, los pa¨ªses latinoamericanos, que hab¨ªan concentrado la atenci¨®n en anteriores asambleas, quedaron relegados a un oscuro segundo plano. S¨®lo Argentina, cuyo presidente, Carlos Menem, se paseaba el mi¨¦rcoles por la noche por Georgetown (el barrio t¨ªpico de Washington) en busca de un lugar donde bailar y tomar una copa, ha salido con bien de la reuni¨®n.

La concesi¨®n por parte del Fondo Monetario de un cr¨¦dito stand by (entregado a plazos y condicionado al cumplimiento de los compromisos gubernamentales en materia de ajuste econ¨®mico) permitir¨¢n, en teor¨ªa, que Argentina inicie conversaciones premilinares con sus bancos acreedores. Pero los bancos no parecen estar para nadie. S¨®lo el Citicorp y el Lloyds han declarado su intenci¨®n de tomar parte en el sonado acuerdo de reducci¨®n de deuda alcanzado este verano con M¨¦xico, cuyo ¨¦xito se daba por seguro hace un mes y ahora se ve en peligro.