Una superiora de clausura contrae matrimonio con el rehabilitador de su convento

M¨¢s que esc¨¢ndalo est¨¢ produciendo ternura la historia de amor entre la madre superiora de las clarisas de Orvieto, Anna Chiara Viti, de 43 a?os de edad, y el constructor viudo de 61 a?os Mario Mortini, que acababa de rehabilitar el convento en el que viv¨ªan en completa clausura la madre y 10 profesas m¨¢s.El convento se llama Buon Ges¨´ y est¨¢ enclavado en esa ciudad, que es famosa por un milagro ocurrido durante la Edad Media, en el que se vio involucrado un incr¨¦dulo sacerdote que estaba celebrando misa y dudaba de la presencia real de la Eucarist¨ªa.

D¨ªas atras las clarisas estaban espantadas y preocupadas porque la madre superiora, sin decir nada y sin que nadie supiera una palabra de su historia de amor, se hab¨ªa volatilizado. Hab¨ªa desaparecido del convento s¨²bitamente y nadie sab¨ªa nada de ella.

Finalmente, en la lista de amonestaciones matrimoniales del Ayuntamiento aparecieron los nombres de la abadesa y del constructor. La noticia corri¨® como la p¨®lvora y penetr¨® enseguida a trav¨¦s de la recia cortina de silencio de la clausura del Buon Ges¨´.

Para salir al paso de posibles esc¨¢ndalos y de comentarios picantes, el obispo de la di¨®cesis, Lucio Decio Grandoni, ha difundido r¨¢pidamente una nota muy comprensiva en nombre de la Curia Episcopal, en la que toma claramente partido en defensa de la madre superiora enamorada del viudo constructor y en la que indica que "hay que respetar las decisiones de conciencia de los dem¨¢s".

Autorizaci¨®n

El constructor Mortini, futuro esposo de la reverenda madre era uno de los pocos hombres que hab¨ªa podido atravesar el muro de la clausura del Buori Ges¨´ con autorizaci¨®n, ante la necesidad de reestructurar el convento. Fue de esta manera como se conocieron el viudo y la religiosa. Entre ellos salt¨® en seguida la chispa del enamoramiento. Nada malo, debi¨® pensar la Madre Abadesa, ya que el constructor ten¨ªa las cartas en regla por ser viudo. Y en cuanto a ella misma, pedir¨ªa la dispensa del voto solemne de castidad al que estaba sujeta.De esta manera, tom¨® la decisi¨®n de desaparecer durante la noche para cobijarse en la misma ciudad, fuera de los ojos indiscretos, en espera de la misericordia del obispo, el cual -a juzgar por la defensa que ha hecho de la religiosa- est¨¢ dispuesto a tramitar en Roma, ante el Papa, la dispensa para la ex madre Anna Chiara.

La religiosa, sin embargo, ha preferido casarse seg¨²n el tr¨¢mite civil, sin esperar, quiz¨¢ durante a?os, a que le llegue la autorizaci¨®n para poder casarse por la Iglesia. Alega que tanto ella como su futuro esposo no son ya "unos ni?os".