El voto del bolsillo
Los partidos prometen bajar los impuestos d¨ªas antes de que se abran las 'urnas' de Hacienda
La campa?a electoral de este a?o dejar¨¢ el testigo a otra campa?a, la de la renta. Nada m¨¢s depositar su voto, los espa?oles se pondr¨¢n manos a la obra para cumplir no con un derecho, sino con una obligaci¨®n. El calendario fijado por el Gobierno para ambas convocatorias ha permitido asistir a una circunstancia curiosa: mientras los espa?oles que pagan impuestos sienten que cada vez se les aprieta m¨¢s el bolsillo todos los partidos, incluido el socialista, prometen que rebajar¨¢n y distribuir¨¢n mejor la carga fiscal.L¨¢stima que no se les haya ocurrido antes, en especial al PSOE. El partido en el Gobierno dej¨® pasar este a?o la oportunidad de realizar una gran reforma fiscal en el sentido que ahora propone. Tras la sentencia del Tribunal Constitucional del pasado 20 de febrero que desbarat¨® todo un sistema fiscal basado en la acumulaci¨®n de rentas en la unidad familiar, el Gobierno opt¨® por guardar la vi?a.
Se abrieron dos caminos. El primero, m¨¢s costoso para las arcas p¨²blicas, supon¨ªa modernizar el sistema fiscal espa?ol y alejarlo de los tribunales. El que finalmente se adopt¨® tendr¨¢ un menor efecto en las arcas del Estado -194.000 millones de pesetas-, aliviar¨¢ la carga fiscal para los matrimonios en que los dos c¨®nyuges obtienen rentas, pero no se aleja m¨¢s que lo imprescindible del sistema anterior.
Incluso se perdi¨® a principios de a?o otra oportunidad de adoptar otra medida coherente con la idea de aligerar la carga fiscal a quienes pagan impuestos. El Gobierno decidi¨® no actualizar las retenciones de los rendimientos del trabajo seg¨²n la inflaci¨®n, con lo que, indirectamente, se subieron. Otra vez la pol¨ªtica de guardar la vi?a. Recaudar antes, aunque despu¨¦s haya que devolver, es una operaci¨®n ventajosa desde el punto de vista financiero. De paso, los espa?oles tienen menos dinero para gastar y no se echa le?a al fuego de la inflaci¨®n.
Algo de justicia tendr¨¢ la propuesta de rebajar los impuestos cuando todos los partidos coinciden en este reclamo. La situaci¨®n fue expuesta con extraordinaria crudeza en el ¨²ltimo informe de la Organizaci¨®n para la Cooperaci¨®n y el Desarrollo Econ¨®mico (OCDE) sobre la econom¨ªa espa?ola. Los ciudadanos que declaran impuestos en Espa?a, dec¨ªa la OCDE, pagan m¨¢s que la mayor¨ªa de los ciudadanos de los pa¨ªses occidentales. La evasi¨®n fiscal es alta -a?ade-, pero se da m¨¢s frecuentemente entre los empresarios y profesionales que entre los trabajadores.
La lucha contra el fraude fiscal no ha dado, por ahora, un salto cualitativo en Espa?a. En el a?o 1982 hab¨ªa en Espa?a 6,2 millones de declarantes del impuesto sobre la renta; el a?o pasado hubo ocho millones. En el a?o 1982 se declararon rentas por valor de 6,7 billones de pesetas, y el ejercicio pasado, 13,2 billones. En el per¨ªodo de Gobierno socialista han aparecido, pues, dos millones m¨¢s de declarantes del IRPF (un 25% m¨¢s), pero, en conjunto, se han declarado ingresos cercanos al doble.
El pasado a?o, con respecto al anterior, pr¨¢cticamente el mismo n¨²mero de contribuyentes (aument¨® en 130.000) declar¨® 1,39 billones de pesetas m¨¢s. Este a?o puede cambiar algo la tendencia, pero debido a factores normativos, ya que habr¨¢ m¨¢s contribuyentes porque los matrimonios con dos rentas pueden declarar por separado, y as¨ª ¨¦stos pagar¨¢n menos impuestos.
La 'reina madre'
El problema es que el impuesto sobre la renta, la reina madre del sistema fiscal, es en la pr¨¢ctica un tributo sobre las n¨®minas. Para las rentas del trabajo no hay posible escapatoria, mientras que buena parte de otras ganancias se las han arreglado para pasar inadvertidas al fisco.
En el travelling de los siete a?os de mandato socialista se ha corregido algo la situaci¨®n. As¨ª, en 1982 las rentas del trabajo declaradas supon¨ªan el 82,31% del total, mientras el resto -rentas empresariales, profesionales, agr¨ªcolas, del capital mobiliario e inmobiliario- representaban el 17,6%. El pasado a?o, los rendimientos del trabajo declarados bajaron su porci¨®n en la tarta de renta hasta el 75,41%.
Si atendi¨¦ramos a los rendimientos medios declarados a Hacienda, resultar¨ªa que los trabajadores ganan m¨¢s que, por ejemplo, los empresarios (1,5 millones de pesetas frente a 903.142 pesetas). Y si no hubi¨¦ramos asistido al boom inmobiliario, podr¨ªa ser hasta normal que los rendimientos declarados por este concepto hubieran disminuido un 21,4%.
