70 velas para el 'metro'
15 c¨¦ntimos pagaron los madrile?os en 1919 por el primer viaje por los t¨²neles del metropolitano
Los tres kil¨®metros y medio que separaban la Puerta del Sol de Cuatro Caminos se convirtieron de la noche a la ma?ana en un metro. Corr¨ªa el a?o 1919 y Alfonso XIII inauguraba el primer tramo de la red metropolitana de Madrid. Ayer, 70 a?os m¨¢s tarde, un mill¨®n de personas recorrieron como todos los d¨ªas los 112,5 kil¨®metros de t¨²neles, previo pago de 65 pesetas. Mucha historia se ha escrito desde que los primeros viajeros pagaron 15 c¨¦ntimos.
Amarillea la foto tomada en la estaci¨®n de Cuatro Caminos a las tres y media de la tarde de aquel 17 de octubre de 1919, cuando Alfonso XIII dio por inaugurada la l¨ªnea 1 de Metro. Fue el acontecimiento del d¨ªa, la cita a la que acudieron todos aquellos que eran algo en el Madrid de entonces. Siete minutos y 56 segundos tard¨® el rey en recorrer todo el trayecto, seg¨²n el cron¨®metro del periodista y escritor Rufino Blanco.Catorce d¨ªas despu¨¦s la l¨ªnea entraba en servicio. Gente m¨¢s humilde que los de aquella inauguraci¨®n recorrieron por primera vez, quiz¨¢ algo angustiados, las estaciones de Puerta del Sol, Red de San Luis (hoy Gran V¨ªa) Hospicio (Tribunal), Bilbao, Chamber¨ª (desaparecida), Mart¨ªnez Campos (Iglesia), R¨ªos Rosas y Cuatro Caminos. Pocos testimonios quedan de aquellos arrojados viajeros del 19.
As¨ª fue como cobr¨® vida el arriesgado proyecto de Carlos Mendoza, Alfredo Moreno, Antonio Gonz¨¢lez Echarte y Miguel Otamendi, que seguramente recibieron como agua de mayo la orden aparecida en la Gaceta de Madrid -Bolet¨ªn Oficial del Estado hoy d¨ªa- el 17 de enero de 1917, por la que se otorgaba "la concesi¨®n del ferrocarril subterr¨¢neo de Madrid, con tracci¨®n el¨¦ctrica, denominado Metropolitano de Madrid". Ocho millones de pesetas cost¨® perforar las entra?as de la ciudad. Hasta Alfonso XIII fue accionista.
Recuerdos
Muchos oto?os hace ya de aquella efem¨¦ride. Atr¨¢s qued¨® la carreta de bueyes que transport¨® una noche de julio de 1917 los primeros materiales de construcci¨®n para la Compa?¨ªa Metropolitano Alfonso XIII. En la memoria se almacenan las serias dificultades t¨¦cnicas que supuso el paso del ferrocarril por la plaza de Oriente durante la construcci¨®n del Ramal ¨®pera-Norte, que obligaron a las primeras inyecciones de cemento, all¨¢ por 1925. Tambi¨¦n pas¨® a la historia aquel decreto ley de 1955 y la ley de 1956 por los que se encomendaba al Estado la competencia de construir la infraestructura, lo que alivi¨® la cr¨ªtica situaci¨®n econ¨®mica que alcanz¨® la compa?¨ªa. 0 aquella cifra hist¨®rica de 510 millones de viajeros transportados que se alcanz¨® en 1969 y que desde entonces no ha sido superada, pese a que han trascurrido dos d¨¦cadas en las que los atascos de tr¨¢fico en superficie se han multiplicado.Tanto tiempo ha pasado que el Metro madrile?o, el d¨¦cimo del mundo por orden de antig¨¹edad, ha dejado de ser un simple medio de transporte. Se ha convertido en refugio de mendigos, mural de grafistas, escenario musical, centro comercial, alternativa a los atascos, final de desesperados.
Refugio de mendigos porque en cualquier parte te piden un duro arguyendo eso de "somos cuatro hermanos, que estamos en paro, no tenemos Seguridad Social...", y porque el Ayuntamiento les abre sus puertas para que soporten bajo tierra la dureza del invierno. Mural porque en ¨¦l dejaron su huella los rotuladores de Bleck (La Rata), Muelle, Grafito, Juan Manuel y otros con mayor o menor fortuna. Escenario musical lleno de pasillos por los que se extienden los ecos de guitarristas, acordeonistas, teclistas. Centro comercial en las principales estaciones, donde se concentran un pu?ado de tiendas. Final para muchos que lo eligieron como alternativa al Viaducto para acabar sus d¨ªas. Alternativa a las dos horas de atasco y la media m¨¢s para buscar aparcamiento. Y es que por tener, tiene hasta comisar¨ªa.
Los t¨²neles de las 10 l¨ªneas actualmente existentes son todo un mundo por el que diariamente transitan un mill¨®n de personas que se conocen de memoria eso del "Antes de entrar dejen salir" o "Cuidado para no introducir el pie entre coche y and¨¦n". 155 estaciones repartidas por la ciudad, por las que circulan 984 veh¨ªculos y en las que trabajan 6.434 personas.
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