La propuesta sindical prioritaria
La pol¨ªtica econ¨®mica aplicada por el actual Gobierno no s¨®lo tiene altos costes sociales, seg¨²n el autor, sino que adem¨¢s ha consolidado un modelo de crecimiento econ¨®mico con los rasgos hist¨®ricos negativos del desarrollo capitalista del exterior en el terreno tecnol¨®gico, financiero, industrial y energ¨¦tico.
Las medidas adoptadas por los responsables econ¨®micos conducen a un sistema con una d¨¦bil capacidad de generar estructura productiva y empleo estable; mantiene importantes desequilibrios en la balanza comercial y por cuenta corriente; genera desequilibrios regionales, y posee un marcado car¨¢cter parasitario y especulativo como elemento dominante.Veamos algunos datos a t¨ªtulo de ejemplo:
- En el crecimiento de la econom¨ªa influyen factores externos, como la ca¨ªda del precio del petr¨®leo y la ca¨ªda del d¨®lar, as¨ª como las apresuradas medidas de est¨ªmulo de la demanda tomadas en 1985.
- El protagonismo del crecimiento recae singularmente en la construcci¨®n, que, con un aumento real en tomo al 10% refleja, entre otros fen¨®menos, un crecimiento muy ligado a actividades especulativas del mercado inmobiliario, a las tard¨ªas inversiones p¨²blicas.
- Se est¨¢ produciendo un fuerte proceso de renovaci¨®n de bienes de equipo industrial, siendo abastecida la mitad de la inversi¨®n por la importaci¨®n, lo que indica el elevado nivel de dependencia productiva y la canalizaci¨®n hacia el exterior de los efectos positivos (actividad y empleo) que tiene el crecimiento interno.
- La dependencia comercial del exterior se expresa a trav¨¦s del d¨¦ficit comercial. En 1989, la situaci¨®n es todav¨ªa m¨¢s dif¨ªcil que el a?o anterior, habiendo alcanzado en los nueve primeros meses los 2,5 billones. Esta evoluci¨®n es un indicador de la dificultad de mantener un proceso de crecimiento autosostenido.
- La tasa de cobertura de la balanza tecnol¨®gica ha ca¨ªdo del 24% al 13%. entre 1986 y 1988, a pesar de la puesta en marcha de la ley de Ciencia y Tecnolog¨ªa.
- Las inversiones extranjeras se han multiplicado por 10 en el per¨ªodo 1982-1988, siendo predominantemente especulativas y dirigi¨¦ndose a la inversi¨®n en cartera, en inmuebles y al control de empresas en sectores din¨¢micos.
- En cuanto a las tendencias territoriales de la distribuci¨®n de la producci¨®n y la renta, se produce un aumento de las desigualdades regionales.
En resumen, el Gobierno ha liberalizado la econom¨ªa y la ha puesto al servicio de la recuperaci¨®n de la tasa de ganancias, no siendo capaz de controlar los procesos especulativos, aut¨¦nticos responsables del incremento de la inflaci¨®n y del consumo desatado. As¨ª, el recalentamiento es el resultado del fracaso de la pol¨ªtica econ¨®mica neoliberal.
Las medidas adoptadas en julio han ido en direcci¨®n al ajuste. Se aprob¨® una ley de IRPF que perjudica a los trabajadores, al desequilibrar a¨²n m¨¢s en contra suya el peso de la fiscalidad; la adhesi¨®n precipitada de Espa?a al SME se utilizar¨¢ como excusa para actuar en la contenci¨®n salarial y del gasto p¨²blico; se han aplicado medidas monetarias para intentar reducir el cr¨¦dito, lo que deprimir¨¢ el consumo, empeorar¨¢ las condiciones de vida, har¨¢ descender los niveles de empleo y perjudicar¨¢ alas pyme. Sus resultados demuestran que no enfr¨ªan la econom¨ªa ni frenan la inflaci¨®n.
Crecimiento racional
Aqu¨ª, la cuesti¨®n de fondo es que, en vez de enfriar, hay que crecer m¨¢s a¨²n, pero de manera racional. El Gobierno deber¨ªa controlar los procesos especulativos -especialmente el sector inmobiliario- y la inversi¨®n extranjera. Tambi¨¦n debe recortar el gasto militar y modificar la estructura del sistema financiero, de tal forma que existan retenciones fiscales en todos los activos financieros y se evite as¨ª la generaci¨®n de plusval¨ªas sin ning¨²n control. Las cosas no se controlan llamando a la moralidad a los banqueros. Para compensar lo anterior son necesarias modificaciones en el sistema fiscal para gravar m¨¢s a las rentas m¨¢s altas; el incremento del consumo de las rentas de trabajo, salarios, pensiones, subsidios al desempleo, etc¨¦tera, que se dirigen en mayor medida a los consumos nacionales, y con una actitud m¨¢s expansiva del sector p¨²blico desarrollando las infraestructuras, la pol¨ªtica de vivienda e incrementando el gasto.
A medio plazo son necesarios cambios en la estructura productiva, el desarrollo de otra pol¨ªtica industrial y de reindustrializaci¨®n y una negociaci¨®n con el capital extranjero para garantizar su car¨¢cter productivo y la transferencia y el aporte de tecnolog¨ªa.
Ante este panorama, les sindicatos venimos reclamando un cambio sustancial en la pol¨ªtica econ¨®mica y social en favor de una pol¨ªtica de progreso que debe orientarse hacia el pleno empleo y la universalizaci¨®n de la protecci¨®n social como ejes de vertebraci¨®n de la sociedad.
