El Bar?a consigui¨® en Atocha su primer positivo

Barcelona y Real Sociedad no hicieron m¨¦ritos para ganar, pero tal como se desarroll¨® el partido ninguno de los dos contendientes qued¨® satisfecho del resultado. El Bar?a, porque desperdici¨® una ventaja de dos goles y fue castigado con un penalti que s¨®lo lo vio el ¨¢rbitro; la Real Sociedad, porque estrell¨® dos balones en el poste. El Barcelona, al menos, consigui¨® su primer positivo de la temporada.Un equipo como el Barcelona no puede permitirse el lujo de. desperdiciar. una oportunidad tan clara de ganar. Pero a este Bar?a de Johan Cruyff ya le han perdido el respeto hasta los equipos modestos, que aprovechan, con una buena defensa, los errores t¨¢cticos que siempre cometen los barcelonistas.

Sin Laudrup y Julio Salinas, a Cruyff no le qued¨® otro remedio que echar mano del marginado Valverde -ayer debut¨® en la Liga-, adelantar a Bakero y darle una nueva oportunidad a Milla. El t¨¦cnico holand¨¦s, como es habitual en ¨¦l, volvi¨® a remodelar la defensa y, en esta. ocasi¨®n, se inclin¨® por las torres para contrarrestar el juego a¨¦reo de la Real y prescindi¨® de Urbano.

El Bar?a se encontr¨® con un gol a los cinco minutos de juego y, por si esto fuera poco, tuvo un regalo de la zaga donostiarra que aprovech¨® muy bien Valverde. Es decir, que en apenas media hora de juego, hab¨ªa conseguido m¨¢s tantos que en los otros tres desplazamientos en los que ni siquiera se estren¨®. Todo lo ten¨ªa encarrillado y todo lo ech¨® por tierra.

El sistema defensivo de Cruyff fall¨® en el cabezazo de Aldrige y volvi¨® a hacer aguas en la jugada que provoc¨® el inexistente penalti que Pes P¨¦rez se?al¨®.

En definitiva, que penalti al margen, el Barca no caus¨® una buena impresi¨®n en Atocha y muy especialmente en la segunda parte. A base de fuerza y de ilusi¨®n, la Real puso entre las cuerdas al Bar?a, que tuvo fortuna cuando un nuevo remate de los chicos de Boronat se estrell¨® en el larguero de Zubizarreta. Cruyff se dio cuenta de que hasta el empate pod¨ªa peligrar y dio entrada a Julio Alberto, retirando al inoperante Beguirist¨¢in.

El marcador ya no se movi¨®. La directiva de la Real suspir¨® tras los goles de Aldrige, que sirven parajustificar sus fichaje y el Bar?a se tom¨® un respiro, con el escudo del pol¨¦mico penalti.