En el camino de Swann

Por algunas descripciones musicales, el lector que conozca el jazz puede haber identificado el sonido de la trompeta de Billy Swann, el viejo maestro de El invierno en Lisboa, con Chet Baker, pero dif¨ªcilmente pudo incorporar su rostro blanco al personaje. Que Dizzy Gillespie vaya a representar el personaje de Swann en su versi¨®n cinematogr¨¢fica es algo que hay que saludar con toda la importancia que tiene, tanto para el cine, como para la novela original de Mu?oz Molina. Con Gillespie se incorpora al casting un inmens¨ªsimo trompetista, compositor, arreglista pianista ocasional, leaderband, cantante, percusionista con las tumbaderas, bromista, bailar¨ªn, protagonista de una revoluci¨®n musical que sigue renaciendo 40 a?os despu¨¦s y tambi¨¦n, sin duda, un gran actor. Siempre lo ha sido y tambi¨¦n se puede saber que en este hombre de humor habita una alt¨ªsima inteligencia musical.Si en Round Midnight Dexter Gordon aport¨® parlamentos y puntos de vista, es impensable que Dizzy pueda (ni deba) detenerse en el gui¨®n. Dizzy, la imagen del joven airado de los a?os cuarenta, es hoy para nuevas generaciones tan magn¨ªfico patriarca como pudo serlo Armstrong en su tiempo.