Las propuestas en este sentido encontraron un respaldo masivo con el paro general del 14 de diciembre. En esta jornada se emplaz¨® al Gobierno a atender unas reivindicaciones de car¨¢cter inmediato y a abordar la negociaci¨®n con los sindicatos para conseguir el giro social. El Gobierno hizo todo lo posible por no atender sus posiciones previas, y, si bien de manera insuficiente, tuvo que introducir mejoras en el terreno de la cobertura, las pensiones y la revisi¨®n de los salarios de los empleados p¨²blicos.
En los meses transcurridos, los sindicatos hemos venido consolidando el proceso de convergencia y unidad, asumiendo con los trabajadores los retos de la negociaci¨®n colectiva y la firmeza necesaria ante las actuaciones y amenazas de un Gobierno que, lejos de afrontar una verdadera negociaci¨®n, ha ido alej¨¢ndose m¨¢s y m¨¢s de los trabajadores.
Tras una plataforma reivindicativa unitaria se ha desarroHado la negociaci¨®n colectiva y movilizaciones importantes para conseguir objetivos como el mantenimiento y mejora del poder adquisitivo de sus salarios, la reducci¨®n de la jornada laboral, la sustituci¨®n de empleos eventuales por fijos, el avance de la democracia en los centros de trabajo, etc¨¦tera. En las empresas p¨²blicas, el Gobiemo ha adoptado una actitud cerrada que ha endurecido la negociaci¨®n. Han sido precisas movilizaciones contundentes y unitarias para obtener convenios colectivos positivos. No obstante, se puede afirmar que en 1989 se ha dado la mejor campa?a de negociaci¨®n colectiva del per¨ªodo democr¨¢tico.Reformas estructuralesQueda, por tanto, pendiente la negociaci¨®n de las reformas estructurales que se expresaron en el 14-D. Para su consecuci¨®n, se hace precisa la unidad en los objetivos y en la acci¨®n del movimiento sindical. Por ello, hemos acometido la tarea de elaborar y debatir con los trabajadores y con la sociedad unaEropuesta sindical prioritaria. sta hunde sus ra¨ªces en el 14-D, pero mira hacia el futuro. Significa un avance en la alternativa y coloca al movimiento, sindical a la ofensiva, en demanda de un giro social que signifique un cambio de pol¨ªtica econ¨®mica. Convencidos de que es posible y necesario hacer compatible el crecimiento econ¨®mico, el aumento del empleo y de su calidad, la distribuci¨®n m¨¢s justa de la riqueza, la elevaci¨®n del nivel de la protecci¨®n social y la democratizaci¨®n de los centros de trabajo.
De tales propuestas surgen, como elementos m¨¢s significativos, una veintena de reivindicaciones concretas que, sin agotar los objetivos del movimiento sindical, sirven para marcar prioridades claras y alcanzables a corto y medio plazo. El stop a la precariedad en el empleo, a la profunda injusticia fiscal, a la sobreexplotaci¨®n de la mujer y de los j¨®venes, a los precios astron¨®micos de las viviendas, a la baja protecci¨®n al desempleo y a las escasas pensiones, a la ausencia de formaci¨®n profesional y de un salario social, al deterioro de las condiciones de trabajo y del medio ambiente, etc¨¦tera, se plantea de forma precisa y se realizan propuestas tan evidentes que deber¨ªan abrirse camino por una cuesti¨®n de racionalidad econ¨®n-¨¢ca y de justicia social. Desgraciadamente, frente a ello nos podemos encontrar de nuevo con la intransigencia de siempre del Gobierno y de los empresarios y con un nuevo ajuste como respuesta.
Porque lo cierto es que este Gobierno no negocia nada. Cierra unilateralmente la mesa del empleo, no negocia los programas de formaci¨®n profesional a presentar en el FSE, introduce de hoz y de coz a Espa?a en el SME, aprueba la ley de IRPF sin ninguna negociaci¨®n, etc¨¦tera. Adem¨¢s, en su relaci¨®n con los sindicatos parten del principio de hostilidad y mantienen una obsesi¨®n antisindical enfermiza.
As¨ª las cosas, cuando el Gobiemo ya no controla la situaci¨®n econ¨®mica, convoca aceleradamente las elecciones legislativas, dejando buena parte del programa electoral sin cumplir: equiparaci¨®n de las pensiones m¨ªnimas al salario m¨ªnimo, ley de Pensiones Asistenciales, Consejo Econ¨®mico y Social, ley de Salud Laboral, entre otras promesas. El nuevo programa social del PSOE tiene el electroencefalograma plano. Vuelven a prometer, por tercera vez, las mismas cosas en materia de pensiones, salud laboral, CES, etc¨¦tera, y contiene amenazas como la ley (recorte del derecho) de Huelga.
Adem¨¢s, en el caso de ganarlas proceder¨¢n al ajuste y a intentar imponer tres vueltas de tuerca: en los salarios, en la fiscalidad y en los gastos sociales. La jugada es absolutamente tosca, pero se pueden equivocar: ¨¦ste es un pueblo sabio, no de masoquistas, y seguramente acabar¨¢ reaccionando c¨ªvica y democr¨¢ticamente ante una operaci¨®n tan descarada, colocando en su sitio a los que ya no defienden el mantenimiento del poder a ultranza. Este Gobierno no se merece el voto de los trabajadores, y ni siquiera la abstenci¨®n del cabreo.
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