La ex esposa de Skorov, jugador del Mepansa, obligada a a venir a Espa?a

Svetlana, la ex esposa de Eduard Skorov, nuevo jugador del Mepansa-San Antonio, ha revelado que fue obligada por las autoridades de su pa¨ªs a acompa?ar a su marido hasta Pamplona, a pesar de que se encuentran separados desde hace dos a?os.Skorov se incorpor¨® al equipo con mes y medio de retraso y la directiva del Mepansa crey¨® que la demora se deb¨ªa a tr¨¢mites burocr¨¢ticos. En realidad se deb¨ªa a que las autoridades sovi¨¦ticas amenazaban a Skorov con anular su fichaje si prosperaba la petici¨®n de divorcio que hab¨ªa presentado. Skorov lo solicit¨® porque est¨¢ separado de Svetlana desde hace dos a?os.

Skorov lleg¨® a Espa?a el 13 de octubre sin la compa?¨ªa de su familia, y all¨ª fue recibido por una representaci¨®n del Mepansa para llevarle a Pamplona, donde rechaz¨® el piso que ten¨ªa preparado en la avenida Zaragoza de esta ciudad, para instalarse con unos compa?eros de equipo.

Cuatro d¨ªas despu¨¦s, el club recibi¨® un t¨¦lex de la agencia sovi¨¦tica que les hab¨ªa negociado el fichaje de Skorov, que decia que la esposa del jugador llegar¨ªa el d¨ªa 22 acompa?ada de su hijo.. Skorov reaccion¨® ante la noticia con evidentes muestras de nerviosismo y termin¨® por manifestar que no deseaba que su esposa se reuniera con ¨¦l.

Svetlana se present¨® en Pamplona con dos hatillos de ropa y sin una sola peseta en el bolsillo y confes¨® que la hab¨ªan obligado a venir en contra de su voluntad, sin ninguna explicaci¨®n. Como el jugador no quiso saber nada de ella, es el club quien se est¨¢ haciendo cargo de sus necesidades, mientras gestiona con la Embajada sovi¨¦tica en Madrid su regreso a la URSS, al margen de que intenta prescindir de los servicios del jugador porque no ofrece el rendimiento esperado.

Svetlana ha declarado: "Quiero irme a mi casa cuanto antes, porque yo no quer¨ªa venir y estoy en una ciudad que no conozco, con un idioma que me es extra?o y sin medios econ¨®micos. Sab¨ªa que mi marido hab¨ªa fichado por este equipo, pero no me pod¨ªa imaginar que me iban a obligar a venir con ¨¦l".