Un problema de galones
ENVIADO ESPECIALEl Madrid tiene un grav¨ªsimo problema de galones. En San Siro, jug¨® empeque?ecido de nuevo. La historia ¨²ltima del Madrid ofrece datos irrefutables de la falta de car¨¢cter de este equipo en los grandes momentos europeos. Esta ternura amenaza con degradar la generaci¨®n m¨¢s formidable del f¨²tbol espa?ol en las tres ¨²ltimas d¨¦cadas.
Una nueva decepci¨®n probablemente acabar¨ªa por dispersar a un grupo cada vez menos homog¨¦neo. La fragmentaci¨®n del Madrid est¨¢ originada por la falta de caudillaje en el campo y por la pol¨ªtica que sigue ahora el club.
La contrataci¨®n de Toshack ofrec¨ªa dos lecturas inmediatas. Era evidente que se buscaba rigor defensivo. El fichaje del t¨¦cnico gal¨¦s se interpretaba tambi¨¦n como la dotaci¨®n del suplemento de car¨¢cter que faltaba en el Madrid. M¨¢s a¨²n, se trasladaba toda la responsabilidad del liderazgo al banquillo. El traspaso de Gallego al Udinese cerr¨® cualquier posibilidad al caudillaje.
En f¨²tbol, la realidad es juego y resultados. Bajo estas premisas, la actuaci¨®n de Mendoza no ha ofrecido resultados apreciables. El Madrid sigue desplom¨¢ndose en los partidos de este pelaje y el presunto rigor no aparece. De hecho, parece muy poco riguroso sacar a los jugadores de sus posiciones naturales, especialmente la retaguardia. Schuster tiene enormes problemas como l¨ªbero y a Ruggeri, un diestro redomado, se le obliga a padecer un calvario en la parte izquierda de la cancha.
El atropello a la raz¨®n se ampl¨ªa al terreno de los galones. En San Siro, el Madrid fue incapaz de rebatir a un Mil¨¢n convaleciente, muy lejano del grandioso equipo de la pasada temporada. La recuperaci¨®n en la cancha era imposible si la voz de mando s¨®lo se escuchaba en el foso. La presencia de un buque faro, o de algunos jugadores con caracter, es tan necesaria en el banco como en la cancha. En el Madrid no lo han querido as¨ª. No hay voces, ni banderas a las que acogerse sobre el c¨¦sped. Y por cada decepci¨®n, las fisuras en el grupo se agigantan.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.