Si la droga se vendiera libremente...

Imaginen... oto?o de 1992. La droga se vende en todos los sitios. El hach¨ªs en el estanco, la coca¨ªna en la farmacia, la hero¨ªna en los dispensarios. ?Qu¨¦ pasar¨ªa entonces, para bien o para mal? ( ... ) ?Especulaci¨®n gratuita? ?Elucubraci¨®n de periodistas? Nada de eso. Ahora mismo, personalidades de todo el mundo piden la legalizaci¨®n de la droga. ( ... ) El razonamiento es simple: en vez de extenuarse en una lucha incesante y vana contra los estupefacientes, mejor legalizarlos para controlarlos mejor. Utop¨ªa asesina, contestan sus adversarios. ( ... )Hace apenas tres a?os, los pa¨ªses occidentales declaraban una guerra total a la droga. George Bush, presidente de EE UU, no s¨®lo atacaba a los traficantes, sino tambi¨¦n a los consumidores. Los cocain¨®manos, los fumadores de hach¨ªs, de crack, los heroin¨®manos, todos mezclados en la misma cruzada. ( ... )?Pero c¨®mo los pa¨ªses occidentales, mayoritariamente convencidos de que la ¨²nica manera de luchar eficazmente contra el tr¨¢fico internacional de droga era la prohibici¨®n a ultranza, han podido cambiar tan r¨¢pidamente de postura? El 8 de julio de 1992, en la Convenci¨®n de Madrid, el secretario general de la ONU, P¨¦rez de Cu¨¦llar, anuncia la incre¨ªble decisi¨®n de la organizaci¨®n: el fin de la prohibici¨®n antiestupefacientes. Bajo el impulso de EE UU, URSS y CE, 140 de las 159 naciones del planeta est¨¢n dispuestas a arriesgarse.

, 18 de octubre