La muerte de Marcos desata una pol¨¦mica sobre su entierro
El ex dictador Ferdinand Marcos, que gobern¨® Filipinas con mano dura durante 17 a?os, muri¨® ayer a los 72 a?os en el exilio en Honolul¨² (Hawai, EE UU), adonde huy¨® cuando fue derrocado por una rebeli¨®n popular en febrero de 1986. La muerte de Marcos ha abierto una inmediata pol¨¦mica sobre su entierro. Mientras su viuda, Imelda, ha declarado que quiere que sea enterrado en Filipinas, la presidenta Coraz¨®n Aquino descarta totalmente esa posibilidad para preservar "la tranquilidad del Estado y la sociedad".
Marcos muri¨® a las 0.40, hora local (11.40 en Espa?a peninsular) en el Centro M¨¦dico de St. rancis de Honolulu, donde permanec¨ªa en estado cr¨ªtico desde hac¨ªa ocho meses. Antes de morir, abri¨® los ojos y vi¨® por ¨²ltima vez a su ¨²nico hijo var¨®n, Ferdinand, y a su esposa, Imelda, seg¨²n inform¨® el portavoz de la familia, Roger Peyuan.El portavoz dijo que a¨²n no se hab¨ªa decidido d¨®nde ser¨ªa sepultado el cuerpo de Marcos, pero Imelda hab¨ªa declarado antes que no permitir¨ªa que el entierro se efectuara en territorio estadounidense, adonde el ex dictador debi¨® huir tras su derrocamiento. El hijo de Marcos un llamamiento al "coraz¨®n" de las autoridades filipinas para que permitan el traslado del cuerpo a Filipinas. "Espero que prevalezca su compasi¨®n", dijo.
La respuesta, sin embargo, fue inmediata. Mientras el partido Movimiento de la Nueva Sociedad, fundado por Marcos y dirigido por sus leales, llamaba a la calma y a evitar incidentes, el Gobierno filipino advert¨ªa que no permitir¨¢ el entierro del ex dictador en su pa¨ªs, "en el inter¨¦s de aquellos para quienes la muerte de Marcos sucitar¨¢ pasiones y conflictos". Pese a que no se registraron incidentes inmediatos, el alto mando del Ej¨¦rcito filipino se reuni¨® urgentemente y las tropas fueron puestas en estado de alerta en la isla de Mindanao, al sur del archipi¨¦lago, donde opera una guerrilla musulmana.
La presidenta, Coraz¨®n Aquino -viuda a su vez de quien fuera lider de la oposici¨®n a Marcos, Beningno, asesinado bajo la dictadura- envi¨® un mensaje de condolencia a la familia de Marcos en la que le manifestaba: "Conozco esa clase de p¨¦rdidas".
La pol¨¦mica sobre el destino del cad¨¢ver se zanj¨®, de momento, con una declaraci¨®n del Departamento de Estado norteamericano, que anunci¨® que se impedir¨¢ que los restos salgan de EE UU. La Administraci¨®n Federal de Aviaci¨®n ha ordenado que ning¨²n vuelo salga de EE UU con el cad¨¢ver de Marcos, dijo el portavoz del Departamento de Estado, Richard Boucher.
La petici¨®n por el retorno del cad¨¢ver de Marcos a Filipinas fue formulada por el Partido Nacionalista filipino (PN), integrado por varias formaciones de derecha y dirigido por el vicepresidente del pa¨ªs, Salvador Laurel. En una conferencia de prensa en la que estaba acompa?ado por el ex ministro de Defensa y actual senador Jaime Ponce Enrile, Laurel pidi¨® a Coraz¨®n Aquino que olvide "diferencias personales" y permita el entierro en Filipinas. "Impedir su vuelta ser¨ªa como cortejar la desestabilizaci¨®n", dijo. El dirigente explic¨® que habl¨® por tel¨¦fono con Imelda Marcos, quien le dijo que presentar¨¢ una solicitud formal ante EE UU y Filipinas para que se permita el traslado del cad¨¢ver.
Seguir¨¢n los juicios
La muerte de Marcos, por otra parte, no significar¨¢ el fin de los procesos judiciales que el Gobierno filipino ha iniciado en su contra por apropiaci¨®n indebida de fondos estatales.Las demandas contra Marcos recaer¨¢n ahora por completo sobre su viuda, Imelda, que hasta ahora era coacusada. Los Marcos encaran procesos en Suiza, donde est¨¢ la mayor parte de su fortuna, y en Estados Unidos, donde se les acusa de fraude inmobiliario y otros delitos por una cantidad cercana a los 330 millones de d¨®lares (40.000 millones de pesetas). Se sospecha que los Marcos tienen cerca de 1.500 millones de d¨®lares repartidos en 49 cuentas de seis bancos suizos, pero el portavoz del ministerio de Justicia suizo, Joerg Kistler, estim¨® que una cifra m¨¢s cercana a la realidad es 120 millones de d¨®lares.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.