Chismoneo
Pensaba hasta hace bien poco que el chismorreo s¨®lo constitu¨ªa fuente de noticia para cierto tipo de publicaciones, y que el periodismo responsable s¨®lo lo vend¨ªa a los lectores en determinadas ¨¦pocas por fines bien l¨²dicos, bien de apoyo soterrado durante las campa?as electorales o, simplemente, para el saneamiento desesperado de una econom¨ªa dom¨¦stica ida a pique.Mas, ?c¨®mo iba yo a sospechar que un diario modelo del periodismo responsable occidental como lo es EL PA?S llegase a convertir el chismorreo en fuente leg¨ªtima de informaci¨®n y an¨¢lisis pol¨ªtico! Y si ello quedara dentro del escenario nacional o europeo, como gusten, el caso no hubiese tenido mayores implicaciones, puesto que uno, a fin de cuentas, es libre y aqu¨ª hay para todos los gustos
Sin embargo, EL PA?S (jueves 21 de septiembre) elev¨® tan indecente herramienta a la categor¨ªa de cr¨®nica-an¨¢lisis de pol¨ªtica internacional, retratando la compleja realidad de la posguerra en Irak, mediante la injuriosa pluma de su gregario enviado especial. ?L¨¢stima!-
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