Los empresarios argumentan que no todos los impuestos que pagan se reflejan en el IRPF -donde van a parar las rentas de los peque?os empresarios-, ya que est¨¢ adem¨¢s el impuesto de sociedades y, puestos a sumar, las cotizaciones a la Seguridad Social. Sin embargo, como expresa el mencionado informe de la OCDE, "la fiscalidad de las sociedades en Espa?a es d¨¦bil". Desde los a?os setenta se ha mantenido pr¨¢cticamente invariable el tipo impositivo del 35%, que es inferior a la media europea, al tiempo que se han aumentado las deducciones por inversi¨®n y creaci¨®n de empleo para superar la crisis econ¨®mica.
El fraude fiscal es un fen¨®meno extendido en Espa?a, como lo demuestran los estudios realizados hasta ahora. Se centra en dos sectores donde ¨²ltimamente se ha ganado mucho dinero, el financiero -las p¨®lizas de seguro de prima ¨²nica y otros activos- y el inmobiliario, donde Hacienda apenas s¨ª ha podido hincarle el diente a las plusval¨ªas generadas en los ¨²ltimos a?os.
En un estudio realizado por un grupo de expertos respaldado por el Instituto de Estudios Fiscales y dirigido por Manuel Lagares, se revel¨® que en el a?o 1986 algo menos de la mitad de lo que hab¨ªan ganado los espa?oles se ocult¨® a Hacienda. En los rendimientos del trabajo el porcentaje de cumplimiento era mayor (72%), mientras que en las restantes ganancias apenas se alcanz¨® el 30%. El grupo de expertos termina estos d¨ªas un nuevo informe que se dar¨¢ a conocer pasadas las elecciones.
Esta realidad coincide con los resultados de una encuesta realizada por el Centro de Investigaciones Sociol¨®gicas (CIS) el pasado a?o sobre la actitud de los espa?oles ante el fraude fiscal. Un porcentaje abrumador (el 74%) pensaba que "cuanto m¨¢s dinero se tiene m¨¢s f¨¢cil es escurrir el bulto y pagar menos impuestos". Otro 66% opinaba que "en Espa?a los ¨²nicos que pagan lo que les corresponde son los que cobran un sueldo fijo".
En otros pa¨ªses con una cultura fiscal tan avanzada como los servicios p¨²blicos que perciben sus ciudadanos por los impuestos que pagan, la tendencia es a reducir los impuestos que gravan las rentas personales. Espa?a est¨¢ todav¨ªa en la fase de lograr que todos los obligados a contribuir lo hagan. Aunque siempre habr¨¢ ovejas negras, de lo que se trata es de que se pierdan en un gran reba?o.
'Ovejas negras'
Lo que ha ocurrido en los ¨²ltimos a?os es que el reba?o no ha aumentado en la misma proporci¨®n que lo ha hecho la recaudaci¨®n fiscal. Espa?a es uno de los pa¨ªses cuya presi¨®n fiscal es la m¨¢s baja respecto a los restantes de Europa, pero cuyo crecimiento en los ¨²ltimos a?os ha sido m¨¢s r¨¢pido. Para ofrecer datos homologados, las estad¨ªsticas de la OCDE restan de los ingresos fiscales la recaudaci¨®n por impuestos del capital y la aportaci¨®n de Espa?a a la Comunidad Europea (un porcentaje sobre el IVA) y a?aden las cotizaciones sociales. Seg¨²n ello, la presi¨®n fiscal en Espa?a -porcentaje que representa la recaudaci¨®n sobre el producto interior bruto- ha pasado de representar el 27,94% en el a?o 1982 al 33,56% el pasado a?o. En otros pa¨ªses, como la Rep¨²blica Federal de Alemania, ha descendido desde el 42,55% al 41,21%, y lo mismo ha sucedido en el Reino Unido.
Coincidencias y matices
"Estableceremos una deducci¨®n para aquellos que residen en viviend¨¢s de alquiler". Esta promesa electoral tiene el m¨¦rito de venir de quien viene, el PSOE, y de ser pr¨¢cticamente la ¨²nica medida fiscal formulada con alguna concrecci¨®n en su programa. Otra medida novedosa respecto de la pol¨ªtica seguida hasta ahora por el Gobierno es la incentivaci¨®n fiscal del peque?o ahorro, as¨ª como la reducci¨®n de la carga fiscal y la persecuci¨®n del fraude con m¨¢s medios.El Partido Popular coincide con la propuesta de incentivar fiscalmente el ahorro familiar. Prometen as¨ªmismo reducir los impuestos, como uno de los "cinco grandes compromisos del Partido", aunque proponen aumentar los que gravan el tabaco, el alcohol y el juego. La reforma fiscal que plantea el PP consiste en simplificar la tarifa del impuesto sobre la renta, implantaci¨®n del sistema splitting, la supresi¨®n del cualquier incentivo fiscal que no tenga como fin incentivar el ahorro a largo plazo y mejorar el tratamiento fiscal de las plusval¨ªas.
Izquierda Unida propone en su programa una redistribuci¨®n interna de la carga fiscal a fin de que los trabajadores dejen de ser los que soportan el peso fundamental de los impuestos. Incluye en su programa la lucha contra el fraude fiscal y es favorable a un impuesto para las grandes fortunas. Transparencia de todos los activos financieros y aumento del tipo de retenci¨®n sobre la rentas del capital mobiliario, son otras de sus propuestas.
El Centro Democr¨¢tico y Social apuesta tambi¨¦n por el sistema splitting y por disminu¨ªr el tipo impositivo medio en la imposici¨®n sobre las personas fisicas; deflactar la tarifa del IRPF de forma autom¨¢tica cada a?o para evitar el arrastre fiscal; reducir la presi¨®n fiscal individual y media y lucha contra el fraude fiscal.
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